Cs se entrega a Ayuso para que Vox no marque el discurso de la derecha

La estrategia de Cs es presentarse como la opción moderada ante Vox y Podemos. Los naranjas son conscientes de que una alta participación les hunde porque indicaría una fuerte polarización en el voto.

Inés Arrimadas y Edmundo Bal, portavoces de Ciudadanos en el Congreso, presentaron este viernes una proposición de ley para que los prófugos de la justicia no puedan ser candidatos electorales. /EFE/Ballesteros

Inés Arrimadas y Edmundo Bal, portavoces de Ciudadanos en el Congreso, presentaron este viernes una proposición de ley para que los prófugos de la justicia no puedan ser candidatos electorales. /EFE/Ballesteros

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‘Elige centro’ es el nuevo lema de campaña de Ciudadanos de cara a las elecciones del 4 de mayo a la Comunidad de Madrid. Los naranjas asimilan que no tienen opciones de ganar y se autodenominan «más necesarios que nunca» para apuntalar un Gobierno liderado por Isabel Díaz Ayuso (PP).

El candidato de Cs, Edmundo Bal, ya ha destapado sus cartas. Para llegar a ese 5% de votos, requerido para tener representación en la Asamblea de Madrid, propone ser útil a la candidata del PP para que Vox no marque el discurso de la derecha en el futuro gobierno madrileño.

La mayoría de las encuestas publicadas apuntan a que el PP no podría gobernar en mayoría y necesitaría de los escaños de Vox. Los naranjas, conocidos como muleta naranja, siguen reivindicando el centro y se venden para ganar votos como el sostén «sensato» de izquierda y derecha. «El centro es ahora más necesario que nunca», sostiene Bal.

Por un lado, para evitar que el PSOE y Unidos Podemos trasladen a Madrid «una fotocopia de lo que ahora mismo es el Gobierno de España». Y, por otro lado, para que Ayuso no trate de «sustituir» en el Ejecutivo regional a Ciudadanos por Vox, al que ha tachado de ser un «experimento».

Una mayor participación hunde a Cs

Los naranjas tiran de estrategia. En el partido de Inés Arrimadas son conscientes de que una mayor participación sería negativa para Ciudadanos, ya que indicaría que ha habido una fuerte polarización en el voto. La insistencia de ser el socio fundamental de Ayuso busca llevar a los votantes hacia el centro.

Así, este lunes el candidato de Cs asustó con el voto del miedo asegurando: «Imagine que la educación de nuestros hijos depende de las posturas radicales de Vox o la política de medioambiente depende de quienes dicen que si la tierra se calienta no es tan malo porque así pasaremos menos frío, o que la consejería de familias depende de quien sólo cree en un modelo de familias, de matrimonio eclesiástico y no en las parejas de hecho o las personas LGTBI, y que no respeta la manera de amar a quien uno quiera», dijo Bal en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum.

El portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal. Foto: EFE/JJG/Archivo

Los populares, en los últimos comicios, también perdieron voto en favor de Cs y es lo que Ayuso trata estos días de enmendar realizando mítines en Fuenlabrada, San Sebastián de los Reyes o Leganés, localidades que el PP perdió votos en favor de Cs.

Los expertos consultados apuntan a que estos comicios serán decisivos para el futuro de Cs y el del centroderecha. El instituto DYM preguntó en febrero de este año, tras los comicios catalanes, por la fusión entre PP y Ciudadanos, y el resultado fueron altos porcentajes de aprobación entre los dos electorados. Un 72% de los votantes del PP y un 64% de los de Cs, según este sondeo, estaba a favor de la integración de ambas marcas. 

Aunque los naranjas insistan en que «Cs no está en venta». Lo cierto es que cada vez más expertos en demoscopia estiman que la fusión se producirá en las urnas, pese a que todavía exista un tercio de votantes de Cs que en la misma encuesta de febrero se mostraron en desacuerdo a ir junto al PP.

Los estudios estiman que el votante de Cs es el que más tarde decide su papeleta y al que, por tanto, más le determina lo que ve y oye en campaña. Ante este «pragmatismo» es al que se agarra el equipo de Arrimadas para confiar en que estas semanas y los debates en televisión sirvan para dar un vuelco a los sondeos y alcanzar el umbral del 5% exigido para entrar en la Asamblea.

De hacerlo, insisten en que podrían ser «decisivos» para dar continuidad a Ayuso y que ésta no dependiera de las imposiciones de Vox, como el Pin parental, el cierre de Telemadrid o la deportación de los Menas (menores no acompañados). Veremos a ver si funciona la última bala de Inés Arrimadas para no desaparecer de Madrid.

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