MEGA

Pues nada, va Espinosa de los Monteros, y en un alarde de generosidad, levanta la cabeza y asume orgulloso su papel: ser el pegamento de la derecha para poder hacer frente al odioso Sánchez

El exportavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, presenta ‘Atenea’, su nuevo ‘think tank’

El exportavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, presenta ‘Atenea’, su nuevo ‘think tank’. Alberto Ortega / Europa Press

¡Por fin, habemus think tank de lujo! Ideas, lo que faltaban eran ideas. Exiliados de VOX y suspiradores de glorias pretéritas se unen bajo el casco de la diosa Atenea para generar ideas, algunas de cuales ya capitaneaba el anterior partido del expulsado y que el PP tenía temor a pensarlas. Pues nada, va Espinosa de los Monteros, y en un alarde de generosidad, levanta la cabeza y asume orgulloso su papel: ser el pegamento de la derecha para poder hacer frente al odioso Sánchez, quien ya está haciendo de Putin invadiendo el territorio de Sumar. Que manía tienen todos los ungidos por la gracia divina, los únicos e imprescindibles, de acaparar territorio. Mira que es grande Groenlandia, pues nada, va Trump y les plantea, para salvarlos del permanente invierno glacial, convertirlos en un estado dependiente, en un protectorado vaya. Este año, el premio Nobel de la Paz, el más desprestigiado de todos los premios Nobel, está muy disputado. Cuatro aspirantes en este momento, cada uno con sus avales para poner encima de la mesa en Estocolmo, porfían por su obtención: Trump, Netanyahu, Putin y, ¡oh sorpresa! Pedro Sánchez.

La sombra de Obama

Vamos a hacer números para saber bien de lo que hablamos cuando elucubramos sobre a quién darle el Nobel y de la Paz. Desde su puesta de largo en 1901, siendo uno de los galardonados con todo merecimiento Jean Henri Dunant, creador de la Cruz Roja, se han otorgado 138 medallas, de las cuáles a hombres 93, a mujeres 18 y a organizaciones internacionales, 27. En 19 ocasiones no se otorgó; por algo sería. 52 nacionalidades fueron significadas, 24 obsequios relacionados con el autopremio desde Naciones Unidas, 20 a ciudadanos estadounidenses y 12 a los del Reino Unido. Es decir, 56 agasajados hablan inglés de cuna, ante los 29 países que solo tienen un premiado. En el caso de Estados Unidos, de los 20 galardonados, hasta 1945, fecha de constitución de las Naciones Unidas, solo se otorgó a tres afines al Partido Republicano, frente a dos del Partido Demócrata. A partir de 1945, todos los significados pertenecerán al partido demócrata (salvo la excepción muy cuestionada de Kissinger). Parece comprensible que Trump se enfadase porque hagan tambalear a Melania en las escaleras mecánicas de Naciones Unidas. Un mal presagio.

A políticos involucrados en guerras y que hayan contribuido a su encauce, que no solución, ninguno fue ruso, dado que los dos galardones se otorgaron a disidentes. A los israelíes les corresponden 3, y desde 1948, fecha de constitución del estado de Israel, 1 se otorgó a Begin fundador del Herut, posterior Likud, partido de derecha moderada, y 2 agasajos lo fueron para Peres y Rabín, uno del Partido Laborista y otro del Partido Kadima, este de centro. Conclusión, Putin y Netanyahu lo tienen bastante crudo.

La sorpresa española

Pues no queda más que un candidato, y, como españoles por el mundo del galardón maldito pues que no hay, pues puede que le toque este año a alguien nacido en España. Sabiendo que tocará, como mandan los actuales cánones, a una mujer y con algo de color, puede saltar la sorpresa y que la agasajada sea… Begoña de Sánchez, que es rubia. Será el modo de recompensar su contribución a la paz durante estos siete años de gobierno conyugal. Tanto monta, monta tanto, Begoña como Pedro. Vamos, como siempre pensamos desde aquí, desde Spain, sobre Eurovisión, que, por supuesto, ¡este año, nos toca!

La sombra de Galdós

Sabida es la campaña que se desató en España contra una posible concesión del Premio Nobel de literatura a Galdós allá por el año 1912. Entre ese año y 1915, el canario autor de 80 obras, muchas de ellas imperecederas, reconocido liberal, pero de los de aquella época, fue boicoteado con encono desde la Real Academia de la Lengua a la que pertenecía, por méritos más que propios. A la Academia sueca llegaron centenares de cartas y telegramas procedentes de España reclamando que no se le concediera, desprestigiándolo hasta límites insospechados. El propio Marcelino Menendez Pelayo, presidente en aquel momento de la Academia, pero de lo de la historia, quien contaba con hilo directo con los suecos, llegó a decir que “Galdós nunca recibirá el Nobel mientras yo pueda impedirlo”.

El recientemente creado peripato, academia del pensamiento ¿liberal? por parte de Espinosa y los suyos, retomando una tradición propiamente hispana con preclaras cabezas al frente tales como Víctor de Aldama o Daniel Esteve, el de DesOkupa, casi con tanto arraigo y prestancia intelectual como la Reconquista, debe tomar la encomienda de evitar el Nobel de la Paz para Sánchez, poniendo en marcha un movimiento, al modo del trumpero MAGA, denominado MEGA, Make Espinosa Great Again. No vamos a ser menos que los reaccionarios del pasado siglo.

Historias como esta, en su bandeja de entrada cada mañana.

O apúntese a nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta