Galicia registra en 2024 el mayor número de contratos por empresas de trabajo temporal desde la reforma laboral

El número de contratos firmados por ETT alcanzaron los 176.525, la cifra más alta desde 2021, cuando se aprobó la última reforma labora

Trabajadores manejando una máquina industrial - INE

Trabajadores manejando una máquina industrial – INE

Los contratos realizados en Galicia por empresas de trabajo temporal alcanzaron en 2024 su mayor dato desde la reforma laboral de 2021. En concreto, se firmaron 176.525 contratos, lo que supone un incremento del 1,35% con respecto al año anterior. 

Según los datos del Ministerio de Trabajo, recogidos por Europa Press, en 2021, año en el que se aprobó la última reforma laboral, la cifra había ascendido a 197.741, su máximo de la serie histórica, que comienza en 2016.

El Gobierno aprobó la reforma del mercado laboral, precisamente, «para acabar con la precariedad y la temporalidad», según afirmaba en rueda de prensa después del Consejo de Ministros del 28 de diciembre de 2021.

En 2022 fueron 165.362 contratos de puesta a disposición los que se contabilizaron en la comunidad gallega, en 2023 la cifra subió a 174.182 y en 2023 alcanzó la de 176.525.

Críticas de los trabajadores

Más allá de puestos con marcada estacionalidad, habituales en hostelería, turismo y el campo, entre otros, personas contratadas a través de ETT en Galicia denuncian que sus puestos son «estructurales» y «solo a veces» responden a «picos» de actividad.

Sin embargo, al estar vinculados a su compañía a través de una ETT, critican, no tienen «derecho a nada», en referencia a cuestiones básicas como las vacaciones remuneradas, la cobertura ante expedientes de regulación de empleo, prestaciones por desempleo y en ocasiones hasta la obtención de ropa y/o material de trabajo.

Son sueldos «vistosos» los que ofrecen estas empresas al prorratear numerosos conceptos, según el testimonio de varios trabajadores. Entre otros, ese es el motivo que les lleva a aceptar contratos que luego deparan circunstancias indeseadas como las que vivió uno de ellos en una nave de Arteixo (A Coruña), durante varios meses de verano de 2023. «Me despidieron por ‘Whatsapp’ con una indemnización de 54 euros por denunciar que me habían robado la mochila, ya que los de ETT no teníamos taquilla para guardarla», explica, en declaraciones a Europa Press.

Postura de los sindicatos

Después de la reforma laboral de 2021, la cesión de trabajadores –solo posible para cubrir necesidades temporales del cliente– se ha extendido a todas las actividades, según fuentes sindicales consultadas, «porque es la única manera de contratación eventual».

Dicha reforma eliminó los contratos temporales por obra y servicio, pero al mismo tiempo retiró la imposibilidad de que las ETT firmaran los fijos-discontinuos, sin establecer para ello una regulación específica.

Por parte de la CIG, su secretario confederal de Emprego, Francisco González Sío, explica que en la industria son contratos que se encuentran «especialmente» en automoción y conserva.

Al respecto, González Sío indica que durante los últimos dos años «la patronal estatal de las ETT, Asempleo, se dedica a impugnar todos los convenios que incorporan limitaciones a las ETT, como los del metal de A Coruña y Pontevedra». «Y el criterio de la justicia, de la Xunta y de la Inspección es darle la razón a que esas cláusulas son ilegales», lamenta.

Una trabajadora de una compañía de componentes explica que lleva contratada a través de diversas empresas de recursos humanos –primero Nortempo y luego Manpower– desde febrero de 2020, «siempre con contratos de una semana o como mucho 10 días». Como ella, asegura, «muchos» de sus compañeros.

“Contratación fraudulenta”

En Stellantis, la sección sindical de la CUT asegura que se produce contratación «fraudulenta» a través de ETT y que la Inspección de Trabajo «lo permite» porque «el tamaño sí importa» y al ser una planta grande «incluso la puso como ejemplo de contratación».

No obstante, dice, «muchos» de los puestos externalizados y en los que los contratos se firman con empresas como Serveo e Ilunion «son estructurales», si bien hay una «elevada rotación».

Desde la factoría de Balaídos, una de las empleadas, contratada a través de Ilunion, señala que ella –sin ningún tipo de discapacidad– desempeña tareas de montaje de piezas de línea y previamente pasó 1 año y dos meses en Adecco y Randstad.

Otros trabajadores consultados por Europa Press afirman que ETT como estas dos últimas solo actúan como «filtro» o «reclutadoras» de Stellantis, pero que luego el contrato se suscribe con la propia compañía.

«Ilunion en Stellantis es como una mancha de aceite, empezó con unas 50 personas y ahora superan las 600», advierte el representante de la CUT Vítor Mariño, en declaraciones a Europa Press. «Se esconde bajo el paraguas de la integración pero la realidad es de explotacion laboral y esclavismo», asegura.

Con ello se refiere a que «supuestamente integra a personas con discapacidad» y ese personal (el 70%, según sus cifras) «no debería hacer horas extra», entre otras cuestiones, pero asegura que sí las hacen. «Es una ETT camuflada de empresa multiservicio», afirma, en alusión a otros ámbitos como la seguridad.

Stellantis remite a Ilunion para dar explicaciones, y se limita a indicar que les presta servicios «como centro especial de empleo». Por su parte, fuentes de Ilunion subrayan que en los servicios que prestan «siempre» cumplen con la normativa laboral.

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Redacción ED Galicia

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