Pablo Iglesias rediseña Podemos con menos apoyos y más poder

Iglesias se deshace de toda oposición interna y modela el partido a su conveniencia: fin del tope salarial de sus cargos y ampliación de los mandatos

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Sin oposición interna, cada vez más solo al frente del partido y preparando nuevas normas para perpetuarse. En estas circunstancias se halla Pablo Iglesias dentro de Podemos, que este viernes conmemoró el noveno aniversario del 15-M con la celebración de su tercera asamblea ciudadana, la primera que se celebra telemáticamente. El único sector crítico que quedaba dentro de Podemos, Anticapitalistas —la organización más a la izquierda de Podemos— oficializó esta semana su desengaño con la dirección de Iglesias y rompió con el partido lamentando ya no es lo que «aspirábamos a construir» en tiempos del 15M.

Los que se marchan explicaron a las claras hasta qué punto Iglesias y sus dirigentes de confianza han tomado todo el control, alejándose por completo de los círculos que inspiraron a Podemos. «El modelo organizativo y el régimen interno basado en centralizar poderes y decisiones en un pequeño grupo de personas vinculados a los cargos públicos y a la secretaría general deja poco espacio para el trabajo colectivo pluralista», denunció Anticapitalistas, criticando que el camino que ha tomado Iglesias ni siquiera se ha traducido en «una mejora de los resultados electorales». De los 65 escaños con los que entró Podemos al Congreso en 2016, solo quedan 35 en la actualidad.

Pese a la pérdida de representatividad a nivel nacional, y a que las encuestas pronostican que la crisis del coronavirus fortalece al bipartidismo que el nacimiento de la formación pretendía desbancar, Iglesias tiene más poder que nunca. Convertido prácticamente en la única autoridad al frente de Podemos, ya no hay sectores críticos con los que discrepar ni corrientes internas con las que pugnar, puesto que Iglesias ha propiciado el adiós de todos los discrepantes al tiempo que se ha instalado en el Gobierno.

«Podemos nació como un movimiento político contra las normas económicas y políticas del sistema», recordaba Anticapitalistas en su comunicado, muy crítico del papel de Iglesias en el Gobierno de coalición con Pedro Sánchez. «De nuevo, un proyecto de izquierdas se subordina en el corto plazo a la lógica del mal menor, aceptando renunciar a sus políticas a cambio de una influencia escasa y no decisiva en el consejo de ministras», lamentaba el último enemigo de Iglesias en el partido.


El más reciente episodio de la tertulia ‘La Plaza’ trata sobre las medidas económicas de Podemos para afrontar la crisis del coronavirus

Sin oposición ni tope salarial

En estas circunstancias se celebrará próximamente ‘Vistalegre III‘, una asamblea de Podemos que será radicalmente diferente a la anterior puesto que se prevé un paseo militar. 

En febrero de 2017, las bases entregaron todo el poder a Iglesias frente a Íñigo Errejón, que ahora tiene su propio partido y con quien el líder del partido mantiene un duelo inacabable. Desde entonces, los reproches sobre la deriva anti-críticos de Iglesias se han sucedido uno tras otro. Ahora, el vicepresidente segundo del Gobierno no tiene siquiera rival fuerte interno y tiene garantizado el control absoluto de la formación.

Con ese control, Iglesias seguirá en su deriva de transformar el espíritu original del partido. El límite de tres salarios mínimos impuesto a todos sus cargos previsiblemente acabará con su reelección, toda vez que es uno de los puntos de su programa. Criticado por su chalet en Galapagar y por alejarse estéticamente de los principios con los que se dio a conocer, Iglesias impulsa ahora un nuevo tope por medio de tramos y porcentajes específicos de donaciones según qué cargos.

Otro germen fundacional de Podemos desaparecerá después de la votación, que finalizará el jueves 21 de mayo. Iglesias propone un código ético que permita que los cargos internos y públicos se mantengan en el poder más allá de los 12 años que tienen actualmente como límite, previo aval de los inscritos. Así, abre la puerta a dirigir él el partido más de 12 años, con el apoyo de las bases, algo que nadie duda que tenga desde ya garantizado. Y levanta el veto a ocupar varios cargos internos o públicos.

Estos son los principales cambios que traerá ‘Vistalegre III’. Por lo demás, la votación solo servirá para confirmar que todo será igual: se mantienen como número dos y número tres, respectivamente, la pareja de Iglesias, Irene Montero, y Pablo Echenique. De las 84 personas que forman el actual consejo ciudadano del partido, 83 repiten en la lista de Podemos; solo falta Gloria Elizo, exresponsable legal, que salió de la formación tras los escándalos de acoso sexual en el departamento.

Un nuevo medio afín

La tercera asamblea ciudadana de Podemos no solo coincide con el noveno aniversario del 15M, el movimiento social que impulsó el nacimiento del partido tres años después. Coincide también con la puesta en marcha de La Última Hora, el nuevo periódico afín a Iglesias dirigido por su exasesora Dina Bousselham que, tal y como ha explicado Economía Digital esta semana, ha dado sus primeros pasos contrariando sus presuntos principios fundacionales, es decir, difundiendo fake news y dejando un sospecho rastro con Emiratos Árabes.

Los críticos de Podemos que salieron en su momento del partido criticaron la decisión. «Siempre fue un debate vivo si para combatir el mal hay que usarlo», afirmó Ramón Espinar, exsecretario general de la formación. «Usar webs de intoxicación desde partidos en el gobierno no solo es una práctica aberrante en la derecha. El papel (constitucional) de los medios de comunicación es mucho más serio que eso», añadió, en una crítica que también fue compartida por miembros actuales del partido.

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