El futuro de Pablo Isla y Marta Ortega, entre Caixabank y Pontegadea

A pocos días de que Ortega Pérez asuma la presidencia no ejecutiva de Inditex e Isla abandone el grupo, la heredera de Amancio Ortega escala posiciones en el holding familiar y el directivo madrileño se hace un hueco cerca de Isidro Fainé

Marta Ortega sustituirá a Pablo Isla como presidenta de Inditex

Marta Ortega sustituye a Pablo Isla como presidenta de Inditex

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Quedan unos días para que, de forma oficial, el presente laboral de Marta Ortega y de Pablo Isla cambie por completo. Una nueva etapa en la que la hija de Amancio Ortega y Flora Pérez Marcote asumirá la presidencia no ejecutiva de Inditex y el directivo madrileño abandonará la primera textil del mundo por capitalización y la compañía con la que consiguió reconocimiento internacional, siendo nombrado por Forbes mejor CEO de la década.

Pero, más allá de la matriz de Zara, el futuro de ambos está marcado por el nombre de otras dos compañías: Pontegadea y Caixabank. La primera es la family office de Amancio Ortega, el vehículo inversor con el que retiene una fortuna estimada en 65.000 millones de euros. Marta no solo asciende en Inditex, sino que el acelerado proceso sucesorio que ha emprendido la primera fortuna de España también la lleva a tener un asiento en el consejo del holding.

Ortega Pérez gana cada vez más protagonismo en el negocio familiar mientras que Isla –que sale de Inditex pero, al menos de momento, mantiene su vocalía en la obra social de Amancio Ortega— desembarca en la Fundación Bancaria La Caixa, un nombramiento que ha despertado los rumores sobre la posibilidad de que este sea un movimiento inicial para que el ex de Altadis acabe sucediendo a Isidro Fainé. De momento, esta posibilidad es una incógnita que, en cualquier caso, no parece que se vaya a despejar pronto. Lo que sí es cierto es que el abogado del Estado se sitúa en esta nueva etapa muy cerca del presidente de una de las fundaciones más grandes del mundo y de su brazo inversor, Criteria.

Con perfiles completamente diferentes, las nuevas etapas de Marta Ortega y Pablo Isla poseen ciertos puntos en común. Al fin y al cabo, y aunque por motivos distintos, toman posiciones en dos sociedades de control de grandes cotizadas y lo hacen a la sombra de dos pesos pesados como son Ortega Gaona y Fainé.

La otra pata de la sucesión en el clan Ortega

Con la llegada de abril, Marta Ortega asumirá el cargo de presidenta no ejecutiva de Inditex. Tendrá bajo su responsabilidad directa las áreas de Auditoría Interna, Secretaría General y del Consejo y Comunicación. Cobrará 900.000 euros anuales por su nuevo desempeño, sin bonus ni variables, y 100.000 más por su asiento en el consejo.

Sin embargo, el meteórico ascenso en Inditex es solo una pata del proceso sucesorio iniciado por Amancio Ortega. La otra comenzó a desgranarse este viernes y afloró en el Registro Mercantil de A Coruña, que revela que la hija del cofundador de Inditex se ha convertido en nueva consejera de Pontegadea Inversiones y de Pontegadea GB 2020. La primera es la cabecera del holding, la segunda es una sociedad escindida que aglutina las inversiones del empresario en Gran Bretaña. En su momento, su creación respondió al interés de aislar hipotéticos riesgos que pudiesen derivar del brexit.

La empresaria Marta Ortega presencia el Gran Premio Ciudad de Madrid, evento de la Copa del Mundo de Hípica Longines. EFE/ Víctor Lerena
La empresaria Marta Ortega presencia el Gran Premio Ciudad de Madrid, evento de la Copa del Mundo de Hípica Longines. EFE/ Víctor Lerena

Pontegadea Inversiones retiene el 50% de las acciones del empresario en Inditex y canaliza sus otras apuestas empresariales e inmobiliarias (una cartera valorada en 14.000 millones de euros a cierre del ejercicio de la pandemia y que, ahora, habrá aumentado su valor tras las últimas adquisiciones). Además de Marta, el consejo de administración de Pontegadea Inversiones está integrado por Amancio Ortega como presidente, Flora Pérez Marcote y el histórico José Arnau en las vicepresidencias y Roberto Cibeira, el CEO de la compañía. Todos ellos, por cierto, forman parte junto a Isla del patronato de la Fundación Amancio Ortega.

Un movimiento natural

Previsiblemente, este nombramiento también irá aparejado de una remuneración. Según las últimas cuentas publicadas, en el ejercicio 2020, «la remuneración media de los miembros del consejo de administración de Pontegadea» ascendió a 1,8 millones de euros, ligeramente por encima de los 1,7 millones de 2019.

Fuentes cercanas a la patrimonial de la familia Ortega indican que el ascenso de Marta forma parte un movimiento natural: igual que gana protagonismo en la textil, también lo hace en el holding familiar. Hay que tener en cuenta que Ortega Pérez también es consejera desde sus inicios de la sociedad Partler Participaciones, creada en 2020 dentro de un proceso de reorganización de las filiales de la primera fortuna de España. Este vehículo, por su parte, retiene un 9% del capital de Inditex. También cuelga de él la participación de un 5% en Enagás.

Isla, cerca de Fainé, ¿pero cuánto?

Pero no solo Marta Ortega afronta cambios. El pasado 21 de febrero, cuando el fin de su tiempo en Inditex ya estaba anunciado, saltó la noticia del desembarco de Pablo Isla en el patronato de la fundación bancaria La Caixa. Lo hace junto con el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, la notaria y consejera empresarial Isabel Gabarró y el expresidente de Foment del Treball, Joaquím Gay de Montellà. Los ejecutivos entran en sustitución de Salvador Alemany, César Alierta, Antoni Fitó y Javier Solana, cuyos mandatos expiran por vencimiento temporal. Fainé, no obstante, renovó como presidente para los próximos cuatro años.

Se trata de una de las mayores fundaciones del mundo, con un presupuesto para este año de 525 millones de euros. Gestiona la obra social de La Caixa y, a través de Criteria, las participaciones accionariales del grupo, incluida Caixabank.

Sin jubilación a la vista

No hay nada de momento que indique de Fainé, que cumple 80 años este 2022, tiene ganas de jubilarse. Tampoco hay establecidas limitaciones temporales a su cargo en los estatutos. Sin embargo, y según apunta El Confidencial, el expresidente de La Caixa aceleró la renovación de su puesto (no tenía por qué mover ficha hasta mayo) en un momento en el que el Gobierno estaría estudiando una reforma legal para profesionalizar las fundaciones bancarias, un movimiento que podría acabar fijando un máximo de años para formar parte de los patronatos.

En cualquier caso, y teniendo en cuenta la edad de Fainé, que Isla gane peso en la fundación es un posibilidad con la que se especula desde su nombramiento. Su curriculum se ajusta. No sólo por la fama mundial que le aporta su paso por Inditex, que abandona tras una década en la que sus ingresos se triplicaron. También tiene pasado bancario, ya que fue secretario general de Banco Popular. Ilustre ex de Altadis, a mediados de 2017 decidió no optar a la reelección como miembro del consejo de administración de Telefónica, tras 15 años en la corporación de Álvarez-Pallete.

Amancio Ortega, Pablo Isla y Marta Ortega / EFE
Amancio Ortega, Pablo Isla y Marta Ortega / EFE

El caché de Isla

El pasado 16 de marzo, Isla se despidió públicamente de Inditex con la rueda de prensa de presentación de los resultados de 2021, un ejercicio en el que rozó las cifras prepandémicas. “No me voy a retirar, evidentemente, pero no os puedo decir nada más”, zanjó, ante las preguntas sobre su futuro.

Las declaraciones sirvieron para avivar la teoría del desembarco gradual en el universo de La Caixa. Pero, del mismo modo que se destacan los pros de Isla, que son muchos, también hay quien señala los contras para el puesto. Uno de ellos, el sueldo. Y es que los emolumentos que, hipotéticamente, podría recibir al frente de una fundación son mucho menores que los que percibiría como ejecutivo en una compañía. Para muestra un botón: el presidente saliente de Inditex se llevó por el pasado ejercicio 12,4 millones de euros, de los que 3,2 millones se corresponden con su sueldo fijo.

También hay quien apunta a otro dato: Isla no es catalán. Algo a tener en cuenta pero que, conceden, habría sido más determinante en épocas pasadas. Todas las voces consultadas coinciden, eso sí, en una cosa: en cualquier caso, el futuro relevo de Fainé lo decidirá Fainé.

Un blindaje millonario

Sea como fuere, Inditex aún juega un papel importante en el futuro de Isla, debido a su cláusula de blindaje. Al margen del sueldo de 2021, de su paquete accionarial y de la liquidación de los planes de incentivos a largo plazo del grupo de los que participaba, el ejecutivo deja Inditex con un finiquito de 23 millones de euros. De ellos, 3,25 millones se corresponden con una indemnización por cese mientras que 19,74 millones derivan del llamado “pacto de no competencia”, que le impide fichar por una empresa rival o con actividad concurrente por un periodo de dos años.

Esta indemnización era mucho más baja en el contrato inicial de Isla, pero el consejo de administración de Inditex, a propuesta de la comisión de retribuciones, acordó actualizarla el pasado 14 de diciembre, dos semanas después del anuncio de su salida. Isla, no obstante, no habría firmado la modificación hasta el pasado 15 de marzo. Un día antes de su última rueda de prensa como presidente de la primera textil del mundo por capitalización.

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