Fervor japonés en Madrid: cuatro restaurantes que harán viajar a tu paladar (con sorpresa incluida)
Los restaurantes japoneses que están redefiniendo la escena foodie madrileña

Cuatro restaurantes japoneses en Madrid
La comida asiática cuenta con una oferta gastronómica variada y llena de ingredientes únicos. Por suerte, en Madrid contamos con todo tipo de opciones que nos permiten viajar por todo el continente sin salir de la M30. En este artículo seleccionamos cuatro restaurantes únicos (y una novedad incluida) que acercan a nuestro paladar a sentir esa sensación de estar a miles de kilómetros de distancia.
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Ramen Komainu: no hay mejor manera de combatir el frío
Ahora que comienzan a bajar las temperaturas, que mejor que disfrutar de un ramen 100% japonés. Este es el objetivo de Ramen Komainu, ofrecerte uno de los platos estrella de la gastronomía japonesa siguiendo la receta original y cuidando cada detalle como si estuvieras en una kominka, una casa tradicional nipona.
Con dos locales en Madrid, ubicados en el barrio de Chamberí (calle José Abascal, 13) y en Malasaña (calle Manuela Malasaña, 9), este restaurante ofrece una experiencia que transporta directamente a las calles de Fukuoka.
Cada plato se elabora siguiendo los métodos tradicionales japoneses, con caldos cocinados durante horas y una cuidada selección de ingredientes.
Su estrella indiscutible es el Tonkotsu Ramen, originario de Fukuoka. Este está elaborado con un caldo cremoso a base de huesos de cerdo y ave. Se sirve con noodles artesanales (hechos a mano), chashu de aguja y panceta, vegetales frescos y un huevo marinado durante 24 horas.
Esta fue mi elección (era la primera vez que probaba el ramen). Sin duda, increíble elección. El caldo tiene un sabor increíble y los fideos… espectaculares. He probado caldos de cocido con menos personalidad que el servido en Komainu.
Para quienes buscan sabores más intensos, el Kimchi Ramen ofrece una combinación explosiva de picante y umami gracias a su caldo aderezado con kimchi y panceta cocinada en la misma mezcla. Para los más experimentados y amantes del picante, esta es la mejor opción.
Ojo, que los vegetarianos también tienen su espacio en Komainu. El Ramen Miso Cremoso, un caldo vegetal cocido lentamente que revela toda la riqueza del umami natural, con zanahoria marinada, setas y huevo marinado, disponible también en versión vegana.
Además de ramen, también cuentan con otros platos estrella de la gastronomía japonesa: gyozas, kimchi, sashimi, baos. Nosotros probamos la gyozas de carne y el sashimi, ambos espectacular para abrir boca y dar paso al ramen.
En cuanto a postres, muy recomendable la tarta de queso con yuzu, te explota en la boca.
Lo cierto es que la experiencia en Komainu va más allá de lo gastronómico. Al entrar, te sientes como en un pequeño local de cualquier rincón de Japón. La decoración, cuidada al milímetro. Te transporta.
Precio: entre 20-25 euros por persona.
Sin duda, Komainu se ha convertido en parada obligada para los fanáticos del ramen tradicional (y para los que quieran probarlo por primera vez, segunda, tercera…).
KOTE, una barbacoa con mucha personalidad
Una barbacoa es mucho más que una experiencia gastronómica. Una barbacoa sabe a amigos, fiesta, celebración… Esta no es solo una tradición occidental, sino que en Japón y Corea del Sur es muy típico.
Aunque este tipo de restaurantes se han hecho muy conocidos en Madrid, KOTE es un lugar diferente. Se trata de un nuevo templo que se ha coronado como la primera parrilla coreana premium y de autor. Detrás del concepto está el chef madrileño Víctor Camargo, conocido por su creatividad y su habilidad para fusionar sabores asiáticos con guiños castizos.
Ubicada en pleno centro de Madrid (calle de la Princesa, 13) KOTE te promete que la experiencia vaya mucho más allá de la comida, y la verdad que lo consigue.
No solo se disfruta de los mejores cortes de carne cocinados al momento, sino que se vive una auténtica ceremonia gastronómica personalizada, ya que cada comensal puede elegir el punto de la carne y como y con que combinarla.
El restaurante ofrece dos menús bufet para descubrir su propuesta: el Menú Degustación, ideal para una primera toma de contacto, y el Menú 360, que incluye un postre y un cóctel. En ambos casos, se pueden repetir los platos en rondas de hasta dos por persona.
Al ser bufet (también hay carta) se pueden optar por varias combinaciones. Es sorprendente la cantidad de guarniciones que se incluyen, muy difícil llegar a probarlas todas: arroz japonés, kimchi casero, fideos fríos coreanos, guacamole, parmentier con cinco especias, ensaladas asiáticas, coleslaw de lombarda o setas al aglio e olio.
Y para brindar, nada mejor que su exclusiva carta de cócteles de inspiración asiática, diseñada en colaboración con el reconocido mixólogo Diego Cabrera, referente internacional de la coctelería de autor.
Precio: Menú Bufet Degustación por 29,95 euros (bebidas y postres no incluidos), y Menú Bufet 360 por 39,95 euros (incluye 1 postre y 1 cóctel).
Si optas por el menú bufet, muy recomendable pedir el arroz frito con pollo, verduras estacionales y huevo poché, y las gyozas frita de sobrasada y queso manchego como entrantes. En cuanto a los cortes de carne, la opción variada es la más acertada para probarlo todo. Como postre, el Volcán de chocolate con toffee de caramelo salado y helado, espectacular.
Es definitiva, KOTE no es solo un restaurante, es un concepto nuevo de parrilla que al entrar te trasporta. Eso sí, al igual que sucede en cualquier otra barbacoa, saldrás con olor a parrilla.
Toritama, un «espeto» a la japonesa
De novedad en novedad y tiro porque me toca (probarlo). Toritama Yakitori acaba de abrir sus puertas con una propuesta que promete revolucionar la escena culinaria de la capital. Es un lugar único. Aquí disfrutarás de la auténtica experiencia del robatayaki japonés, una técnica ancestral que llega por primera vez a España sin adaptaciones ni fusiones occidentales.
Muy parecida a la técnica del espeto malagueño, el robatayaki es una forma de cocinar que nació en la isla de Hokkaido, al norte de Japón. Los pescadores preparaban allí el pescado fresco sobre brasas, clavando las piezas en la arena alrededor del fuego. El resultado es una cocción lenta y aromática que conserva el sabor puro del producto y logra una textura tierna y ahumada.
Ubicado en el barrio de Salamanca (calle de Don Ramón de la Cruz, 49), muy cercano a la milla de oro, encontramos un local que recrea a la perfección una atmósfera de un auténtico izakaya japonés, con cocina abierta y los chefs cocinando cada brocheta frente al comensal. Una experiencia que me transportó a mi niñez, cuando veraneaba por Málaga y veía esas barcas llenas de sardinas.
La esencia del menú es el yakitori literalmente, pollo a la parrilla, uno de los platos más populares de los bares japoneses. Aquí se prepara siguiendo los estándares más tradicionales: pequeños cortes de pollo y otras carnes asadas sobre carbón vegetal, elaboradas con una precisión casi ceremonial.
Entre las brochetas más destacadas se encuentran el contramuslo de pollo, jugoso y lleno de sabor (muy recomendable), el crujiente de pollo, la molleja y la lengua de angus (ideales si te gusta la casquería). Quedamos muy sorprendidos con el palito de pollo con yema de huevo, sin duda, obligatorio de probar.
Pero, con mis raíces malagueñas, no podía irme sin probar algo de pescado. Toritama tenía una sorpresa con un cabracho. Un sabor excepcional, en su punto y con ese toque crujiente que solo se consigue con esta técnica de cocinado.
Otros platos muy recomendables son el sushi de ternera (nos dejó sin palabras), el langostino tigre, la brocheta de anguila y la zamburiña. Para cerrar la experiencia, sus mochis son espectaculares, de los mejores que he visto en Madrid.
Precio: entre 30 y 35 euros por persona.
Los precios oscilan entre 2 y 3,5 euros por brocheta, la carta invita a explorar sus más de 40 opciones. Lo ideal es dejarse llevar por las recomendaciones del equipo de sala y disfrutar de un auténtico viaje gastronómico al corazón de Japón. Un restaurante donde compartir es vivir.
Guru Lab, una experiencia llena de sorpresas
Finalmente, terminamos esta lista de recomendaciones con una sorpresa: Guru Lab, un concepto que te explotará la cabeza. Aunque no es totalmente japonés, incorpora combinaciones muy araigadas al país asiático, mostrando la fusión entre culturas.
La experiencia de este lugar empieza desde el momento en el que cierras tu reservas, haciendo que los días de antes se conviertan en una especie de ‘escape room’ gastronómico.
Su local se encuentra a 5 minutos andado de la Puerta del Sol (calle de Echegaray, 14). Al llegar cuesta ubicarse, pero es parte de la experiencia: la clandestinidad. Para poder entrar, necesitas una clave que recibes unos días antes de tu reserva.
Al igual que KOTE, Guru Lab pertenece a Víctor Camargo, por lo que el menú incorpora ingredientes y sensaciones de todo el mundo, creando combinaciones sorprendentes y originales que difícilmente se encuentran en otro lugar. Además, la carta se renueva constantemente, asegurando que cada visita sea una experiencia diferente y única.
El concepto de Guru Lab mezcla gastronomía experimental y mixología innovadora. Durante la cena (practicamente privada), los comensales pueden observar cómo los chefs trabajan en la cocina abierta, desarrollando platos en tiempo real según los productos disponibles y la inspiración del momento. Cada creación es un experimento culinario que busca emocionar y sorprender.
Al mismo tiempo, Diego Cabrera acompaña a los visitantes en un viaje de cócteles personalizados. Su enfoque permite combinar cada plato con bebidas cuidadosamente diseñadas para realzar sabores, texturas y aromas, adaptándose a los gustos de cada comensal.
Aquí lo recomendable es dejarte guiar por las sensaciones y los chefs. La elección final desde luego no te defraudará.
Al final Guru Lab no es un restaurante, si no un laboratorio creativo donde se unen los talentos de chefs y cocteleros de renombre internacional.