La expansión de Frinsa lleva a EEUU la batalla entre las grandes conserveras gallegas

La compañía de la familia Carregal apuesta por abrir una planta en Florida y se desmarca de la estrategia de expansión de Jealsa y Calvo, que distribuyen al mercado estadounidense desde Brasil o El Salvador

Mané Calvo, Ramiro Carregal y Manuel Jesús Alonso

Mané Calvo, Ramiro Carregal y Manuel Jesús Alonso

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Frinsa, uno de los grandes distribuidores de marca blanca para supermercado y el séptimo mayor comprador de atún del mundo, prosigue su expansión con paso firme y ritmo acelerado. El proceso que comenzó con la constitución de una red de filiales comerciales en el exterior en el año 2015, desembocó en la compra de la fábrica de la portuguesa A Poveira ubicada en Póvoa de Varzim en 2019; y todo apunta a que continuará con la construcción de una planta en Plisan (Pontevedra) y la puesta en marcha de una nueva factoría en Florida.

El proyecto en Estados Unidos, que llega después de la constitución de la filial Frinsa USA, permitiría a la conservera de Ribeira cuadruplicar sus centros productivos en un corto periodo de tiempo, coincidiendo también un fuerte avance de la facturación, que se ha situado en torno a los 550 millones en los dos últimos años, niveles similares a los de Calvo.

De Portugal a Florida

Los planes de la compañía que dirige Jorge Carregal, hijo del fundador Ramiro Carregal, pasarían por invertir 21 millones de dólares para equipar unas instalaciones en la ciudad de Lakeland y transformarlas en una planta de procesado con líneas de atún, sardina, salmón y atún blanco, según han informado medios sectoriales y locales como Lkldnow, y recogió Alimarket en España. La factoría empleará a unas 115 personas y podría entrar en funcionamiento en 2023.

La apuesta por producir en el país norteamericano se desmarca del modelo de expansión que eligieron las otras dos grandes conserveras gallegas, Jealsa y Calvo, que cuentan con filiales comerciales en el país, pero distribuyen su producto desde las factorías que tienen más al sur, en Centroamérica o Sudamérica.

Exportaciones desde Brasil y El Salvador

La conservera con sede en Boiro opera en Estados Unidos con Robinson Crusoe Seafood, que tiene sede en California. Chile, Brasil, Estados Unidos y Venezuela son sus cuatro principales mercados en el continente, aunque sus plantas industriales están en Brasil, Chile y Guatemala. En 2019 el grupo de Jesús Alonso anunció la construcción de dos nuevas fábricas en Ceará con el objetivo de exportar producto a Estados Unidos y Europa.

Calvo, en cambio, exporta sus conservas a norteamérica desde su emblemática planta de El Salvador. En Estados Unidos, mercado al que llegó en 2004 y donde cuenta con la filial Nostromo North America, con sede también en Florida, como la de Frinsa. La conservera de Carballo indica en su memoria de ejercicio que sus principales mercados se ubican en Centroamérica, el Caribe y Colombia, con una menor penetración en el mercado norteamericano.

La fórmula de Frinsa

El desembarco de Frinsa en Estados Unidos, donde ya opera a través de la cadena Trader Joe’s, será diferente, pues contará con planta propia y un equipo dirigido por un exdirectivo del gigante tailandés Thai Union, Otis Coracides, quien llevaba años asentado en Florida dirigiendo la filial Chicken of the sea.

Frinsa facturó el año pasado 546 millones, por debajo del récord alcanzado en 2020 de 555 millones, un ejercicio en el que superó a Calvo como la segunda mayor conservera gallega. Cuando la empresa de Ramiro Carregal inició su expansión, en 2015, facturaba 411 millones. Aunque comercializa marca propia –Frinsa, Ribeira, Seaside y The Nice Fisherman–, es más conocida por abastecer a grandes grupos de distribución de marca blanca, como DIA, Lidl o Carrefour.

Avatar

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp