Nueve de cada diez coches con energías alternativas vendidos en España estarán prohibidos en 12 años

El mercado de vehículos híbridos sigue expandiéndose y ya tiene el 36% de la cuota, aunque no se podrán matricular a partir de 2035

Un coche híbrido cargándose en una se electrolinera en Bilbao. EFE/ Luis Tejido.

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Los coches híbridos son un mercado emergente, que ya tiene fecha de caducidad. Representan en lo que va de año el 91% de los modelos con energías alternativas vendidos en 2022, con un gran impulso de los no enchufables, que ya superan a los diesel en número. Sin embargo, los fabricantes no podrán producirlos ni venderlos más allá de 2035, cuando la Unión Europea ha decretado el cese de las matriculaciones de vehículos que no sean cero emisiones de CO2.

Según los últimos datos publicados por Anfac, la patronal de los grandes fabricantes automovilísticos; entre enero y octubre se vendieron 266.444 coches bajos en emisiones. De este total, 242.661 modelos, es decir, nueve de cada diez; son híbridos que quedarán obsoletos en tan solo 12 años y no podrán ni siquiera circular a partir de 2050. Estos turismos ya simbolizan el 36% del mercado español, superados en cuota solo por los de gasolina.

Sin ningún tipo de competencia, los híbridos no enchufables (HEV) son los que están impulsando el mercado de los modelos alternativos. Ya se han vendido más de 192.000 unidades este 2022, disparando sus ventas un 9%, mientras que los enchufables (PHEV) acumulan 38.334 matriculaciones, un 12% más que en 2021. Los eléctricos puros son el tipo de coche que más crece en lo que va de año, un 36%, pero solo han salido a la carrera 23.800 turismos y tiene apenas un 2,5% de la cuota de mercado.

Aunque existen un conjunto de ayudas y benéficos fiscales tanto por la compra de híbridos como de eléctricos, aquellas personas que se decantan por dejar atrás los coches de combustión siguen apostando por los primeros por su menor precio. Mientras que se puede comprar un PHEV o un HEV con buenas prestaciones por 20.000 o 30.000 euros, es difícil encontrar un eléctrico que sustituya la potencia de uno alimentado por combustibles tradicionales por menos de 40.000.

Además, los híbridos no enchufables cuentan con la comodidad de no tener que estar pendiente de su autonomía, o de donde se localizan los puntos de carga, uno de los principales desincentivos en la compra. Según expertos consultados, los consumidores también se decantan por los híbridos dado que funcionando como una “transición” para acostumbrarse al funcionamiento de un eléctrico.

Cero emisiones a partir de 2030

Sin embargo, tienen los días contados. Aunque proviene de una larga negociación, recientemente, el Parlamento y el Consejo Europeo han llegado a un acuerdo para que a partir de 2035 los turismos y furgonetas que se comercialicen en la Unión Europea sean solo cero emisiones. En otras palabras, quedará prohibido matricular y vender vehículos de combustión, como los de gasolina, diese e híbridos, aunque seguirán existiendo en el mercado de ocasión.

A grandes rasgos, la meta es conseguir un avance gradual hasta las cero emisiones en 2035, con un objetivo a medio camino de reducción del 55% de los gases nocivos en los turismos y del 50% en las furgonetas en 2030 respecto al 2021. Este acuerdo aún necesita el visto bueno de los veintisiete y del pleno de la Eurocámara.

La única manera de garantizar que los híbridos sean solo un paso intermedio y revertir la tendencia del mercado español es acelerar la transformación hacia la electrificación. Desde el sector, consideran que las grandes fabricantes “ya están haciendo su trabajo” invirtiendo en los planes para adaptar sus plantas y en el desarrollo de baterías con mayor autonomía. En este sentido, la automoción pasa la pelota a las administraciones públicas y exigen un rápido despliegue de las infraestructuras de carga y en del uso de energías renovables, además de más ayudas para las empresas y los consumidores.

En el segundo trimestre de 2022, en España solo había 15.772 puntos de carga públicos, lejos de los países europeos con una mayor implementación de la movilidad eléctrica. El miedo a no tener donde recargar las baterías en los trayectos largos echa para atrás a muchos conductores. Además, recargar coches eléctricos con energía generada de combustibles contaminantes “podría ser contraproducente” en el camino hacia la sostenibilidad ambiental, por lo que expertos piden acelerar la puesta en marcha de infraestructuras productoras de energías renovables.

Ayudas a empresas y consumidores

Por otro lado, las grandes automovilistas ya han sentenciado que necesitaran más fondos públicos tras el fiasco de la primera convocatoria del Perte del vehículo eléctrico, que ha dejado desierto más del 60% de los casi 3.000 millones de euros presupuestados. La gigafactoría de baterías de Volkswagen en Segunto sigue en el aire después que solo se le adjudicaran 397 millones de euros al proyecto de Seat y su matriz alemana, cuando pedían unos 700.

Por otro lado, aunque ya existen el plan de ayudas como los MOVES y beneficios en impuestos como el de matriculación que se rige por las emisiones de CO2 del vehículo, los expertos siguen exigiendo más incentivos al consumidor para aclarar la compra de modelos eléctricos.

“Urge que el Gobierno tome medidas contundentes e inmediatas, en materia de desarrollo de infraestructura de recarga, planes de ayudas directas a la compra y medidas fiscales concretas que bonifiquen al vehículo electrificado: el ritmo que se ha marcado para la Transición Ecológica exige mayor celeridad en medidas públicas”, añade en un comunicado José López-Tafall, director general de Anfac.

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