Ryanair anuncia un nuevo tijeretazo por su guerra con Aena tras recortar 360.000 plazas en Galicia
La aerolínea irlandesa, que movió en 2024 el 30% de los pasajeros de los aeropuertos gallegos, anunciará el próximo miércoles un recorte de cerca de un millón de plazas en respuesta a la subida de tasas anunciada por Aena

(Foto de ARCHIVO) El consejero delegado de Ryanair, Eddie Wilson, durante una rueda de prensa, en las oficinas de Ryanair, a 5 de septiembre de 2024, en Madrid (España). La aerolínea low cost ha anunciado sus nuevas rutas desde Madrid a Verona y Kaunas, las cuales ayudarán a incrementar el tráfico aéreo hacia la capital española en un 7%. Sin embargo, Ryanair ha alertado de que dicho crecimiento es menor que el deseado debido a las altas tasas aeroportuarias que les impone el operador público Aena. Fernando Sánchez / Europa Press 05 SEPTIEMBRE 2024;AEROLÍNEAS;LOW COST;VUELOS;AENA;RYANAIR; 05/9/2024
Ryanair recrudece su guerra con Aena. La aerolínea irlandesa anunciará el próximo miércoles el recorte de casi un millón de plazas en aeropuertos regionales como respuesta a la subida de tasas prevista por el gestor aeroportuario. El consejero delegado, Eddie Wilson, dijo a Europa Press que toman esta decisión ante la «indiferencia» del Gobierno español que está permitiendo que la infraestructura regional «se deteriore y esté infrautilizada». «Vamos a invertir donde podamos obtener un retorno«, señaló.
Ryanair se mantiene firme en su postura, que ya la llevó a dar un golpe sobre la mesa este verano, con un severo impacto en Galicia. La compañía aplicó un recorte de 800.000 plazas y aplicó la mitad del ajuste de capacidad en territorio gallego. En Santiago suprimió el 28% y retiró uno de los tres aviones B737 basados en Lavacolla. El impacto equivalía a cerca del 10% del tráfico anual del aeropuerto en 2024. El tijeretazo en Peinador fue del 61%, unas 40.000 plazas.
Con datos de 2024, la aerolínea irlandesa movió cerca del 30% de los usuarios de los aeropuertos gallegos (Santiago y Vigo, ya que no opera en A Coruña). El informe de tráfico de pasajeros de Aena correspondiente al mes de julio muestra una caída de usuarios en el aeropuerto compostelano del 12,4% y del 6,5% en Peinador, mientras Alvedro se mantuvo estable.
La presión de Ryanair
Ryanair sostiene que «casi al 70% de los aeropuertos regionales están vacíos debido a una estructura tarifaria fallida» y presiona para conseguir un cambio en la gestión de Aena, controlada en un 51% por el Estado. El anuncio de un recorte aún más severo que el último coincide con la previsión del gestor aeroportuario de incrementar las tasas un 6,5% para 2026, hasta los 11,03 euros por pasajero. Esta subida es, para Ryanair, «injustificada y perjudicial», ya que supone «el nivel más alto en una década» a pesar de que coincide con los máximos en beneficios y en pasajeros de Aena.
El CEO de la compañía anunciará la próxima semana un recorte drástico en las plazas para el próximo verano así como los aeropuertos afectados. En su opinión, la raíz del problema radica en la falta de competitividad. «Si los aeropuertos están vacíos, eso significa que el precio es malo. Es tan sencillo como eso», afirma.
Guerra con Aena
Wilson sostiene que la estructura de precios de Aena para estas instalaciones «ha roto y ha fallado» y continuará afectando negativamente las perspectivas económicas de la España regional. El directivo dice que es «un monopolio que ejerce su poder aumentando los precios», mientras que en otras partes de Europa, como Italia, Suecia o Hungría, los aeropuertos y regiones están bajando los costes de acceso para ser más competitivos y atraer tráfico. «Si nosotros, la aerolínea de costes más bajos de Europa, no podemos hacer que funcionen, nadie puede«, subraya.
«La capacidad que se retire de los aeropuertos regionales españoles no se quedará en España, sino que se destinará a otros países o regiones más competitivos», advirtió el directivo asegurando que «hay muchos países europeos interesados en nuestras inversiones». Entre ellos citó países como Italia, Suecia, Croacia, Hungría y Marruecos, donde los gobiernos, a su juicio, sí incentivan activamente el crecimiento.