Manuel Añón, Tino Fernández, Zendal… Los gallegos que compran empresas a pesar de la crisis

El grupo Añón, líder en distribución de acero, se comió tres empresas el pasado año, mientras que Altia adquirió otras dos este mismo verano. Todo, mientras la farmacéutica de Pedro Fernández Puentes apuesta por adquisiciones en el terreno de la salud animal

Manuel Añón, Tino Fernández y Pedro Fernández Puentes

Grupo Añón, Altia o Zendal forman parte de las empresas gallegas que han adquirido empresas a pesar de la crisis pandémica primera e inflacionaria luego

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De la crisis del Covid primero a la energética e inflacionaria después, la expansión orgánica e inorgánica de muchos grupos empresariales se ha frenado. Aunque no de todos. En Galicia hay numerosos ejemplos de compañías que no solo han seguido creciendo, sino que, además, han apostado por salir de compras en los últimos dos años.

Uno de los casos más llamativos es el de Hierros Añón, el discreto imperio siderúrgico del empresario larachés Manuel Añón. El pasado año, cuando la subida de los precios eléctricos y de las materias primas comenzaba ya a hacer estragos en el sector industrial, el grupo gallego adquirió tres empresas en España por más de 50 millones de euros.

Hierros Añón

En menos de doce meses, el empresario que vendió la siderúrgica que tenía en A Laracha al grupo catalán Celsa, se hizo con el 100% de Tubos Mecánicos, en una compra al gigante vasco Tubacex, con Tubos del Mediterráneo, con base de operaciones en Sagunto, y con Tubos de Legutiano Automoción, de Álava.

Según se revela en las últimas cuentas de Hierros Añon depositadas ante el Registro Mercantil, el desembolso por la primera llegó a los 27,7 millones de euros, mientras que la operación por el 100% de las acciones de Tubos del Mediterráneo ascendió 18,7 millones de euros y la de Tubos de Legutiano rondó los dos millones de euros.

Todo esto en un año en el Grupo Añón firmó récord de facturación y beneficios, según apuntan distintas fuentes empresariales, a la espera de la publicación de sus cuentas consolidadas, que revelarán las cifras de la compañía.

Altia

En el capítulo de compañías gallegas con apetito inversor a pesar de las turbulencias del mercado se posiciona también de forma destacada Altia, la consultora coruñesa de Tino Fernández, conocido también fuera del ámbito empresarial por haber sido presidente del Deportivo de A Coruña. Desde 2019 hasta ahora, su grupo ha dado un salto cuantitativo enorme al engullir tres firmas, destinando a estas inversiones más de 40 millones de euros. Bien es cierto que el sector tecnológico, al contrario que los demás, vio ampliado su objeto de negocio con la pandemia, que aceleró la digitalización de las empresas.

A finales de 2019, el grupo con base de operaciones en Oleiros (A Coruña) adquirió la consultora lusa Noesis Global, en una operación tasada en 14 millones de euros, que se dividió en tres fases: pagó 8,1 millones en el momento de la transmisión de las acciones, otros 3,3 millones el abril de 2020 y 2,6 millones en abril de este año.

Sin embargo, Fernández continuó de compras este ejercicio, a pesar de los vaivenes de los mercados por la guerra en Ucrania. A mediados de julio, la coruñesa anunció la adquisición del 100% de la consultora Wairbut, con sede en Madrid, en una operación que sobrepasó los 5,4 millones.

Unos días después, la cotizada del BME Growth sorprendió al mercado con otra compra de relumbrón: la vasca Bilbomática, por un importe de 24 millones de euros.

Zendal

Zendal, el grupo farmacéutico con sede en O Porriño, es otra de las firmas gallegas que ha salido de compras, pese a todo, en los últimos dos años. Se explica en su caso por el gran crecimiento experimentado por su negocio durante la pandemia. Al margen de su expansión orgánica, con fuertes inversiones proyectadas tanto en Galicia como en Portugal, donde levantará un complejo industrial con una inversión de 80 millones, el pasado año, los de Pedro Fernández Puentes –también vicepresidente de Pharma Mar– anunciaron la compra de la leonesa Laboratorios Ovejero para reforzar su área de salud animal.

En sus últimas cuentas depositadas ante el Registro Mercantil no indica el valor de la operación, aunque sí explica que la inversión realizada a finales de 2021 sobrepasaba los dos millones de euros. Ese es el valor que otorga a sus participaciones en las sociedades Laboratorios Ovejero, Diomune y las filiales de la leonesa en México, Perú y Argentina.

La operación, en cualquier caso, no ha supuesto un camino de rosas para Zendal. Según anunció El Diario de León el pasado verano, la farmacéutica pontevedresa habría solicitado concurso voluntario de acreedores para su nueva adquisición. Ovejero llegó a acumular, en el pasado, hasta 15 millones de euros de deuda, aunque la entrada del grupo gallego habría ayudado a rebajarla. El concurso, en teoría, no es una escapada, sino que permitirá reordenar el pasivo, confeccionar un plan de pagos y, así, culminar su integración en el negocio de forma saneada.

Prueba de que las dificultades de Ovejero no han frenado el apetito inversor es que en mayo de este año anunció la adquisición del 46% de Maymó, una empresa también especializada en salud animal con laboratorios en Barcelona y Madrid y con una plantilla cercana al centenar de trabajadores.

El importe del desembarco no ha trascendido. La facturación de los dos laboratorios de Maymó ronda los 20 millones de euros.

De Profand a Frinsa

En el sector pesquero, a la hora de hablar de compras destaca Profand, la gran proveedora gallega de Mercadona. Su crecimiento se aceleró a finales de 2019 con la compra al propio grupo de Juan Roig de la zaragozana Caladero, en una operación que se habría aproximado a los 90 millones de euros y con la que disparó su cifra de negocio.

El pasado año, además, el grupo pesquero se impuso en la puja por los activos de Isidro 1952, en liquidación, y se adjudicó una planta de elaboración y su frigorífico, además de la piscifactoría de trucha del malogrado grupo en una operación que habría rondado los 10 millones de euros.

Este ejercicio, además, Corporación Financiera Alba, el holding de la familia March, desembarcó en el gigante de Enrique García Chillón, convirtiéndose en su segundo mayor accionista, con una participación de un 23,7%.

En el ránking de empresas gallegas que han realizado adquisiciones en pandemia también sobresale Frinsa, la conservera de Ramiro Carregal, que el pasado 2021 se hizo con el 75% del capital de Exportadora de Conservas, matriz de la tercera conservera portuguesa, A Poveira, en una operación que daba continuidad a la adquisición en 2019 del 50% de la compañía lusa.

En el terreno financiero destacan las adquisiciones de los últimos años de Abanca, que a principio de ejercicio superó por primera vez gracias a ellas los 100.000 millones de volumen de negocio. Los de Juan Carlos Escotet se expandieron en Madrid, País Vasco, Extremadura y Portugal con las integraciones de Bankoa, la red española de Deutsche Bank y el negocio en España de Novo Banco.

Las compras que no llegaron a ser

A lo largo de estos últimos años de pandemia también hubo quien intentó una compra de alcance y no lo logró en el último momento. Fue el caso de la primera siderúrgica gallega, Megasa, que en 2020 trató de adquirir el grupo extremeño Gallardo Balboa. De haber salido adelante la operación, se habría consolidado como una de las grandes del sector a nivel europeo.

Según medios extremeños, llegó a ofrecer 190 millones de euros, aunque finalmente fue el grupo local Cristian Lay, presidido por la primera fortuna Forbes de la comunidad, Ricardo Leal, quien se quedó con el negocio.

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