Los mejores planes para exprimir el puente de diciembre en Madrid

Luces encendidas, árboles colocados, villancicos sonando, guirnaldas y adornos que nos atraen como imanes a los puestos de los mercadillos… Entregados con furor al espíritu navideño o no, hay que reconocer que en estas fechas Madrid está más bonita que nunca.

Al alumbrado navideño, este año con 11,8 millones de puntos de luz y la transformación y del tramo de Gran Vía al Parque del Retiro en un ‘Jardín de Invierno’ con flores de Pascua, acebos o muérdagos sobre las luminarias o el árbol de 35 metros de altura en la Puerta del Sol, se suma una multitud de planes en la ciudad que van desde recorrer el mercado de la Plaza Mayor para comprar algún adorno (y quién sabe si una diadema de cuernos de reno) a visitar belenes, patinar sobre hielo, disfrutar de una taza de chocolate con churros o, por qué no, evadirnos de mundanal ruido cóctel en mano en una terraza en las alturas.

Espectáculos, exposiciones que van del universo Pixar a la historia del Muro de Berlín, el primer museo del turrón de Madrid o una ruta dulce en la que participan alrededor de 500 locales (incluidos food trucks en los principales mercadillos) que suman la carta de postres más amplia y variada del mundo son otros de los planes que se pueden diseñar a medida (y que son aptos tanto para amantes de la Navidad como para los ‘Grinch’ más convencidos).

El zoo (de luz) más grande del mundo

No hay duda de que las luces son el objeto de uno de los planes preferidos para estos días. Entre los puntos que no te debes perder está el árbol de la Puerta del Sol, la Puerta de Alcalá, la calle Preciados, la plaza de Chueca, la Gran Vía y el que ya se ha convertido en un clásico, el chaflán del hotel Four Seasons a pocos metros del Km 0 de la capital.

En total, 230 emplazamientos repartidos en los 21 distritos de la ciudad y que suman 6.600 cadenetas, 115 cerezos de luz y 12 grandes abetos luminosos, entre otros. Para verlos hay diferentes opciones, desde pasear a tomar el Naviluz a pasear en un tuc tuc.

Además, el Parque Juan Carlos I se ha convertido este año (hasta el 14 de enero) en el zoo más grande del mundo con Brilla Zoo Madrid, una experiencia inmersiva con más de 500 esculturas luminosas de animales repartidos en 30 escenas que representan diferentes hábitats del mundo animal.

El recorrido, de 1,3 km y una duración aproximada de dos horas, permite visitar no solo jirafas, osos panda y gigantescas aves, sino también especies extintas e incluso criaturas fantásticas.

Cuenta también con zonas de mapping que recorren la historia desde hace más de 120 millones de años, espacios interactivos con figuras gigantes de polinizadores y un área de restauración de 2.000 metros cuadrados con calefacción y food trucks con distintas clases de comida. Se puede visitar de lunes a domingo de 17.40 a 22.00 horas.

Ya clásica en la Navidad madrileña, la instalación Naturaleza Encendida se ha trasladado este año del Jardín Botánico al parque Tierno Galván, una experiencia inmersiva con un millón y medio de puntos de luz. Este año y bajo el título de ‘Insectos’ invita a un viaje a un mundo fantástico poblado por majestuosas mariposas, túneles de luz de incansables abejas, libélulas gigantes, deslumbrantes flores y escarabajos de mil colores.

El universo Pixar aterriza en Madrid

El 5 de diciembre, justo para el puente, se estrena en Madrid la mayor experiencia inmersiva creada nunca sobre Pixar. Todo está ya listo en el Espacio 5.1 del Recinto Ferial de Ifema para la apertura de Mundo Pixar, donde se podrá entrar literalmente en muchos de los clásicos del estudio de animación, que ha recreado a escala humana el salón de la casa de Up sus sillones, su mesita y su librería, la habitación de Andy en Toy Story, la la fábrica de Monsters Inc., donde esperan el enorme Sully de peluche azul y su amigo Mike Wazowski, la cocina del restaurante Gusteau que aparece en Ratatouille o los mágicos escenarios de Coco.

También recién inaugurada y también en Madrid como primera parada de una gran gira internacional, merece la pena acercarse a la Sala Castellana 214 de la Fundación Canal de Madrid para visitar El Muro de Berlín: un mundo dividido que vuelve, 34 años después de la caída del gran símbolo de la Guerra Fría, sobre las decisiones que motivaron la división de la capital alemana y, especialmente, cómo se vivió a uno y otro lado.

Mercadillos de Navidad

No hay Navidad sin visita a un mercadillo y en Madrid ya hay varios instalados para ir abriendo boca, por supuesto con el de la Plaza Mayor como gran referencia para comprar figuritas del Belén o cualquier otro adorno imaginable.

Pero, además, la capital cuenta con otras propuestas también interesantes como La Navideña, en la Plaza de España. Abierto hasta el 7 de enero, cuenta con 40 puestos de artesanía, regalos y adornos, una pista de hielo natural de 450 m2 y una zona de gastronomía con puestos exteriores y un restaurante gourmet interior: El Alpino, cuyos platos y su cuidada decoración teletransportan a los Alpes suizos.

También es recomendable el Mercadillo del Gato, con sus artesanías y oferta de regalos de más de 80 marcas, que se desdobla en dos espacios en la capital: el hotel The Westin Palace, del 1 al 10 diciembre, y Gran Vía, 13 del 15 de diciembre al 5 de enero de 2024.

Si te apetece salir del bullicio de la capital, por rumbo a Alcalá de Henares, que celebra un mercado en la Plaza de Cervantes presidido por una gran noria en torno a la cual se despliegan los puestos y se organizan diversas actividades para todos los públicos (desde magia y talleres hasta pases de luz y sonidos, belenes, planes culturales y coros) así como un un carrusel de época y una pista de hielo.

También coincide con el puente el Mercado de Motores (9 y 10 diciembre) que se aloja en el Museo del Ferrocarril. No es navideño sino que aúna una selección de marcas de artesanía y diseño así como música, gastronomía y muy buen ambiente.

Piruetas sobre el hielo

Las piruetas sobre el hielo en las pistas de patinaje son ya un clásico de la Navidad en Madrid. A las instaladas en Matadero (de 600 m2 y una de las mayores de España), el Palacio de Cibeles, la Plaza de Colón o la citada en la Plaza de España, se suma por segundo año consecutivo la primera pista de hielo dentro de un hotel de la capital.

Se trata de Rosewood Villa Magna, que vuelve a transformar sus jardines, en pleno Paseo de la Castellana, en una pista de hielo que funcionará hasta el próximo 7 de enero. Tras el ejercicio, nada como reponer fuerzas en su espacio Aprés-Skate Lounge, donde degustar la auténtica raclette, sopa de cebolla y trufa, ostras, champagne y vino caliente, entre otras especialidades.

Tanto la pista de hielo como el espacio Aprés-Skate Lounge están abiertos de miércoles a viernes de 17.00 a 21.00 horas, y sábados y domingos de 13.00h a 21.00 h. El acceso a la pista de hielo es gratuito con la consumición en alguno de los espacios gastronómicos del hotel: Las Brasas de Castellana, el restaurante Amós y el mencionado Aprés-Skate Lounge.

El primer Museo del Turrón

Otro plan de lo más navideño en la capital pasa por el dulce estrella de estas fechas (o uno de ellos). Hablamos del turrón, que ya cuenta con su propio museo en Madrid.

Lo encontramos en la sede de Casa 1880 (Arenal, 18) y ofrece, con pases cada hora y en una visita autoguiada de tintes interactivos, la historia de este producto a lo largo de más de 500 años, con utensilios tradicionales vinculados a su elaboración, usos y costumbres de cada época, y sabores clásicos e innovadores. Por supuesto, hay degustación de algunas de las variedades de la casa.

Además, los días 6 y 8 de diciembre habrá un taller de elaboración y degustación de figuritas de mazapán.

Un chocolate con churros en un lugar inesperado

Después del patinaje y las compras, nada como una reconfortante merienda de chocolate con churros. En Madrid los hay buenísmos, como los de La Andaluza, Rocamar o el Horno de San Onofre aunque si hay uno que se lleva la fama –merecidísima- es San Ginés.

Sin embargo, no todos saben que en la ciudad hay otro lugar donde disfrutarlo, concretamente uno de los hoteles boutique más coquetos de Madrid: Urso Hotel & Spa.

En pleno barrio de las Salesas es posible tomar, sin colas y sin frío, el mítico chocolate con los churros dorados y crujientes junto a un chocolate de autor (chocolate caliente con pimienta y chile, con canela, aromatizado con naranja o con un matiz de ron) en un ambiente relajado y, por qué no, también más señorial.

El plan, disponible para desayunos y meriendas, pues se sirve todos los días hasta las 7 de la tarde, está causando auténtica sensación. Servido en el lobby y el espacio conocido como invernadero del hotel, tiene un precio de 12 euros por persona.

Una cabaña alpina en las alturas

Otra perspectiva del festival de luces en las calles de Madrid podemos tenerla desde las alturas. Entre las opciones más atractivas, la nueva propuesta del Hotel Hyatt Centric Gran Vía, que ha transformado su terraza El Jardín de Diana en una auténtica cabaña alpina, recreando la atmósfera acogedora de un refugio de esquí de montaña, pero en el corazón de una de las arterias principales de Madrid.

Colores templados, mantas mullidas, cojines, tejidos y texturas envolventes se entrelazan para ofrecer una atmósfera cálida y acogedora en la que disfrutar de alguno de los sabores inspirados en Suiza como una fondue (buenísimas la de setas del bosques y la fondue trufada) o bien alguno de sus cortes de carnes a la brasa.

Muy cerca, la siempre deseada terraza panorámica del hotel Riu con su pasarela de cristal sobre la Plaza de España, o la de Doña Luz (Montera 10-11), con vistas directas a la Puerta del Sol y una carta de cócteles de lo más apetecible.

Si buscas, al contrario, evadirte del bullicio de la ciudad estos días, tu lugar es El Jardín Secreto de Salvador Bachiller. En la cuarta planta de su tienda en la calle Montera se oculta un oasis en forma de terraza donde disfrutar de un brunch bien cerquita del cielo (en sentido literal y figurado).

Una ruta dulce (solo para adultos)

El plan más goloso de la lista sea quizás este, que patrocina Baileys y que lleva por nombre La Caprichería. En torno al icónico licor más de 500 establecimientos han ideado la carta de postres más grande del mundo.

Para no perderse, está dividida en cuatro propuestas: la ruta de Tradición en torno a la repostería y los chocolates más emblemáticos
de Madrid (incluye desde las trufas y el chocolate con churros de San Ginés hasta el turrón artesanal de Torrons Vicens); Coffee Lovers, que fusiona la cultura del café con el sabor de Baileys; Caprichos Exclusivos, con las propuestas de grandes chefs y bartenders en restaurantes y coctelerías; y Cool & Cold, una ruta de helados sorprendentes y creaciones únicas en lugares como Patagonia Artesanal, Brando Helados, Bibi e Bibo, Loco Polo y La Pecera.