Fitch salva a Alcoa de la quema pese a las curvas en el mercado del aluminio

La agencia de calificación mantiene el rating de BBB- con perspectiva estable para la multinacional, pero alerta de más caídas en el precio del aluminio y del golpe a su negocio con la alúmina

Trabajadores de Alcoa en Lugo durante las protestas realizadas en 2020. Foto: EFE/Eliseo Trigo

Trabajadores de Alcoa en Lugo durante las protestas realizadas en 2020. Foto: EFE/Eliseo Trigo

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Fitch mantiene sus perspectivas sobre Alcoa pese al enfriamiento del mercado del aluminio. La agencia de calificación estadounidense ha decidido dejar en BBB- con perspectiva estable a la multinacional con sede en Pittsburg al ensalzar su contención de costes y sus bajos dauda.

En el informe en el que justifica el mantenimiento de su calificación a Alcoa, Fitch revela que la firma que preside Roy Harvey cuenta «con un modesto nivel de deuda», así como una «posición de liderazgo con la bauxita, la alúmina y el aluminio». Además, desde la agencia estadounidense también destacan el «fuerte control de sus costes» y la «flexibilidad otorgada por el alcance de sus operaciones».

«La mayoría de las fábricas de aluminio de Alcoa están ubicadas junto a sus minas de bauxita, lo que reduce los costes de transporte y permite un suministro constante y calidad», destacan los expertos de Fitch. Desde la entidad . Los activos de aluminio se benefician de la optimización previa y las fundiciones se ubican junto con las casas de fundición para proporcionar productos de valor agregado y planchón de palanquilla.

A vueltas con la crisis energética

Desde la agencia de calificación calculan que Alcoa cerrará el ejercicio con un ebitda (beneficio bruto de explotación) cercano a los 1.700 millones de dólares mientras que su deuda total rondará los 1.800 millones de dólares. Todo ello pese a un entorno marcado por la escalada en el precio de las materias primas y la electricidad y un enfriamiento en los precios del aluminio desde que el pasado mes de marzo se encaramasen a máximos.

No en vano, desde Fitch calculan que la cotización del metal se sitúe en el entorno de los 2.500 dólares la tonelada en los años 2023 y 2024. Se trata de unos registros similares a los 2.400 dólares que rondaba durante la sesión del martes en el London Metal Exchange (LME), pero que se quedan lejos de la media de 2.870 marcada en los nueve primeros meses del año.

A partir de ahí, el precio del aluminio descenderá, según los expertos de Fitch, a 2.250 dólares la tonelada en 2025 y hasta los 2.000 dólares en el largo plazo. Según el informe, Alcoa «estima que un cambio de 100 dólares en el precio del aluminio afecta a su ebitda en 189 millones de dólares.

«Fitch espera precios más altos para materias primas como la brea, el coque y la soda cáustica y que los altos precios de la energía continúen impactando en las ganancias durante al menos la primera mitad de 2023, lo que resultará en márgenes más ajustados antes de moderarse durante el período analizado», destacan desde la agencia de rating.

Frenazo con la alúmina

En este sentido, los expertos de la firma estadounidense pasan también revista por el negocio de Alcoa con la alúmina. La compañía ha recortado a la mitad la producción en su planta de alúmina de San Cibrao (la de aluminio permanecerá cerrada hasta enero de 2024) tras perder más de 20 millones de dólares al mes.

Desde Fitch explican que Alcoa Worldwide Alumina and Chemicals (AWAC), la sociedad controlada al 60% por Alcoa y al 40% por Alumina Limited ha contribuido de manera habitual con entre 200 y 500 millones de dólares al resultado del grupo. Sin embargo, para 2023 prevén que esta cantidad sea «significativamente inferior dado el viento en contra con los costes».

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