Impuestos, coste eléctrico, transporte… El campo pone deberes al Gobierno
Las agrupaciones del sector primario no descartan del todo otro 'otoño caliente' y demandan incentivos para combatir la subida de precios
Féretro en un carro tirado por bueyes durante la movilización de ganaderos en Lugo / Agromuralla / Facebook
Los altos costes de producción provocados por la inflación continúan afectando al sector primario, que encara el inicio de curso con problemáticas similares a las que tenía cuando acabó el anterior. Ahora se suma una merma generalizada de la producción por culpa de la sequía y la tensión permanente de la cadena de valor, que tiende a penalizar los precios en origen.
Cooperativas Agro-alimentarias de España y las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA coinciden en resaltar esas cuestiones como los principales problemas del campo, junto a otros como la especulación, la falta de fertilizantes o las deficiencias en la ley de la cadena. Lo hacen en un momento en el que Yolanda Díaz negocia con la distribución la posibilidad de ofertar productos básicos a precios limitados hasta después de Navidad, algo que, en la petición que hizo la vicepresidenta segunda a Carrefour, no debería afectar a los productores sino a los márgenes de las cadenas de supermercados.
Las cooperativas piden abaratar la electricidad
«La solución no son tanto las movilizaciones sino sentarse y arbitrar medidas porque hay que seguir manteniendo la estructura productiva de la agricultura española que nos da de comer a nosotros y a los europeos», ha dicho a Efe el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Ángel Villafranca. La organización entiende que el campo es «motor de recuperación», una industria que «no se deslocaliza» y que está siempre en el territorio», y que todo ello «tiene que verse reflejado en medidas de incentivo».
Ganaderos y agricultores protagonizaron fuertes movilizaciones desde el otoño del año pasado y también en la primera mitad de 2022 para exigir soluciones a la inflación que sacaba de rentabilidad sus explotaciones. Desde las cooperativas proponen medidas para combatirla como «el tema fiscal», en el que las autoridades pueden ayudar, así como en amortiguar el coste de la electricidad, mejorar el sistema de regadío y apoyar al transporte, tanto a nivel nacional como internacional, entre otras cuestiones.
«Entendemos que en este momento toda la sociedad está sufriendo la crisis energética y la inflación, pero en el campo se agrava la situación porque somos un sector debilitado desde meses atrás que no puede repercutir todo el incremento de costes en el precio final y eso nos ha llevado a economías muy débiles y de subsistencia», ha expresado Villafranca.
Movilizaciones sí, movilizaciones no
Asaja ha explicado que este mes tendrá lugar la Junta Directiva en la que se analizará si se emprenderán nuevas movilizaciones, y de momento reiteran lo que comunicaron el pasado agosto, cuando la organización auguró un «otoño caliente ante la insostenible situación que vive el sector agrario». Señaló entonces también que las protestas se vienen sucediendo en distintos puntos de España desde el comienzo del verano y que en la Junta Directiva el presidente de la organización, Pedro Barato, «propondrá comenzar una nueva fase de movilizaciones en todo el territorio nacional de cara al otoño».
«Parece ser que este Gobierno olvida la labor esencial que el sector primario desempeña proporcionando alimentos de primera necesidad a la sociedad. Si esta tarea se interrumpe, o no llegan las producciones en las cantidades necesarias al mercado, se estará poniendo en riesgo no solo el futuro del sector agrario si no también nuestra soberanía alimentaria», expresó Asaja en agosto.
Fuentes de COAG, en cambio, han indicado a Efe que «de momento», y tras celebrar este viernes una Comisión Ejecutiva, «no hay ninguna decisión respecto a emprender un proceso de movilizaciones». Sí han iniciado, no obstante, un «análisis de la situación» en los distintos sectores agrícolas y ganaderos y un «proceso de escucha en las comunidades autónomas con las uniones regionales de COAG».
Finalmente, UPA dice que no tienen previsto emprender movilizaciones, pero que están «vigilantes y denunciando los problemas que sufren los compañeros y compañeras en el campo». «La situación es dramática en muchos casos. La especulación, la no repercusión de la subida de los precios en los productores, los problemas después de los incendios… Somos conscientes del ambiente que se está gestando», indicaron fuentes de la organización.