Plexus y Altia, las vidas paralelas de las tech gallegas que seducen a Portobello y la familia Ortega
Ambas compañías apostaron por el crecimiento inorgánico y tras triplicar ventas en seis años dieron entrada a nuevos socios, desde Incio Inversiones, de Josefa Ortega, al fondo español que vendió Trison hace unos meses
Tino Fernández y Antonio Agrasar, fundadores de Altia y Plexus, tecnológicas de A Coruña y Santiago de Compostela
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Las dos grandes tecnológicas de capital gallego, Altia y Plexus, están de moda. Ambas han experimentado un fortísimo crecimiento en ventas en los últimos años, engordando a golpe de adquisiciones, y ambas han captado nuevos inversores de relumbrón. La última operación la firma la compañía compostelana fundada por Antonio Agrasar, que ha dado entrada en su capital al fonso Portobello, que meses atrás se deshizo de su participación mayoritaria en Trison, una de las históricas proveedoras coruñesas de Inditex.
La operación la avanzó hace una semana la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) y de ella dio más detalles este martes Expansión. El fondo español alcanzó un acuerdo para incorporarse al accionariado de Plexus Tech, con una participación por debajo del 20% de la compañía, manteniéndose su fundador como primer accionista. El importe del acuerdo no ha trascendido, pero analistas del sector sostienen que en base a la misma, el 100% de Plexus podría valorarse en unos 200 millones de euros.
Entre Incio y Sidecu
La operación se lleva a cabo menos de un año después de que Altia, la tecnológica coruñesa de Tino Fernández que cotiza en el BME Growth, recibiese en su accionariado a Incio Inversiones, el holding inversor de Josefa Ortega, la hermana de Amancio Ortega, que pilota junto a sus hijos, María José y Miguel Jove Ortega. En mayo de 2023, la sociedad coruñesa se hizo con el 5,66% del capital de la firma con base de operaciones en Oleiros. La operación fue distinta a la de Plexus, ya que adquirió ese paquete accionarial al inversor indio Ram Bhavnani, presente en el capital del grupo desde 2014. La empresaria coruñesa se hizo con unos 3,89 millones de acciones a un precio unitario de 2,80 euros, desembolsando en la operación casi 11 millones de euros.
En la actualidad, el cerca del 81% de Altia está en manos de su fundador a través de su sociedad Boxleo TIC; el 6,8% lo retiene Bhavnani con distintos vehículos inversores y el 5,6% restante permanece en manos de la hermana del fundador de Zara. La operación le ha salido redonda, teniendo en cuenta el crecimiento de la compañía en bolsa. Con una capitalización de 335,6 millones de euros, la participación de Incio está valorada, en la actualidad, en casi 19 millones de euros.
En el caso de Plexus, la entrada de Portobello refrenda el gran crecimiento de la compañía en los últimos años. Hasta esta operación, el fondo fundado por Ramón Cerdeiras, Luis Peñarrocha, José Luis Ramirez e Íñigo Sánchez Asiasín estaba representado en Galicia por medio de su participación de un 57% en la cadena de gimnasios Sidecu. A finales del año pasado se deshizo de la participación de un 70% que mantenía en Trison, en la que desembarcó en 2016 en una operación que, según fuentes del mercado, habría rondado los 200 millones de euros. La gran operación del fondo se produjo en 2019, cuando vendió al norteamericano Platinum Equity la mayoría que retenía en la pesquera Iberconsa por, según se indicó en aquella altura, más de 500 millones de euros.
Triplicar la cifra de negocio
Competidoras en el mercado, tanto Altia como Plexus tienen en común un crecimiento acelerado en los últimos ejercicios. En 2022, último año del que hay datos publicados ante el Registro Mercantil, las cuentas consolidadas de Grupo Plexus Tech, con unos 1.800 empleados de personal fijo, indican que la compañía, con unos activos 61 millones de euros, se anotó una cifra de negocio de 124,6 millones de euros. Para evidenciar el crecimiento de la firma basta con ver las cuentas del primer ejercicio en el que presentó cuentas consolidadas, en 2014, cuando se anotó unas ventas de 39,3 millones de euros. De esta forma, en seis años, la firma compostelana incrementó su facturación un 217%.
La evolución de Altia es algo menor, aunque parte de métricas mayores. En 2017, según la información consultada por Economía Digital Galicia, facturó 64,7 millones de euros, para finalizar 2022 con una cifra de negocio de 167,2 millones de euros, un 158% más.
En cuanto a beneficios, los de Tino Fernández alcanzaron un resultado neto de 10,1 millones de euros en 2022, mientras que seis años antes logró unas ganancias de 6,1 millones de euros. Ese ejercicio, Plexus logró un beneficio neto de 953.000 euros, que estiró hasta los 8,3 millones de euros en 2022.
Crecimiento inorgánico
Según Expansión, en 2023, Plexus habría alcanzado una cifra de negocio de 185 millones de euros. En el caso de Altia, los últimos datos conocidos son los del primer semestre del pasado año, cuando alcanzó una facturación de 115,8 millones de euros, habiéndose marcado en su plan de negocio finalizar el año completo 2023 con unos ingresos de 215 millones de euros.
Según Agrasar, la entrada de Portobello en Plexus servirá para impulsar y fortalecer la organización para llevar a cabo las integraciones de otras compañías de éxito. De nuevo, las tecnológicas gallegas coinciden a la hora de haber emprendido una fructífera senda de crecimiento inorgánico.
En el caso de Plexus, el pasado año, la firma adquirió por un importe que todavía se desconoce a la consultora tecnológica madrileña Brücke, especializada en “la implantación de soluciones par la gestión de personas y talento”. El ejercicio anterior, en 2022, se hizo con con el 80% de las acciones de Human Computer Development por 2,26 millones de euros.
En el caso de Altia, en 2022, la compañía se hizo con Bilbomática por 24 millones de euros y con la totalidad de Wairbut por cerca de 5,5 millones de euros. Además, acudió a una ampliación de capital, por la que tomó una participación de un 4,5% en la coruñesa Docuten.
