El Plan de Defensa de Sánchez prevé incorporar 2.400 militares a las Fuerzas Armadas

El Gobierno prevé la creación de 96.000 empleos gracias al tirón a corto plazo de los 10.400 millones en inversiones

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. ECONOMÍA DIGITAL

El Gobierno de Pedro Sánchez prevé reforzar la plantilla de las Fuerzas Armadas con 2.400 efectivos más, como parte del Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa que el presidente anunció este martes en La Moncloa y que ya se ha remitido tanto a la Comisión Europea como a la OTAN.

Según el detalle del texto, el Ejecutivo prevé que las inversiones del Plan para llevar el gasto en Defensa al 2% del producto interior bruto (PIB) ya en 2025 supongan una inyección de 96.000 puestos de trabajo al mercado laboral. Mediante los Programas Especiales de Modernización se sumarán 23.000 empleos directos y 60.000 indirectos «con niveles de cualificación y salarios superiores a la media», a lo que habría que sumar unos 10.600 puestos vinculados al resto de programas.

El resto, 2.400 plazas, se cubrirán con nuevos efectivos para las Fuerzas Armadas.

Este incremento de los efectivos militares del Estado ya estaba previsto por el Ministerio de Defensa que lidera Margarita Robles, que en un Real Decreto publicado hace un mes ya apuntaban al aumento de la plantilla de los Ejércitos.

«Las previsiones presupuestarias que apuntan hacia un 2 % del PIB dedicado a la Defensa», subraya el Ministerio, «recomiendan planificar, a medio y largo plazo, un escenario de recursos humanos superior al actual«.

De hecho, gran parte de la dotación del Plan está destinado a la mejora de las condiciones laborales de los efectivos de las Fuerzas Armadas. En concreto, 3.712 millones, el 35,45% de la inversión total del Plan. De esta partida, 679 millones estarán destinados a la mejora de las condiciones y el aumento de los efectivos.

Más allá de lo laboral, el Gobierno calcula que el impacto positivo del Plan suponga un crecimiento a corto plazo de entre 4 y 7 décimas del PIB, además de efectos vinculados a un incremento de la productividad.

«El Plan supondrá un estímulo importante para nuestro tejido productivo, ya que alrededor de 6.008 de los 10.471 contemplados para el año 2025 irán destinados a inversiones industriales y tecnológicas. Esto beneficiará directamente a más de 300 empresas distribuidas por todo el territorio, fomentará la apertura de nuevas fábricas y líneas de producción, y actuará como un catalizador para pymes y startups, que podrán integrarse en cadenas de suministro avanzadas y lograr así mayores facilidades para su financiación, crecimiento e internacionalización», dice el documento colgado en la web de La Moncloa.

El Gobierno prevé que este impacto económico se refuerce también con inversiones formativas, ya que aumentará la inversión en I+D+i y se crearán nuevos programas de grado y doctorado, microcredenciales, hubs de FP, y nuevas oportunidades de educación aplicada a través de planes de formación vinculados a los Programas Especiales de Modernización.

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