El Banco de España mejora el crecimiento por la vacunación y los fondos europeos

Adelanta a finales de 2022 la recuperación del PIB precrisis, augura un menor paro pero un peor déficit por los ERTE y las ayudas

Pablo Hernandez de Cos, gobernador del Banco de España./ EFE

Pablo Hernandez de Cos, gobernador del Banco de España./ EFE

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La menor incidencia de la pandemia, con el trasfondo del avance de la vacunación, y la ejecución de los proyectos de los fondos europeos del programa Next Generation EU (NGEU) propician “crecimientos elevados” de la actividad ya desde el segundo semestre de este año y un impacto positivo también “elevado” en el avance del PIB en 2022. 

Este es el escenario central de las proyecciones más recientes del Banco de España, que mejora las previsiones respecto al último informe del mes de marzo y sitúa el crecimiento del PIB español en el 6,2% este año, el 5,8% en 2022 y el 1,8% en el ejercicio 2023, al tiempo que mejora las estimaciones de paro al 15,6%, al 14,7% y al 13,7%, respectivamente. 

El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, ha achacado la mejora del frente sanitario, con una aceleración del ritmo de vacunación, siendo “factible” alcanzar un 70% de población vacunada en agosto, y por tanto la inmunidad de rebaño, como prevé el Gobierno, y también con la mejora del entorno exterior tras la mejora de previsiones del BCE en el conjunto de 2022, ejercicio para el que augura un efecto arrastre de 2021 y una mejor estimación  

De esta forma, el nivel de PIB previo a la crisis sanitaria se alcanzaría hacia finales del próximo año, por lo que el organismo adelanta un año la recuperación respecto a su anterior estimación que apuntaba que ésta no se produciría 2023. 

Pese a la mejora de previsiones, las nuevas proyecciones del Banco de España siguen siendo inferiores a las del Ejecutivo, que en abril rebajó sus estimaciones situando el avance del PIB en el 6,5% este año, el 7% en 2022 y en un 3,5% en 2023, para moderarse al 2,15 en 2024. Eso sí, coinciden en que para finales de 2022 se habrán recuperado los niveles de PIB anteriores al estallido de la pandemia. 

Gran dinamismo en el segundo trimestre: crecimiento del 2,2% 

La institución explica que el descenso de la incidencia de la pandemia desde principios de febrero permitió la relajación gradual de las restricciones y el repunte de la actividad se ha intensificado “notablemente” en el transcurso del segundo trimestre, gracias al progreso de la campaña de vacunación, la reducción de contagios y el alivio gradual de medidas tras el fin del estado de alarma el 9 de mayo. 

Todo ello ha llevado a un repunte de la actividad y del empleo, particularmente en las ramas más afectadas por las limitaciones, explica el organismo supervisor en su informe, como el sector servicios, que sale de su “aletargamiento” de trimestres previos, ha apuntado Arce. 

Tras la caída del 0,5% del PIB en el primer trimestre y en medio de la dificultad de realizar previsiones dado la comparativa desde el segundo trimestre con los meses de 2020 duramente afectados por el Estado de alarma inicial y el confinamiento tras el estallido de la pandemia, el Banco de España estima con “cautela” que el crecimiento del PIB en el segundo trimestre podría ascender a un 2,2% en tasa intertrimestral en el escenario central.  

En el escenario favorable el repunte sería del 2,7%, mientras que en el adverso se moderaría al 1,4%. En los tres casos la mayor aportación procede de la demanda nacional, con un avance medio del 2% entre abril y junio. 

Algunos de los indicadores que reflejan la mejora son el nivel de movimientos, que supera los del pasado verano, y la recuperación del tráfico aéreo, recuperando niveles de Navidad y verano pasado, al tiempo que las empresas confirman la mejora de expectativas en facturación y decisiones de contratación, según la encuesta del organismo. 

Mejora en los tres escenarios 

Y es que, tal y como ha hecho desde el estallido de la pandemia, l organismo vuelve a establecer tres escenarios (suave, central y severo) en función de las hipótesis acerca de los desarrollos de la pandemia, el ritmo de reducción de la tasa de ahorro y de la huella dejada por la Covid sobre el tejido productivo. 

En 2021 el crecimiento del PIB alcanzaría, en los escenarios suave, central y severo, tasas medias del 6,8%, 6,2% y 4,6%, respectivamente, frente a las tasas del 7,5%, el 6% y el 3,2% que estimaba en marzo.  La mejora de este año se debe a la mejora de la economía internacional, el cierto “efecto positivo” de los paquetes fiscales de EEUU y la mejor evolución del segundo trimestre. 

El escenario central del Banco de España contempla un fuerte impulso del consumo privado (+7,1%), en paralelo a la inversión, con un alza del 8,1% formación bruta de capital fijo. La mayor parte del crecimiento provendrá de la demanda nacional, con 5,9 puntos, muy por encima de las tres décimas de contribución de la demanda exterior. 

Para 2022 mejora también los pronósticos en todos los escenarios, ya que prevé en el escenario suave un avance del 7%, en el central un 5,8% y en el severo un 5,2%, frente a las tasas del 5,5%, 5,3% y 4,6% que pronosticaba tres meses atrás.  Influye en la mejor previsión de 2022 el efecto arrastre de 2021 y el mayor impacto previsto por la institución sobre los fondos europeos. 

Ya en 2023, conforme a los distintos escenarios mejores en el escenario favorable y central, pero peor en el adverso, al estimar unos avances del PIB del 2,2%, 1,8% y 1,7%, algo peor respecto al as tasas del 1,6%, 1,7% y 2,2% pronosticado en diciembre.  

Las claves de la recuperación: ahorro, turismo y fondos europeos 

Como factores clave para apuntalar la recuperación ha señalado el ahorro embalsado, que alcanza los 60.000 millones, si bien ha apuntado que podría situarse en torno al 6%, así como la evolución del turismo, que estará muy ligada a la vacunación. 

La incertidumbre es algo menor y ello permite que sea “factible” alcanzar un 50% de las exportaciones de turismo previas a la pandemia este verano, aunque no será “ni mucho menos” de normalidad en gasto y visitantes. De hecho, para 2022 la institución no descarta que las cifras queden algo por debajo de niveles prepandemia y la normalización plena no se alcanzará hasta 2023. 

En cuanto al los fondos europeos, las nuevas proyecciones incorporan en torno al 50% del importe anunciado por el Gobierno para este año, considerando tanto los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) como el denominado REACT‑EU.  

Para el conjunto del horizonte de proyección, la absorción se situaría ligeramente por encima del 80% de los fondos totales disponibles en forma de transferencias, concentrándose el mayor impulso en 2022. Así, la aportación de los fondos europeos será un punto de crecimiento este año, algo mayor en 2022, hasta 2,4 puntos de PIB, y también en 2023, con hasta 1,8 puntos más de crecimiento. 

Riesgos “más equilibrados” 

Así las cosas, el organismo considera que los riesgos para la evolución de la actividad económica se encuentran en la actualidad “más equilibrados” que en ejercicios de proyecciones pasados, pero el grado de incertidumbre “continúa siendo alto”.  

En el ámbito epidemiológico cree que subsisten temores acerca de la posibilidad de que la elevada circulación del virus en amplias regiones del mundo den lugar a nuevas variedades resistentes a las vacunas, con posible incidencia en el turismo por nuevas restricciones. 

A ello se suma que un hipotético repunte de las insolvencias empresariales conduciría a una pérdida de empleos y, posiblemente, a un deterioro del capital de las instituciones financieras, lo que podría incidir desfavorablemente sobre su capacidad para la concesión de crédito.  

En sentido contrario, el escenario central contempla una reducción relativamente lenta de la tasa de ahorro desde los elevados niveles alcanzados en la crisis, pero cabe la posibilidad de que este proceso se desarrolle de forma más rápida e intensa, e incluso que los hogares gasten una proporción sustancial de las rentas ahorradas desde el inicio de las restricciones. 

Mejora de la tasa de paro: 15,6% este año

Aunque el paro será superior al de 2020 (15,5%), el Banco de España prevé una menor tasa de paro de la que auguraba en marzo, al calcular, según los distintos escenarios e incluyendo la nueva prórroga de los ERTE hasta septiembre, una tasa del 15,2% (escenario suave), el 15,6% (central) y el 16,2% (severo). En 2022 bajaría al 13,7%, 14,7% y 15,7% en cada escenario, y en 2023 disminuiría al 12,8%, 13,7% o 14,6%, respectivamente.  

La mejora de la tasa de paro es notable al disminuir del 17% que preveía en marzo al 15,6% que calcula ahora, debido a la reincorporación de trabajadores en ERTE y a la extensión de los ERTE hasta septiembre, con el consiguiente efecto de mantener como ocupados a medio millón de trabajadores; junto a la mejora de las perspectivas macroeconómicas que supondrán más empleo y menos paro. 

Las horas trabajadas retomarán una senda ascendente a partir del trimestre en curso, en línea con la recuperación del PIB, de forma que crecerán un 6,7% este año, un 5,4% en 2022 y un 1,8% en 2023.

Mayor déficit: 8,2% del PIB

De igual forma, a lo largo del horizonte de proyección el supervisor espera una “mejora sustancial” del saldo de las administraciones públicas, tras el acusado deterioro observado en 2020. La reducción del déficit obedecerá tanto a la naturaleza temporal de una parte de las medidas discrecionales adoptadas para hacer frente a las consecuencias de la pandemia como a la mejora cíclica.  

Aun así, el organismo empeora sus previsiones por el efecto de la prórroga de los ERTE y las nuevas ayudas directas, qeu sumara un punto más al déficit. El escenario central el supervisor augura que el déficit se reducirá del 11% en el que concluyó 2020 al 8,2% este año, para moderarse aún más intensamente los dos siguientes ejercicios, hasta situarse en el 4,9% en 2022 y el 4,3% en 2022.  En marzo estimaba unas tasas del 7,7%, el 4,8% y el 4,4%, en cada ejercicio.

Como resultado de esta evolución del saldo y de la trayectoria proyectada para el PIB nominal, la ratio de endeudamiento público, que en 2020 repuntó fuertemente hasta el 120% del PIB, apenas se reduciría en dos puntos en el horizonte.  En detalle, cerrará este año en el 120,1% del PIB, y se moderará al 117,9% en 2022 y el 118% en 2023.Estos niveles históricos es el resultado “natural” de las medidas aprobadas par paliar los efectos de la crisis, según Arce.

El director general de Estadística y Economía ve preciso mantener el tono expansivo de la política fiscal pero de manera más focalizada y pide diseñar una estrategia de consolidación a medio plazo para reconstruir un cierto margen de utilización de los instrumentos fiscales ante futuras perturbaciones. 

La inflación se moderará y cerrará en el 1,9% 

Por último, Arce ha querido referirse a la inflación, en plena tendencia alcista al subir al 2,7% en mayo, señalando que se debe a un rebote estadístico y al encarecimiento previsible temporal por algunos elementos de inflación, como la energía o semiconductores que da lugar a encarecimiento de precios industriales. “Hay buenas razones para explicar que el rebote obedece a factores coyunturales”, ha añadido. 

La naturaleza será transitoria y volverá a lo largo del año a niveles más moderados, situándose próxima al 1,9%, para continuar suavizándose hasta el 1,2% en 2022 y en 2023.  

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