El Plan Social de Ence impulsa el crecimiento del ballet profesional en Galicia
Los proyectos de Ballet de Galicia y la Escuela de Danza Vaganova han sido beneficiarios en la última edición del Plan Social de Ence, que les ha permitido profesionalizar aún más sus programas docentes y mejorar sus instalaciones
Bailarines de la escuela de danza Vaganova y del centro Ballet de Galicia
El Plan Social de Ence en Pontevedra cerró su quinta convocatoria con casi 500 proyectos presentados. Dos de las iniciativas que han resultado beneficiarias están relacionadas con el mundo del ballet. El centro Ballet de Galicia y la Escuela de Danza Vaganova han conseguido un apoyo que los ha ayudado a profesionalizar aún más sus programas docentes y mejorar sus instalaciones.
Ballet de Galicia es un Centro Integral de Desarrollo que cuenta con un programa profesional de danza clásica y contemporánea exclusivo “en todo el noroeste de España”. Así lo ha explicado a Economía Digital Galicia su director, Diego Landín, quien ha apuntado que gracias al programa del Plan Social de Ence la escuela ha podido incorporar a un profesor especialista.
“Tenemos un programa en el que, mínimo, todos los niños entrenan, de lunes a sábado, una hora de acondicionamiento físico, dos horas de técnica clásica, una hora de contemporáneo o de repertorio clásico además de ensayos. Es decir, todos entrenan cinco horas al día y mínimo de unas 30 horas a la semana”.
Un programa tan intensivo “supone unos costes” para poder tener profesores especializados. “Tras cinco años de recorrido de la escuela nosotros pedíamos una ayuda para poder contar con ese profesor especialista ya que hemos alcanzado varios premios internacionales, hemos sido subcampeones y terceros del mundo. Justo hace unos días acabamos de clasificar a un niño, Teo García, de 10 años para las finales del mundo como solista”.
Gracias a la ayuda del Plan Social de Ence se incorporó al claustro de profesores Ángel Blanco, bailarín internacional con un amplio recorrido y que durante los últimos diez años ha trabajado como maestro de ballet en una compañía alemana.

Según ha explicado Landín, la convocatoria pasada fue la primera en la que Ballet de Galicia presentó proyecto al Plan Social de Ence. Actualmente están en trámites para postularse a la edición de este año con un proyecto que pivota sobre un programa en el que la escuela lleva trabajando desde hace años: un plan de becas.
Ballet de Galicia, ubicado en Marín, comenzó su andadura en 2020 como una escuela en la que se intercalaba la danza profesional con la amateur. “Al principio teníamos más de 100 alumnos. Los recursos nos hicieron tomar una decisión. Academias más amateurs, para conocer y disfrutar la danza hay muchas en Galicia. Quise abrir un centro profesional para toda aquella gente que quiera estudiar aquí tenga un lugar donde hacerlo de manera profesional”.

En la actualidad, el centro cuenta con una treintena de alumnos; algunos de ellos “han empezado a llegar de diferentes partes de España y de otros países, como, por ejemplo, México”.
Entre los próximos certámenes en los que estarán presentes los alumnos de Diego Landín destacan el USA Grand Prix, el concurso más grande para estudiantes de danza del mundo que tiene semifinales por todo el mundo, o el Youth America Grand Prix de Europa.
Escuela de danza Vaganova
Otro de los proyectos relacionados con el mundo del ballet que ha sido beneficiario del Plan Social de Ence es el de la Escuela de Danza Vaganova. Inmaculada Oltra, directora del centro pontevedrés, ha explicado a Economía Digital Galicia que es la segunda vez que se presentaron al programa.

“La primera vez lo hicimos en 2023 para hacer la renovación del estudio grande. Nos presentamos en esta ocasión para hacer la renovación de la otra sala, que está destinada a las alumnas de elemental y de intermedio. También hemos hecho la renovación de los vestuarios y de la parte de maquillaje, en resumen, todo lo que conlleva la preparación de las alumnas”.
Oltra ha destacado que gracias al apoyo del Plan Social de Ence y a las renovaciones llevadas a cabo “las alumnas están muy contentas”. “El ambiente que se crea es totalmente diferente. Es un trabajo más profesional. Tenemos suelos adaptados directamente a bailarines de danza clásica. Por otro lado, el tema de los vestuarios es muy importante para ellas, para que se sientan cómodas cuando se cambian, cuando se van a maquillar, peinar o hacer toda la preparación para las clases”.
El centro, que tiene en torno a 100 alumnas, cuenta con varios niveles de formación: uno que va desde los tres hasta los ocho años, a partir de los nueve empiezan las enseñanzas elementales en las que se integran ocho cursos en danza clásica. “Estamos con la Universidad Europea de Madrid, hacemos lo que es el conservatorio que son ocho grados. Cuando terminan el octavo grado tienen una titulación de bailarín profesional, que les sirve para acceder a estudios superiores universitarios tanto en Europa como en España”.

El talento de la escuela también está presente en otros centros de referencia a nivel internacional, como la Universidad de Artes de Suecia o el Conservatorio Nacional de París o la Royal Danish Ballet School, de Copenhague.
La Escuela de Danza Vaganova, que abrió sus puertas en 1989, también ofrece clases de baile para adultos. Tal y como ha explicado la directora se trata de “antiguas alumnas que, después de muchos años, han querido retomar”. “Se trata de un grupo bastante amplio y sobre todo con nivel; eso es lo bueno, que quieran volver a las aulas”.
El centro volverá a presentarse a la próxima edición del Plan Social de Ence, en este caso, para conseguir un apoyo para la obra El Cascanueces que están preparando y que se presentará el próximo 12 de diciembre en AFundación.
“Lo hemos solicitado para ver si conseguimos apoyo para lo que es el trabajo coreográfico. Ya no se trata de renovación de salas, ni renovación de estructura. Sino más bien es lo que es el trabajo que es bastante y muy profundo”.
El objetivo del nuevo proyecto es conseguir también que “haya un menor coste para las familias” de Pontevedra y que “no sea solamente para los más privilegiados que puedan pagarse una entrada o cinco entradas”.