Las inmobiliarias de Sandra y Amancio Ortega, entre la quiebra técnica y los beneficios millonarios

Mientras que Ferrado Inmuebles, dependiente del holding de Sandra Ortega, cerró el ejercicio de la pandemia con pérdidas de 128 millones, en Pontegadea, la patrimonial de Amancio Ortega, el Covid “no tuvo un impacto significativo” en las inversiones en el ladrillo

El fundador de Inditex, Amancio Ortega y su hija Sandra

El fundador de Inditex, Amancio Ortega y su hija Sandra

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Las inversiones de Amancio Ortega y Sandra Ortega, padre e hija y primera y segunda fortuna en España, guardan amplias similitudes y profundas diferencias. Ambos pilotan su patrimonio a través de sociedades holding: Pontegadea y Rosp Corunna. El grueso de sus ingresos procede de los dividendos derivados de sus participaciones en Inditex: un 60% el uno y un 5% la otra. Al margen, acumulan posiciones en otras compañías. Mientras que el fundador de Zara mantiene una apuesta decidida por la energía y las telecomunicaciones (Telxius, Enagás y, recientemente, Red Eléctrica), la empresaria coruñesa exhibe, como hizo su madre, Rosalía Mera, su apoyo a la biofarmacéutica Pharma Mar. Actualmente inmersa en un proceso judicial contra quien fue su número dos, José Leyte, trata, sin embargo, de deshacerse del 31% de Room Mate, la hotelera de Kike Sarasola.

Pero, al margen de Inditex y de sus distintas participadas, las inversiones tanto de Pontegadea como de Rosp Corunna se sostienen sobre una importante pata inmobiliaria. Es precisamente en el ladrillo, donde los caminos de Amancio y Sandra Ortega más difieren. Y es que, mientras que el primero ha logrado sortear la crisis del Covid con éxito, la segunda ha visto cómo su principal sociedad inmobiliaria, Ferrado, cerraba el ejercicio 2020 en situación de quiebra técnica.

Ferrado: 128 millones en rojo

Las diferencias y similitudes en la apuesta inmobiliaria de ambas fortunas quedan claramente reflejadas en las cuentas de las sociedades con las que pilotan sus inversiones en el ladrillo, recientemente depositadas ante el Registro Mercantil.

El del coronavirus no fue un año sencillo para los negocios de Sandra Ortega. Rosp Corunna, su sociedad cartera, cerró el ejercicio con unas pérdidas netas de 91 millones de euros, cuando en 2019 los beneficios se habían situado en 109 millones. La clave del derrumbe está en Inditex y su hachazo en la remuneración a los accionistas durante la pandemia. La participación de Ortega Mera en el grupo textil generó unos ingresos en concepto de dividendos por importe de 55,1 millones de euros, cuando en 2019 esta partida se había elevado hasta los 138,5 millones.

Pero, al margen, la crisis del Covid también derribó el ladrillo de Ortega Mera. La sociedad que aglutina gran parte de sus apuestas inmobiliarias es Ferrado, que cuelga del holding de Rosp Corunna. Según las cuentas remitidas al Registro Mercantil, cerró el ejercicio con unas pérdidas de 128 millones de euros, frente a los números rojos de 4,5 millones registradas el año anterior. Y eso que la cifra de negocio de la entidad se incrementó de 15,6 a 54,4 millones de euros, debido a las mayores rentas percibidas durante el año y a la desinversión de dos inmuebles en Alemania, por los que ingresó algo más de 35 millones.

Un dato llama poderosamente la atención en la memoria que acompaña el balance de la sociedad. Lo hace por lo inusual de una comunicación así en el universo que rodea a los grandes accionistas de Inditex. Explican los administradores de la compañía que, a cierre de 2020, el patrimonio neto de la sociedad era inferior a la mitad de su capital social. Esta situación la situaba en causa de disolución o, lo que es lo mismo, de quiebra técnica. En todo caso, el poderío del grupo, cuyos ingresos volverán a dispararse este año gracias a los dividendos postpandémicos de Inditex, es salvavidas más que suficiente. Si la situación se mantuviese durante un ejercicio social, la Ley de Sociedades de Capital establece que la firma debería disolverse, a no ser que su capital social aumente o se reduzca para equilibrar el balance y no sea necesario solicitar un concurso de acreedores. En todo caso, explican los administradores de Ferrado Inmuebles, que la sociedad dominante de grupo en la que se intregra, Rosp, “ha confirmado a la misma su compromiso de prestar el apoyo financiero y patrimonial que resulte necesario”.

Reorganización societaria

En el imperio de Amancio Ortega los números son considerablemente distintos. Igualmente impactada por la reducción de dividendos de Inditex, el resultado neto de Pontegadea se derrumbó un 62% el año de la pandemia, de los 1.778 millones conseguidos en 2019 a los 666 millones de beneficio. En el caso del holding de la primera fortuna de España, una de sus principales filiales del ladrillo es Pontegadea Inmobiliaria. La compañía disparó su beneficio el año de la pandemia, si bien el inusitado crecimiento se debe a la reorganización administrativa que acometió el grupo, que la beneficia en la cuenta de resultados. La filial que aglutina inversiones en el ladrillo en España, Europa y Estados Unidos (los edificios en Reino Unido se gestionan a través de Pontegadea GB 2020) contabilizó unos beneficios de 415 millones de euros frente a los 35 de 2019.

El incremento, no obstante, se debe a los ingresos financieros vía dividendos que obtuvo y que pasaron de 168 a 435 millones (la filial Pontegadea España distribuyó, a su vez, dividendos con cargo a reservas voluntarias por importe de 346 millones de euros que, anteriormente, aportaba a otra sociedad del grupo).

Al margen de los números, no obstante, los administradores de esta sociedad evidencian a las claras que el Covid no la castigó. “Dada la naturaleza la sociedad, basada en la tenencia de participaciones de otras sociedades dedicadas fundamentalmente a la actividad inmobiliaria, cuyos contratos de arrendamiento son a largo plazo y sus clientes de elevada solvencia, el Covid-19 no ha tenido un impacto significativo en los resultados del ejercicio ni en la posición financiera de la sociedad”, explican.

El origen de las diferencias

Pero, ¿por qué el ladrillo de Amancio Ortega aguantó mejor la pandemia? La diferencia estriba, en buena medida, en la naturaleza de las inversiones inmobiliarias, ya que la cartera de Sandra Ortega cuenta con más activos hoteleros, castigados especialmente por los cierres que trajo el virus.

Gran parte de los activos hoteleros y turísticos de la empresa se encuentran en terreno estadounidense, aglutinados bajo el paraguas de Ferrado Properties Inc, sociedad que constituyó en 2018. La filial registró unas pérdidas en 2020 de 128,3 millones de euros, aportando, básicamente, todo el grueso de las pérdidas de Ferrado Inmuebles el pasado año.

Por contra, la cartera de Ortega Gaona lleva años especializándose en inmuebles de oficinas en zonas prime de todo el globo y con clientes de reconocida solvencia, desde Amazon hasta Facebook, una garantía de cobro en tiempo de crisis.

… y las similitudes

No obstante, en las inversiones de ambas grandes fortunas también hay muchos puntos de encuentro. En este momento, ambos empresarios miran al mercado británico a pesar del riesgo del brexit.

El año de la pandemia, la principal adquisición de Rosp Corunna fue un edificio de oficinas en Londres, gestionado a través de la sociedad Eldon Street Ldt. La misma esquivó los números rojos en 2020, al cerrar el ejercicio con un resultado de explotación de 685.000 euros y unos beneficios de 195.000.

También Pontegadea retomó la senda de las inversiones inmobiliarias a final de año y lo hizo en Londres. La patrimonial adquirió un nuevo edificio de oficinas en la capital británica, concretamente en la plaza de St James por unos 220 millones de euros. El inmueble cuenta con la marca de la casa: sus inquilinos son solventes, la firma de capital riesgo Cinven y el fondo especializado en atención médica GHO Capital.

El futuro

En cualquier caso, con aciertos o patinazos en sus inversiones inmobiliarias, el futuro tanto de Pontegadea como de Rosp está más que asegurado gracias a los dividendos de Inditex y a la recuperación de la textil, que presentará los resultados correspondientes a su primer semestre fiscal esta semana.

Las perspectivas de los analistas apuntan a la vuelta a las cifras prepandémicas. Esta semana habló el Sabadell. El banco estima que la multinacional textil elevará un 50% las ventas en el segundo trimestre de su ejercicio fiscal. Con este resultado, el gigante de Arteixo superaría en un 3% los ingresos logrados en el mismo periodo del ejercicio 2019.

Una semana antes, quien señaló la recuperación fue JP Morgan, que elevó el precio objetivo de las acciones de la cotizadas hasta los 34 euros y vaticinó que, a pesar del impacto de la quinta ola del Covid, la compañía logrará sobrepasar en un 7% el volumen de ventas que alcanzó en el segundo trimestre de 2019.

Mientras esto se produce, en el terreno del ladrillo, tanto Amancio como Sandra Ortega siguen adelante con sus apuestas. Apuntaba Pontegadea Inmobilia en su memoria que “si bien las incertidumbres existentes a la fecha siguen siendo elevadas, los administradiores consideran que esta situación es temporal y, por tanto, los planes de negocio siguen estando vigentes”.

Tampoco se para Sandra Ortega. Recientemente, el alcalde de Grândola, situado en la península de Troia y Comporta, en Portugal, informaba de que Ferrado Nacomporta, filial lusa de Rosp, iniciará este mismo mes de septiembre la construcción de su anunció resort de lujo en la zona.

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