El cambio de dueños paraliza a Euroespes y la lleva a números rojos

La compañía pierde 233.000 euros en un 2018 en el que tuvo que paralizar sus inversiones en I+D hasta que se completase la llegada del fondo Moira Capital

El doctor Ramón Cacabelos, presidente de Euroespes | EFE/archivo

El doctor Ramón Cacabelos, presidente de Euroespes | EFE/archivo

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Tras cinco años consecutivos en beneficios, Euroespes cerró en 2018 su regreso a números rojos. La biotecnológica con sede en Bergondo (A Coruña) registró unas pérdidas de 334.000 euros en un año marcado por el relevo accionarial en la compañía.

Moira Capital Desarrollo Epsilon, el fondo capitaneado por el exsocio de Florentino Pérez, Javier Loizaga, se hizo con el 48,5% de las acciones de la compañía tras suscribir íntegramente una ampliación de capital por valor de 4,6 millones de euros. Esta operación, además de encumbrar al fondo madrileño a la mayoría accionarial (el presidente de Euroespes, Ramón Cacabelos, se queda con el 9,9%, mientras el 41,6% de las acciones restantes quedan en manos de inversores minoritarios), supuso un frenazo a la cuenta de resultados de la compañía.

Inversiones en I+D paralizadas

La entrada de Moira Capital en el accionariado aporta a Euroespes músculo financiero para llevar a cabo sus planes de expansión a medio y largo plazo. Pero su efecto más inmediato a corto plazo ha sido el frenazo a sus inversiones en investigación y desarrrollo (I+D). “En 2018 esta partida se ha visto significativamente reducida por el retraso en las inversiones necesarias previstas, que no han podido concretarse hasta la entrada de los fondos provenientes de la ampliación de capital”, así como por el traslado de laboratorios, argumenta la compañía en su memoria anual.

Esta situación se ha trasladado a su cuenta de resultados, que contabiliza estas partidas en sus ingresos. Y es que además de la propia cifra de negocios, la compañía suma en su cuenta de resultados sus partidas en I+D, que figuran como “trabajos realizados por la empresa para su activo”. Este apartado pasa de registrar un resultado de 820.000 euros en 2017 a 390.000 euros en 2018. Un recorte de 430.000 euros que por sí solo explicaría que la compañía haya pasado de ganar 116.000 euros en 2017 a perder 334.000 en 2018.

Del párkinson al ‘viagra gallego’

Este movimiento ha obligado a parar momentáneamente algunos de los siete proyectos que Euroespes, una de las seis empresas gallegas que cotizan en el Mercado Alternativo Bursátil (junto a Greenalia, Altia, Commcenter, Netex y la recién estrenada IFFE Futura), está desarrollando en estos momentos en las áreas de biotecnología de la salud, genómica y farmacogenómica, así como en epigenética.

Uno de ellos es el Atremorine, con el que la compañía busca mejorar la eficacia de los tratamientos de párkinson que ya hay en el mercado o el Pdrisk, un panel de genética predictiva de párkinson. Pero además de sus investigaciones para mejorar los tratamientos a pacientes con párkinson, la compañía tiene en marcha otro proyectos como el Epidem, con el que busca lograr una detección precoz del Alzhéimer, el Makalisex, un viagra gallego para mejorar la potencia sexual, así como el Nutricoa para el desarrollo de productos derivados del cacao.

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