Orange no se rinde con Altice y marca el camino a Telefónica en Europa

El grupo de telecomunicaciones francés tiene previstos todos los escenarios regulatorios y confía en llegar a buen puerto

Orange da el primer paso

Archivo – Logo de Orange

Orange tiene varios frentes abiertos en la consolidación del sector de telecomunicaciones europeo. Uno de ellos es la compra del grupo Altice, sobre la que sigue teniendo interés pese al primer rechazo, así como a las dificultades regulatorias que admite tendrá en caso de llegar a un acuerdo. La compañía tiene claros los escenarios y la forma en que abordaría a las autoridades competentes para convencerlas de la aprobación de la operación, marcando así el camino a Telefónica y sus posibles compras.

El grupo francés, propietario de la española Masorange en un 50%, presentó la semana pasada una oferta no vinculante para comprar la mayor parte de los activos de Altice, matriz de SFR.

Una oferta de 17.000 millones lanzada conjuntamente con las telecos rivales Bouyugues Telecom e Iliad, esta última propiedad del magnate Xavier Niel, y que fue rechazada al día siguiente.

Desde Orange son conscientes de que el grupo tiene ofertas de diferentes compradores, pero no pierden la fe y confían en que las negociaciones puedan llegar a buen puerto, según explicó la CEO de Orange, Christel Heydemann, durante la llamada con analistas tras la presentación de resultados del tercer trimestre.

«Nuestra prioridad es avanzar lo más rápido posible en un proceso que puede ser largo, pero, por supuesto, la decisión la tiene el vendedor», explicó la directiva.

Esta primera oferta abarca la mayor parte de los activos de SFR, pero excluye las participaciones internacionales en Intelcia, UltraEdge, XP Fibre y Altice Technical Services.

Empresas que, o bien no controla enteramente o bien se dedican a negocios muy diferentes del negocio de telecomunicaciones, por lo que la compañía no considera «lógico» adquirirlas.

Con esta operación, la teleco francesa quiere, sobre todo, sumar clientes y los activos de espectro, mientras que Bouygues e Iliad se quedarían con el negocio B2B (business to business), el segmento empresas de Altice.

Las dificultades regulatorias y las operaciones de Telefónica

En cualquier caso, la compañía sabe bien las duras condiciones regulatorias que los organismos de competencia pueden imponer a una operación de este calado, tal y como ocurrió con la fusión de Orange y MásMóvil en España.

Filtros regulatorios que tendrían tanto en Francia como en la Unión Europea y que podrían desarrollarse por triplicado «De hecho, dado que tres empresas pujan por la parte principal de Altice, probablemente serían tres procesos antimonopolio», aseguró Heydemann.

No obstante, la consejera delegada de Orange confía en que las autoridades «colaborarían en la evaluación». De este modo, argumentó que la principal razón por la que la adquisición tiene sentido es porque «Europa necesita una consolidación» a nivel nacional que pueda favorecer el aumento de la inversión en el sector.

Heydemann también explicó que otra de sus bazas para convencer a Bruselas es que, la capacidad de crear sinergias y eficiencia en el segmento móvil a través de este tipo de operaciones también «implica la capacidad de competir de forma sostenible y ofrecer precios bajos» a los clientes.

Un argumento sostenido por el entorno competitivo en los países de la UE que han provocado un estancamiento de los ingresos de las telecos en los últimos años.

Además, hizo hincapié en que Altice es un grupo empresarial francés en un entorno de «activos altamente críticos», por lo que su oferta sería más apropiada al ser todas las firmas del país.

De este modo, marca el camino a Telefónica en su proceso de consolidación que podría desarrollar en los próximos meses. La teleco que preside Marc Murtra es candidata a hacerse con el negocio de Vodafone España, controlado por el fondo británico Zegona, mientras que en Alemania podría comprar la operadora 1&1.

Dos operaciones en los mercados importantes de la multinacional que probablemente se encontrarían también con los obstáculos regulatorios de Bruselas, que darían pie a un proceso largo.

La compra de Masorange

Respecto a la compra de Masorange, el director financiero de Orange explicó que el grupo tiene la capacidad económica suficiente como para asumir tanto esta operación como la de Altice sin tener que tocar el dividendo y afectar a la rentabilidad del accionista.

Masorange es propiedad al 50% de la teleco francesa y al 50% de Lorca, un holding cuyos principales accionistas son los fondos Providence, KKR y Cinven.

Según el acuerdo de fusión, la posibilidad de sacar Masorange a Bolsa está bloqueada hasta abril del año que viene, es decir, dos años después del cierre de la operación que se formalizó a finales de marzo de 2024.

Se trata de una posibilidad que Orange ha confirmado en diferentes ocasiones, siendo su principal intención hacerse con el control mayoritario de Masorange. En cualquier caso, como con la operación de Altice, la compañía está estudiando todas las opciones y no tiene prisa por llegar a un posible acuerdo.

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