Patronal y sindicatos reclaman retomar el diálogo en Cataluña

Fomento, Pimec, CC OO y UGT acuerdan un documento conjunto que pide una nueva política de bloques políticos

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

La anunciada sentencia del procés a los líderes independentistas ha provocado mucho revuelo social en la capital catalana. Miles de personas se han manifestado para condenar los hechos a lo largo de la semana y la tensión ha escalado hasta convertir Barcelona y algunas de las principales ciudades catalanas –Tarragona, Girona y Lleida– en auténticos campos de batalla. 

El ayuntamiento de Barcelona ha cifrado en más de dos millones –de momento– el coste de reparar las calles y reponer los contenedores y las empresas empiezan a sufrir las consecuencias de estos escenarios. Por ello, empresarios y sindicatos están preparando un documento para llamar a que impere la moderación y la sensatez. 

Según apunta La Información, la patronal Foment del TreballPimec (que agrupa a las pequeñas y medianas empresas catalanas), UGT y CC.OO. están a punto de dar a conocer un «pacto social» urgente. Un documento conjunto para proyectar el esfuerzo de los agentes sociales por esa estabilidad que necesita la economía y que está en riesgo por todo lo que está sucediendo en la región. 

​Desde Foment se ha pedido al Gobierno de Torra que deje de «alentar las movilizaciones, las protestas ciudadanas y la ocupación de las infraestructuras estratégicas». Pimec, por su parte, condenó los «actos vandálicos que está sufriendo el comercio a consecuencia de las protestas por la sentencia del procés».

Los sindicatos también condenaron la violencia. UGT, por ejemplo, expresó su rechazo hacia este tipo de acciones, «venga de donde venga», y pidió a los manifestantes «mantener el tono pacífico y cívico de las movilizaciones». CC.OO., por último, pidió a los dirigentes hacer «política con mayúsculas» para acabar con esta situación desagradable para todos.

Los empresarios dan un paso al frente

Empresarios y sindicatos consideran que los políticos no están aportando una solución y por eso han decidido dar un paso al frente. El descontrol y el caos obliga a tomar una postura conjunta y de ahí este movimiento. Se espera, en definitiva, un llamamiento a solucionar el conflicto. Acciones de protesta, sí, pero pacíficas en todo momento, reclaman los agentes económicos. Quieren que los dirigentes tanto del Govern como del Ejecutivo central pongan una solución y que lo hagan ya –más aún tras el intercambio de críticas entre Torra y Sánchez–.

Antes de lanzar este «pacto social», los empresarios y sindicatos catalanes mantuvieron este sábado una reunión con el presidente del Parlament, Roger Torrent, y con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. El objetivo era crear un «espacio de trabajo» conjunto para intentar acabar con las escenas de violencia. En la cita también participaron representantes del Cercle d’Economia, LaFede.cat, Taula del Tercer Sector y Federació D’Associacions de Veïns i Veïnes de Barcelona (FAVB).

Ni rastro de las entidades independentistas como la ANC. El encuentro provocó que ayer Junts per Catalunya (JxCat) anunciase que va a pedir explicaciones a Torrent por una decisión unilateral sin contar con el president, Quim Torra, lo que hace aún más evidente la división entre los dos socios del Govern.

Inquietud creciente

La situación generalizada en el mundo empresarial catalán es de inquietud creciente. A medida que ha ido avanzando la semana su preocupación ha ido en aumento. Las escenas de violencia se han repetido tarde tras tarde en las calles de Barcelona y otras ciudades catalanas y esas imágenes son las que están empezando ya a dañar la economía.

La huelga de este viernes tuvo un seguimiento desigual, pero sí hubo hechos significativos. Por ejemplo, el parón en la planta de Seat de Martorell o el aplazamiento del Clásico entre FC Barcelona y Real Madrid.

La situación no es para estar tranquilos ya que Tsunami Democràtic ya ha anunciado que pretende prolongar durante meses sus propuestas. Son pacíficas, pero ponen en jaque a los sectores económicos. El anuncio de Quim Torra para promover otro referéndum de independencia a lo largo de esta legislatura tampoco ayuda a tranquilizar ya que esa fue la principal preocupación de las empresas, especialmente las de gran tamaño, en 2017 cuando tuvieron que trasladar sus sedes sociales. No quieren inseguridad jurídica. Y las convocatorias de los CDR son la guinda.

Afectaciones en el sector turístico

El sector turístico ya está pagando las consecuencias de las protestas y la violencia. También las embajadas de Estados Unidos, Reino Unido y Francia han alertado a sus ciudadanos de los riesgos de viajar a Cataluña. Y los beneficiarios de los viajes del Imserso intentan evitar la autonomía en sus vacaciones de otoño. Son, de momento, señales que alertan a los agentes económicos.

Economía Digital

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp