El bloque de investidura se fractura: ERC, PNV y Bildu critican la «estafa y chantaje» de la reforma laboral

ERC ha acusado al Gobierno de "estafar" con la reforma laboral y junto a Bildu y PNV han censurado el "chantaje intolerable" y la "hipocresía" de CEOE admitido por el Ejecutivo

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Las discrepancias entre el Gobierno de coalición y los socios del bloque que facilitó la investidura han ido ‘in crescendo’ en las últimas semanas con motivo de las negociaciones para la convalidación de la reforma laboral pactada en el diálogo social y ha llegado a su culmen durante el debate parlamentario, ante acusaciones de «estafa y chantaje».

Los socios no han sucumbido a las propuestas de la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz y votará en contra de la reforma estrella del Gobierno de coalición, dejando en el ecuador de la legislatura fracturado al bloque de investidura, que se tendrá que recomponer ante el malestar de los socios nacionalistas del Ejecutivo y el ‘fracaso’ de la vicepresidenta segunda al no haber logrado sumarles al apoyo.

En los últimos días el PSOE ya consideraba atada la ‘vía Ciudadanos’ más los grupos minoritarios para sacar adelante la reforma, pero Díaz se obcecó en intentar recabar el apoyo de los socios a cambio de cambios laborales inmediatos pero a posteriori y al margen de la norma, para preservar el texto tal y como exigía la patronal CEOE y los sindicatos. Finalmente ha fracasado en el intento, coincidiendo también con la antesala de su proyecto político.

Este ‘divorcio’ podría ser temporal, ya que desde las formaciones han dejado claro que seguirán «hablando» al defender el bloque de investidura frente a la «alternativa» del PP y Vox, sin embargo fuentes gubernamentales admiten a Economía Digital que abre un punto de inflexión que tendrán que recomponer en los dos años que restan de legislatura.

Rufián: «No se acaba el mundo pero se sienta un precedente peligrosísimo»

Especialmente duro se ha expresado el portavoz parlamentario de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), Gabriel Rufián, desde la tribuna del Congreso durante el debate de convalidación de una norma que ha llegado a tildar de «estafa» para los trabajadores.

Pese a asegurar que «no se acaba el mundo» con el voto en contra de ERC a la reforma y que seguirán «hablando» al ser «muy conscientes» de la alternativa parlamentaria, Rufián ha criticado de forma beligerante al Gobierno por incumplir su compromiso de derogar la reforma laboral del PP y por hurtar al Congreso la potestad legislativa de realizar modificaciones a la reforma, al haber decidido priorizar el acuerdo del Ejecutivo con los agentes sociales.

«El diálogo social está muy bien, respetamos enormemente a los agentes sociales, nos parece muy hábil que estén todos en esto, pero las leyes se hacen en el Congreso«, ha enfatizado Rufián, para a continuación cargar contra su principal interlocutra en las negociaciones, Yolanda Día, al señalar que «cuando vienes diciendo esto es lo que hay y no se toca porque lo he pactado fuera, tú no te crees que el Congreso es la sede de la soberanía popular, crees que el Congreso es un notario que sella acuerdos que están fuera. Para nosotros eso sienta un peligrosísimo precedente que evidentemente no aceptamos«.

Fijando su mirada continuamente en Yolanda Díaz, el diputado catalán ha justificado el rechazo de su formación a la nueva norma del Gobierno por incumplir la promesa de derogar la reforma laboral de 2012 y negarse a recuperar la indemnización por despido previo a esa norma o los extintos salarios en tramitación (salario que percibe el trabajador tras un despido hasta que un juez dictamina sentencia). Todo ello pese a que «lo prometieron, nosotros lo proponíamos y tenían la mayoría de izquierdas para hacerlo», ha recalcado.

En este sentido, ha afeado que ni el Ministerio de Trabajo ni el Gobierno hayan querido recuperar la indemnización por despido «justa», de forma que un trabajador que haya trabajado dos años por 1.000 euros seguirá cobrando 2.531 euros por indemnización de despido, «lo mismo» que con la anterior reforma del PP.

«No es derogación, es un retoque que habría votado Albert Rivera»

El portavoz de los republicanos catalanes en el Parlamento ha utilizado un tono bastante duro para reprochar al Ejecutivo el incumplimiento de sus promesas y su programa electoral, ya que «esto no es la derogación de la reforma laboral que prometieron ,es el retoque de la reforma laboral«. Y es que «si le vendes a alguien una moto y acaba siendo una bici y le dices que al menos tiene ruedas, le estás mintiendo y le estás intentando estafar. Nosotros no estamos para estafar a nadie», ha desaprobado.

Con una expresión de decepción, Rufián ha hecho hincapié en que el hecho de que «la reforma laboral el guste a la CEOE no es casualidad», como. también a FAES; Banco Santander y Ciudadanos. «La dura verdad es que esta reforma es exactamente la que hubiera negociado, firmado y votado Albert Rivera de haber sido vicepresidente. Es tan duro como eso», ha sentenciado.

Ha concluido su intervención elevando el tono al dejar claro que ERC «no funciona bajo amenazas», ante un proceso que «no ha sido de negociación, sino de presión y de negación». «La posición inexplicable no es la nuestra», ha concluido.

El PNV critica el «chantaje intolerable» de CEOE

A las críticas de Rufián se han añadido a renglón seguido la de los otros aliados habituales del Ejecutivo –PNV y Bildu–. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha valorado los consensos pero ha apostillado que estos «no se imponen, menos en un Parlamento democrático», por lo que ha tachado de «chantaje intolerable» a los diputados que CEOE impusiera que no se modificara «ni una coma» del acuerdo, en línea con las críticas vertidas por Rufián (ERC).

Esa crítica la ha extendido al resto de miembros del Gobierno, sobre todo a los ministros socialistas y al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, al sumarse a ese veto a las modificaciones, algo que ve como «el colmo del antiparlamentarismo».

Los nacionalistas vascos han rechazado la reforma laboral sobre todo por no haberse reconocido por ley la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los sectoriales y los acuerdos sectoriales de este alcance. También ha criticado Esteban la «hipocresía» del presidente de CEOE, Antonio Garamendi, por afirmar que los cambios supondrían romper la unidad de mercado y en cambio en privado decirle a ellos «lo contrario».

Igualmente, ante las presiones del Gobierno de votar la reforma al depender de su convalidación el siguiente desembolso de 12.000 millones de euros de la Comisión Europea, Esteban ha defendido su convencimiento de que Europa habría aceptado que se acometiesen retoques «sin tocar el núcleo del acuerdo».

Bildu critica que se da «más valor a la patronal que a los partidos»

En la misma tónica de crítica férrea por la prioridad dada por el Gobierno a la exigencia de CEOE de no retocar el texto de la reforma, el portavoz de EH Bildu en el Congreso, Oskar Matute, ha censurado que se da «más valor a la patronal que a fuerzas que representamos a más personas que a la propia patronal» y a «formas que evocan a los Pactos de la Moncloa y el Régimen del 78».

Matute también ha esgrimido el argumento del rechazo del Gobierno a introducir cambios que proponía su formación para justificar su rechazo, y ha apelado también a las movilizaciones sociales de 2012 en rechazo de la reforma laboral del PP para negarse a respaldar el nuevo texto al no derogar no derogar aspectos «lesivos» de esa legislación laboral como la falta de autoridad administrativa de los despidos colectivos, los salarios de tramitación o las facilidades de despido.

En cualquier caso, ha templado algo los ánimos al afirmar que “si hoy se fractura el bloque de la investidura, desde mañana habrá que rehacerlo». De su lado, el diputado de la CUP, Albert Botrán, ha afeado e incumplimiento de compromisos y palabra dado por el pSOE y Unidas Podemos, y ha opinado que los contratos indefinidos siguen siendo «muy frágiles» si no se cambia la causalidad del despido, aunque se reduzca la temporalidad. La portavoz de Junts en el Congreso, Mirian Nogueras, ha lamentado que el diálogo social excluya a la inmensa mayoría de trabajadores catalanes Néstor Rego (BNG) se ha opuesto también a la norma por sostener muchos elementos de la reforma laboral del PP.

En el debate Yolanda Díaz ha centrado buena parte de sus intervención en a atacar a la portavoz del Pp en el Congreso, Cuca Gamarra. La ‘popular’ ha empezado comentando que veía “nerviosa y poco segura de sí misma” a la vicepresidenta por “haber traicionado a los suyos”, ya que “llegó como líder de los piquetes y hoy para todo ellos está al frente de la Troika”. Su ‘no’ a la norma del Gobierno de coalición por estar “en las antípodas conceptuales” de la del PP, de la que ha dado una larga lista de cifras por la mejora de creación de empleo que ha supuesto.

El diputado de Vox Juan José Aizcorbe se ha opuesto a la reforma por motivos «de forma y de fondo», y ha pedido que se facilite la contratación, la subsidiaridad y la iniciativa privada, así como simplificar la burocracia.

Podemos promete «más derechos» a futuro y los diputados de UPN ceden

Ante estas duras críticas de los socios del Gobierno, la diputada de Unidas Podemos, Aina Vidal, ha dicho entender que quieran «legítimamente llegar más lejos», pero ha prometido que «quedan dos años de legislatura y no serán los últimos derechos que ganemos». Por ello, ha defendido la reforma para que los trabajadores vayan ganando derechos ampliados para reforzar el poder de trabajadores ante negociaciones futuras.

Entre el resto de grupos que sí respaldan la reforma, sobre todo Inés Arrimadas a la cabeza de la llamada ‘vía Ciudadanos’, ha señalado que se trata de una reforma laboral «del diálogo social, no de Pedro Sánchez ni de Yolanda Díaz», algo que ha dicho constatar en el «poco entusiasmo» que ha despertado el decreto en el bloque de investidura.

El diputado del PDeCAT, Ferran Bel, ha apoyado la reforma para no herir»de muerte» el diálogo social y par asegurar la llegada de los fondos europeos, al tiempo que Inés Sabanés (Más País) ha defendido las mejoras laborales que se incluyen, pero ha pedido al Ejecutivo que cuide al bloque de investidura.

Desde Compromís, Joan Baldoví, ha coincidido en que se podrán ampliar los derechos a futuro. En cuanto a UPN, cuya división interna había hecho peligrar en un momento dado la convalidación, finalmente los dos diputados Sergio Sayas y Carlos García Adanero respaldarán la reforma al tener una «directriz» y cumplirla pese a su discondormidad con la reforma.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp