Alcoa admite que la sentencia de Alu Ibérica condicionará la venta de San Cibrao

La multinacional norteamericana advierte que es “esencial” contar con garantías suficientes para vender la planta lucense después de ser condenada tras la venta de A Coruña y Avilés

Alcoa

Varias personas participan en una concentración en conmemoración del año de “lucha” por la planta de aluminio y los puestos de trabajo de Alcoa San Cervo, en la Praza do Concello de Xove / Carlos Castro (Europa Press)

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Aunque siempre fue evidente que la crisis de Alu Ibérica, las antiguas plantas de Alcoa en A Coruña y Avilés, influía de manera importante en la venta de la factoría de aluminio de San Cibrao, pocas veces la multinacional lo expresó de manera tan clara.

La versión que dan fuentes oficiales del fabricante de aluminio sobre la situación en A Mariña pone dos condiciones imprescindibles para una posible venta de las instalaciones, una vez que la Sepi decidió renunciar a ejercer como intermediario, es decir, comprar la planta a Alcoa para luego traspasarla a un tercero.

Por un lado, establecer un marco energético estable y que permita un precio de la energía competitiva, algo que ya figuraba en la propuesta que hizo la multinacional para quedarse en la factoría hasta 2022 y que, por otra parte, constituye el problema central de su actividad en España desde hace más de una década.

Alcoa exige garantías

Por otro, dice Alcoa, “la solución más adecuada para la situación que atraviesa la planta de aluminio de San Cibrao debe aportar garantías” tanto para la propia empresa como para los trabajadores.

“La sentencia dictada por la Audiencia Nacional sobre la venta de las factorías de A Coruña y Avilés ha evidenciado claramente los riesgos de una venta de plantas con graves problemas estructurales de inviabilidad en la que es el vendedor quien contribuye económicamente en la transacción”, explica la compañía en referencia a la sentencia que le obliga a indemnizar o recolocar a la plantilla después de traspasar las plantas.

“A pesar de ser un proceso que contó con la supervisión directa del Gobierno y con el respaldo de todos los actores involucrados en el proceso, las responsabilidades por actos realizados por terceros en momentos posteriores a la venta se exigen ahora a Alcoa. De cara a la solución para San Cibrao, éste será por tanto también un elemento esencial para Alcoa”, insiste la compañía.

Hay que recordar que uno de los problemas clave en la venta a la Sepi fue la petición de Alcoa de indemnidad respecto a reclamaciones futuras.

Economía Digital Galicia

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