Europa sostiene a España con programas de ayuda por 340.000M

El grueso de este apoyo es inútil contra el déficit y la deuda, lo que obligará a realizar reformas que Calviño retrasa hasta que la recuperación sea sólida

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

El Banco Central Europeo (BCE) no ha querido arriesgarse a que, por quedarse corto, la tregua que están dando los inversores a las primas de riesgo de los países del Sur de Europa se truncara y el sobrecoste que se exige a la deuda española ha caído esta semana hasta los 83 puntos (en abril marcó récord en los 155 puntos).

Para España, el incremento aprobado este jueves en el volumen del programa especial de adquisición de deuda pública por la pandemia (PEPP) del BCE, supone contar con un importante cortafuegos contra posibles ataques que relanzaran la prima de riesgo. El aumento de 600.000 millones, a 1,35 billones, daría capacidad al banco central para adquirir 162.000 millones de deuda española hasta junio de 2021 si mantuviera el ritmo de compras de marzo, abril y mayo, cuando ha comprado 22.392 millones.

Con esta actualización, y si salen adelante todas las herramientas de apoyo financiero que la Eurozona está poniendo en marcha –SURE, MEDE, compras específicas por el coronavirus del BCE y el Fondo de Reconstrucción-, España tendría a su disposición líneas de ayuda directas e indirectas por más de 340.000 millones.

Este apoyo, sin embargo, no será un alivio para el endeudamiento más allá del volumen de transferencias que finalmente procedan del fondo de reestructuración. El BCE adquiere deuda ya emitida y el SURE y MEDE, que darían créditos a tipos reducidos, rebajan el importe de los intereses a pagar, pero elevan el endeudamiento. Se calcula que España podría obtener financiación por 15.000 millones del primero y por 25.000 del segundo.

Tanto el Banco de España, como la AiREF, insisten desde hace unas semanas que inevitablemente vamos a tener que poner en marcha un plan de ajuste -y a largo plazo- para recuperar salud financiera. El Gobierno, sin embargo, está intentando que no se genere la expectativa de que tomará medidas de corrección de manera inmediata.

En las estimaciones remitidas a Bruselas el 30 de abril, el Ejecutivo español señalaba que el objetivo era comenzar a reducir el endeudamiento en 2021, pero sin cuantificarlo, o sin aportar ninguna guía sobre hasta dónde se irá el déficit. Contempla despedir el año con un endeudamiento del 115%, que la AiREF amplía hasta el 120% si se produjera un rebrote de la pandemia.

Por el momento, y aunque la vicepresidenta de asuntos económicos, Nadia Calviño, reconoce que habrá que hacer reformas para reducit el desajuste entre ingresos y gastos, insiste en sus intervenciones que eso no se producirá hasta que la economía crezca de forma sostenible, lo que parece una forma de posponer el ajuste al menos hasta 2022.

Ganar tiempo gracias a la menor prima de riesgo

Con la excepción de las compras del BCE, el resto de líneas de apoyo financieras de Europa para el coronavirus, todavía están abiertas. España está tratando de esquivar el recurso al MEDE -de donde procedieron los fondos para el rescate de la banca-, pero el Gobierno cuenta con recurrir al SURE.

Nadia Calviño cree que este nueva nueva herramienta -que podría comenzar a operar en julio- se ajusta «políticamente» a las medidas impulsadas para tratar de proteger el empleo, como son los ERTE. «Una vez que se ha puesto sobre la mesa el SURE nos parece que más allá del interés financiero, es un apoyo político», explicó este jueves en una intervención en el Consejo General de Economistas. «Se crean redes de seguridad para las personas en Europa. Por ello tenemos el interés de participar, aunque nuestro marco de financiación es muy favorable», insistió. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez tampoco ha descartado recurrir al MEDE, rechazando que su utlización tuviera algo que ver con un rescate.

El oxígeno para no salir de la crisis a base de engrosar la deuda, es el fondo de reconstrucción en el que trabaja Europa. Calviño parece que da por hecho que la propuesta de la Comisión Europea difícilmente saldrá a la luz exactamente como ha propuesto. Con ella, España podría recibir 77.000 millones en transferencias directas y tendría acceso a otros 63.000 millones en créditos, si quisiera. En total, otros 140.000 millones de apoyo.

La vicepresidente ha adelantado esta semana que la negociación se va a intensificar en Europa este mes con el objetivo de aprobarlo en julio. Aunque la cifra final puede ser distinta, la posibilidad de recibir una inyección económica que no haya que devolver daría mucha más flexibilidad para aplicar políticas para la reconstrucción significativas sin engrosar el endeudamiento.

«El objetivo es que estén en marcha desde el primero de enero de 2021. Pero existe una propuesta de refuerzo para el presupuesto de 2020», avanzó este jueves Nadia Calviño.

Suscríbase a nuestro canal de Telegram para conocer la última hora sobre la pandemia del coronavirus en España, Europa y el mundo.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp