Morenés y Cospedal frenaron desde el Gobierno los contratos que Navantia adjudica ahora a Amper

La apuesta del Ministerio de Defensa por los misiles de la antigua empresa de Morenés paralizó las fragatas de Navantia, que ahora adjudica contratos de ese proyecto a Amper, presidida por el exministro

Dolores de Cospedal y Pedro Morenés, los dos últimos ministros de Defensa del Gobierno de Mariano Rajoy / Ministerio de Defensa

Dolores de Cospedal y Pedro Morenés, los dos últimos ministros de Defensa del Gobierno de Mariano Rajoy / Ministerio de Defensa

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Amper, la empresa de Pedro Morenés, ha pescado tres contratos de las fragatas F-110 de la Armada que construirá Navantia, un proyecto que estuvo atascado en los despachos del Gobierno durante la etapa de Mariano Rajoy, primero con el propio Morenés como ministro de Defensa y, después, con su sucesora, Dolores de Cospedal.

El programa de fragatas, el contrato clave para la transformación digital de los astilleros de Ferrol y para garantizar miles de empleos durante una década en Ferrolterra –7.000 entre directos e indirectos, según el Gobierno—, fue motivo de disputa por el tipo de misiles que debían llevar equipados las embarcaciones. El Ministerio de Defensa apostó por los de la antigua empresa de Morenés, la multinacional MBDA, contra la opinión de la Armada, que nunca había usado ese tipo de proyectil y prefería los desarrollados por el consorcio NATO, del que forma parte España y que ya equiparon las F-100.

Tanto Morenés como Cospedal mantuvieron como prioritaria la instalación de los misiles Sea Ceptor de MBDA, cuya filial en España estuvo dirigida por el exministro de Defensa. La adaptación al nuevo tipo de armamento y el rechazo de la Armada retrasaron la puesta en marcha del proyecto durante años, según desveló en su momento elDiario.es. El programa se desatascó ya con Pedro Sánchez en Moncloa y Margarita Robles en el Ministerio y con el armamento de NATO incorporado al equipamiento. La propia ministra llegó a insinuar en una sesión de control que «intereses empresariales» del PP se habían cruzado en el desarrollo del contrato.

Curiosamente, la llegada de las fragatas a los astilleros de Ferrol, que se producirá en 2022, coge a Morenés de nuevo en la empresa privada como presidente de Amper, el grupo que se adjudicó tres contratos de Navantia para participar en la construcción de las F-110. En su momento, el entorno del exministro negó que participara en la elección de los misiles para los buques y que, de hecho, se ausentó del Consejo de Ministros que aprobó el programa tecnológico de las fragatas para evitar el conflicto de intereses con la empresa en la que trabajó hasta que fue llamado para el Ejecutivo.

Este año, Amper se adjudicó el diseño y fabricación de los arrancadores y centros de control de motores de 690V para las cinco fragatas; el desarrollo del gemelo digital para la representación de los centros de carga y conmutadores de transferencia; y el diseño y fabricación de los cuadros eléctricos principales.

El problema de MBDA

Durante la etapa en el Ministerio de Morenés y Cospedal se mantuvo como opción prioritaria en el programa técnico de las fragatas la instalación de los misiles de MBDA, que lanzaba un armamento cuyo desarrollo pretendía hacerlo compatible con las lanzaderas de tierra y aire, además de con la naval. Fuentes próximas a Morenés dijeron a elDiario.es que se trataba de un proyectil europeo –británico, concretamente—que permitía no depender exclusivamente de material estadounidense.

Pese a ello, la postura del Gobierno de Rajoy entraba en contradicción con la participación de España en el consorcio internacional NATO, pues había aportado dinero –16,4 millones—para la solución técnica del misil, que después no consideraría prioritaria hasta el cambio de Gobierno. Y también generaba problemas de ingeniería en la adaptación a las fragatas de los misiles de MBDA, lo que también provocaba el rechazo de la Armada y acabó retrasando la puesta en marcha del programa constructivo.

Las conexiones de Amper

Amper, por su parte, lleva años trabajando con Navantia a través de distintas filiales. Aunque recientemente se ha hecho con los tres contratos de las F-110, el encargo más importante de la compañía con los astilleros públicos fueron los más de 100 millones para la construcción seriada de 62 jackets o soportes eólicos marinos para un parque eólico marino de Iberdrola, el de Saint Brieuc en la bretaña francesa. Amper facturó en 2020 poco más de 200 millones, lo que da una idea de la relevancia de la adjudicación.

La empresa también trabajó con los AOR australianos y en otro parque de Iberdrola, el East Anglia, poco después de que el marido de María Dolores de Cospedal dejara la empresa por posibles conflictos de interés. Ignacio López del Hierro presentó su dimisión como consejero y presidente de la comisión de nombramientos en 2014, el ejercicio en el que Amper acabaría solicitando el preconcurso.

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