Aseguradora alemana FWU quiebra: los clientes presionan por compensaciones

La insolvencia de la compañía amenaza los ahorros de más de 45.000 clientes en España, que ahora exigen compensaciones y emprenden acciones legales

Aseguradora alemana FWU quiebra: los clientes presionan por compensaciones

Aseguradora alemana FWU quiebra: los clientes presionan por compensaciones

La quiebra de FWU Life Insurance Lux, aseguradora alemana con sede en Luxemburgo, ha sacudido con fuerza al sector financiero y a miles de familias españolas. Más de 45.000 personas han visto peligrar sus ahorros tras haber confiado en los llamados PIAS (Planes Individuales de Ahorro Sistemático), productos que se vendían como seguros estables y sin riesgo.

Sin embargo, lo que muchos clientes desconocían es que sus ahorros estaban ligados a fondos de inversión sin garantía de capital, lo que los dejó completamente expuestos a las turbulencias del mercado y, en última instancia, a la quiebra de la aseguradora.

El espejismo de un “ahorro seguro”

Durante años, redes comerciales como OVB Allfinanz España promovieron estos productos como una alternativa segura para planificar el futuro financiero, especialmente la jubilación. Los afectados firmaron convencidos de que se trataba de seguros de ahorro tradicionales, sin saber que en realidad se trataba de contratos con un componente de inversión arriesgado.

El estallido de la insolvencia de FWU ha destapado lo que expertos califican ya como uno de los mayores escándalos financieros recientes en España. Según los cálculos de los despachos que representan a los afectados, las pérdidas podrían superar los 400 millones de euros, con apenas un 20% a 40% de posibilidad de recuperación del capital invertido.

El liquidador luxemburgués encargado del proceso ya ha comenzado a notificar a los clientes. Los formularios enviados ofrecen la posibilidad de recuperar hasta un 40% de lo invertido, pero con una condición alarmante: las cantidades reconocidas en estos documentos son muy inferiores a las aportaciones reales que los clientes habían hecho a lo largo de los años.

En la práctica, esto significa que muchos ahorradores no llegarán ni al 30% de lo que aportaron, lo que ha generado indignación y desconfianza. Para miles de familias, estas cantidades representan décadas de esfuerzo y ahorro destinado a la jubilación, estudios de hijos o respaldo frente a emergencias.

Acciones legales y presión creciente tras la quiebra

La noticia ha provocado que centenares de afectados ya se hayan movilizado con demandas colectivas. El despacho El Defensor de Tu Vivienda ha iniciado reclamaciones en nombre de más de mil personas y ha asumido los costes del procedimiento judicial para facilitar el acceso a la justicia.

Por otro lado, Ézaro Legal representa a más de 250 perjudicados y estima que el daño económico podría superar los 340 millones de euros no recuperables. Desde la firma advierten que aceptar la liquidación no impide demandar también a las entidades que distribuyeron estos productos en España, como OVB.

En Galicia, la asociación de consumidores Adicae también ha comenzado a organizar reuniones y asesoramiento para coordinar una respuesta colectiva frente a lo que consideran un engaño masivo.

Testimonios de desesperación

Detrás de las cifras, hay historias personales que revelan la magnitud del problema. Muchos clientes llevaban más de 20 años acumulando ahorros en estos planes, convencidos de que estaban garantizados.

“Pensaba que era un seguro de ahorro para mi jubilación, algo estable, y ahora me dicen que apenas recuperaré una parte. Es como perder toda una vida de trabajo”, cuenta un afectado de Vigo. Casos como el suyo se repiten en toda España, desde familias trabajadoras hasta profesionales autónomos que habían depositado sus esperanzas de futuro en estos productos.

Una de las claves que está en el centro del debate es la responsabilidad de OVB Allfinanz España, la red que comercializó masivamente los PIAS de FWU en el país. Expertos en derecho financiero subrayan que la información facilitada a los clientes fue, en muchos casos, poco transparente o directamente engañosa, al omitir los riesgos reales de los contratos.

Por ello, varias asociaciones y bufetes coinciden en que las reclamaciones no deben limitarse a FWU, sino también dirigirse contra OVB, que podría tener que responder legalmente por la comercialización indebida.

Un escándalo con eco europeo

El caso FWU no afecta únicamente a España. La aseguradora, con presencia en varios países de Europa, arrastra un proceso complejo de liquidación transfronteriza que podría alargarse durante años. Sin embargo, es en España donde se concentra el mayor número de afectados particulares, en su mayoría pequeños ahorradores que confiaron en la seguridad de la marca.

Organizaciones de consumidores advierten que este escándalo debería servir como alerta sobre la necesidad de reforzar la supervisión de los productos financieros que se venden como seguros, pero que en realidad tienen una naturaleza de inversión arriesgada.

Por ahora, las opciones para los clientes pasan por aceptar la liquidación con pérdidas importantes o sumarse a las acciones judiciales que ya están en marcha. Los abogados insisten en que hay posibilidades de reclamar indemnizaciones adicionales si se demuestra que existió una comercialización engañosa por parte de OVB.

Mientras tanto, la presión social y mediática crece. Cada vez más afectados hacen públicas sus historias, buscando no solo recuperar su dinero, sino también que este episodio marque un precedente para que no vuelva a repetirse.

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Alba Carbajal

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