Las palancas que mantendrán el impulso de los mercados emergentes

Estas economías han recibido los mayores flujos de entrada de los últimos 10 meses coincidiendo con los avances en la vacuna de coronavirus

/ EFE

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La pandemia de coronavirus convirtió a los mercados emergentes en unos apestados -al igual que sucedió con los valores cíclicos y turísticos-, pero los avances en el campo de las vacunas contra el coronavirus han restaurado el interés de los inversores, como demuestra el hecho de que en noviembre recibieran los mayores flujos de entrada de los últimos diez meses.

“La parte más castigada de los mercados es la que suele reaccionar de manera más positiva ante cualquier buena noticia porque los precios están más baratos. En los países emergentes, el miedo a una mayor mortandad por la pandemia había hecho que saliera mucho dinero. Pero, regresará mucha liquidez a medida que haya buenas noticias en el tema sanitario”, explicó este jueves Ricardo Comín Jarillo, director de ventas de Vontobel, durante un evento organizado por la revista INVERSIÓN.

Se trata de un cambio de percepción que va a generar una tendencia favorable “de medio y largo plazo” para este tipo de mercados, según este experto.

Porque la vacuna no va a ser el único catalizador que les va a dar impulso. Existen otros factores que van a incrementar su rentabilidad, según se resumió en la mesa redonda que tenía por título “Mercados emergentes: de la desconfianza al optimismo”.

La elección de Biden

Uno de ellos es la reciente elección del demócrata Joe Biden en la presidencia de los Estados Unidos que, si bien no va a suponer un giro de 180 grados respecto a la presidencia de Donald Trump, sí va a generar una suavización de las tensiones comerciales.

El acorralamiento de China va a seguir presente, pero está claro que Biden va a optar por recuperar el multilateralismo en comercio internacional”, opinó Aurelio García Barrio, director del MBA de Finanzas del IEB, también presente en la mesa de debate, organizada en colaboración con Vontobel, y que formaba parte del ciclo «Estrategias de inversión en la recta final del año»

A su vez, la elección del demócrata ha contribuido a la debilitación del dólar, otra circunstancia que da alas a las economías menos desarrolladas, cuyas divisas están referenciadas al billete verde.

“El 80% del comercio mundial está denominado en dólares. Por eso, un dólar débil va a reactivar el comercio internacional sin lugar a dudas. Y, pensando en emergentes, es fundamental para ellos por el precio de las materias primas. Un dólar bajo les favorece porque muchos son exportadores. Y, después, porque la mayor parte de la deuda emergente está denominada en dólares y un dólar bajo va a favorecer el repago de esa deuda”, añade García Barrio.

Asia y China, lo más atractivo

En principio, todos los emergentes han mejorado sus perspectivas debido a la debilidad del dólar y la proximidad de una vacuna. Si bien, hay zonas que tienen mejores perspectivas que otras.

En ese sentido, Asia (y, sobre todo, China) centran el interés de los expertos. “Somos partidarios de seleccionar compañías y bonos más que países. Si bien, al mirar el resultado de esa selección, vemos que en nuestros fondos hay más peso en Asia que en Latinoamérica”, apunta Comín.

“¿Por qué? Porque tiene más población y más joven, lo que incide en un crecimiento de la clase media. Además, es la segunda área del mundo donde hay un mayor desarrollo de la tecnología. Eso hace que haya más empuje y crecimiento en esa zona”, añade este experto.

El mayor tratado de libre comercio del mundo

Un factor que va a jugar en favor de esta zona del mundo es precisamente el mayor tratado de libre comercio del mundo, firmado recientemente allí: el RCEP o Asociación Económica Integral Regional.

“Es un tratado más abultado que el de México con los Estados Unidos y Canadá; más incluso que la propia Unión Europea. Son palabras mayores”, recuerda García Barrio.

Hasta el 20% de la cartera

Por todos estos factores, tanto García Barrio como Comín creen que es buena idea destinar una parte de la cartera a estos mercados.

“De media, ahora mismo, la inversión en emergentes puede estar en el 4-5% pero tiene recorrido. Puede llegar hasta el 15-20% porque son mercados muy atractivos por crecimiento, que representan el 60% del PIB mundial. Se me hace difícil ver una cartera que no tenga emergentes por ese binomio rentabilidad-riesgo”, apunta García Barrio.

Comín está de acuerdo y apunta que, además de la renta variable, conviene no desatender a la renta fija, un activo especialmente interesante en el caso de los mercados emergentes.

Nosotros vemos de manera muy positiva la deuda de países emergentes. Hay varios tipos de deuda: en divisa local, divisa fuerte, bonos gubernamentales y corporativos. En todos ellos vemos interés”, explica este experto.

La deuda es el mercado más ineficiente de los emergentes en cuanto a tipo de activo. Pero eso no es malo, es una oportunidad. Es el mercado menos invertido y donde puede haber mayores oportunidades. Los gestores dicen que es el paraíso. En esos países hay cupones, cosa que no hay en los desarrollados y una oportunidad en cuanto a valoración”, apostilla asimismo Comín.

Noticia original: Finanzas.com

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