Escuela Inditex
Inditex irradia, a través de sus mismos directivos, actuales y pasados, un volumen de iniciativas y emprendimientos nada desdeñable

Vista exterior de las instalaciones de Inditex en Arteixo
Hay empresas que, en su actuar, crean escuela. Una hornada, cada vez mayor, de directivos salidos del seno nutricio de Arteixo pueblan, cada vez más, el universo empresarial, sobre todo la galaxia del retail. Inditex es el mayor exportador de Galicia, pero no solo de ropa.
Eva Serrano, histórica de Inditex, en Calvin Klein desde 2023, presidenta global de la marca; José Antonio Ramos, desde Zara hasta la alta dirección de Asos; Javier Herrero, procedente de Arteixo hasta la joyera australiana Lovisa como consejero delegado; Miguel Esquide, de Pull&Bear al gigante del calzado mundial Bata, y así un sinfín de actuales cabezas rectoras criadas en el Polígono de Sabón. Y todo ello, sin olvidar a los clásicos deudores del imperio del nacido en Busdongo como el ya añorado José María Castellano, Antonio Abril, Pablo Isla, José Arnau, Eva Cárdenas, Víctor Herrero, Ramón Gago, José Manuel Martínez Gutiérrez, Costas Antimissaris o Arndt Brockmann, entre otros muchos.
Industriales del talento
Pero, el tiempo pasa, y pasa para todo y para todos. Resuelto el relevo del patriarca ideador, y, por lo que se ve, con sobresaliente éxito, toca hacer frente a lo inevitable, la sucesión y la pervivencia que preserve todo aquello que está por encima de todo, la empresa, y lo que esta conlleva, más allá del mero ejercicio empresarial; que no es poco. Además, Inditex irradia, a través de sus mismos directivos, actuales y pasados, un volumen de iniciativas y emprendimientos nada desdeñable. Otro elemento más a considerar derivado de la onda expansiva que produce el gigante coruñés.
La actividad económica está plagada de números y cifras, como no puede ser para menos. Las del grupo son incontestables, con los aumentos continuados y prolongados con los que, parece ser, no consigue dejar de sorprender a los mercados. Pero su influencia va mucho más allá, expandiendo su estela a un sin número de empresas, ya a lo largo del mundo.
Ampliación de la ASG
La tan traída y llevada Sostenibilidad, para los exégetas está compuesta por tres criterios medibles y evaluables, como son la A de la Ambiental, la S de Social y la G de Gobernanza. No apareciendo la E de Económica, nos atrevemos a postular que, para que haya Sostenibilidad, lo primero que tiene que haber es, precisamente, empresa. Rotundo.
Pero asumimos que la faceta económica está siempre presente y subyace, de manera activa, a las tres ya clásicas siglas. Por ello, esta E de Económica, bien debería transformarse en la C de Continuidad, convirtiendo los tres criterios ya habituales y asumidos en un cuarteto, ampliando los habilitadores de la Sostenibilidad a los denominables como ACSG.
La física y la empresa se suelen llevar de manera un tanto regular. La empresa es más proclive a la termodinámica, recelando así de la muy actual mecánica cuántica. La superposición cuántica y eso de que el gato se encuentra vivo y muerto a la vez, por mucho que su dueño sea Schrödinger, se lleva mal con las certezas y evidencias necesarias en la gestión empresarial. Y esta, apuesta siempre más por la Continuidad y no tanto por el sobresalto.
Y esta Continuidad, para su valoración, consideramos que debiera estar compuesta por seis parámetros medibles para observar, a futuro, cuál podría ser el grado de pervivencia que cada empresa tendría para mantener el rumbo hacia su futuro; se trata, así, de no quedarse en el mero sobrevivir. Proponemos, pues, los siguientes componentes de la Continuidad:
- Pervivencia, que atiende al crecimiento sin sobresaltos.
- Sucesión, aplicable a la garantía humana de la Continuidad.
- Impacto, localizable en tres parámetros concretos: sectorial, tecnológico e innovativo.
- Solvencia, o capacidad de hacer frente a las necesidades y fluctuaciones financieras.
- Relevancia, que afectaría a su importancia o peso económico y social.
- Reemplazo, o impacto producido por la sustitución o desaparición como empresa.
Dotarse con un referencial de valoración sobre la Continuidad Empresarial, y que dicha valoración resultase alta, permitiría, entre otras cuestiones, contar con la suficiente tranquilidad, al menos nominalmente, ante los vaivenes que conlleva la azarosa vida empresarial. Y si no, que se lo digan a la población de A Coruña pendiente, en su momento, de la sucesión de Inditex como si de algo personal, casi familiar se tratase. Es que algo era. En Galicia, cuando, en una conversación, indagas sobre la vida de otro, acabamos teniendo conocidos en común; y si profundizas un poco más, hasta terminaremos siendo familia.