Naviera de Galicia cambia de rumbo: negocia con astilleros y armadores la ampliación de su flota

El grupo de Darío Amor asegura que mantienen negociaciones con astilleros tanto españoles como extranjeros para modernizar su flota sin descartar "recurrir a adquirir buques de segunda mano”, tras cerrar 2024 con una caída de ingresos del 23% y descender su beneficio neto a la tercera parte

Imagen de archivo de uno de los buques de la flota de Navigasa

Imagen de archivo de uno de los buques de la flota de Navigasa

Naviera de Galicia (Navigasa), con accionistas gallegos y base de operaciones en A Coruña pero buques abanderados en Madeira desde hace unos años, busca ser de nuevo un referente en el mar. Para ello, cambia el rumbo y negocia actualmente con astilleros y armadores tanto la construcción como compra de buques mercantes para ampliar su flota. Las dos opciones son válidas para el grupo. Así lo reconoce la compañía de Darío Amor en su memoria correspondiente a 2024, ejercicio en el que vio caer tanto ventas como beneficios.

La compañía admite la caída del negocio y aporta los motivos. “Durante 2024, se ha producido un descenso considerable de la cifra de negocios respecto al año pasado, en concreto de un 23,1%. Esta caída se explica por la venta, a mediados del ejercicio, del buque Finita R”. El resultado neto de Naviera de Galicia el ejercicio pasado cayó a la tercera parte, prácticamente dos millones de euros, frente a los 6 millones que había firmado un año antes.

Caída de resultados

“La disminución del resultado del ejercicio”, señala la compañía, “es consecuencia de dos factores. Por un lado, la venta del buque Finita R y, por otro, la diferencia por los resultados en enajenaciones de inmovilizado, ya que en el ejercicio 2023 se vendieron los buques Manuela E y Roibeira”.

El fondo de maniobra de Navigasa permite mirar el futuro con optimismo: ascendía a 11,6 millones de euros en diciembre del año pasado, incrementándose respecto al ejercicio anterior en 2,7 millones. “La sociedad, por tanto, cuenta con una buena situación patrimonial y un fondo de maniobra suficiente como para prever que no tendrá problemas de liquidez a corto plazo”, asegura la compañía.

Las negociaciones

Tanto es así que el grupo de Darío Amor “en la actualidad mantiene contactos con diversos astilleros, tanto nacionales como extranjeros, para evaluar la posibilidad de construir nuevos buques que sustituyan a los vendidos en los ejercicios 2023 y 2024, modernizando de esta forma la flota existente”. “Tampoco se descarta la posibilidad de recurrir a adquirir buques de segunda mano que cumplan con las características técnicas, económicas y comerciales exigidas por la naviera”, dicen.

Entre las previsiones de Navigasa, los administradores esperan cerrar el ejercicio 2025 con una cifra de negocio cercana a los 8 millones de euros y un beneficio neto de 0,5 millones de euros, sin resultados extraordinarios. En su memoria de 2024, en los hechos posteriores al cierre del ejercicio, vuelven a insistir en que “sí que se están estudiando nuevas posibilidades de negocio que pueden mejorar considerablemente los resultados previstos en los presupuestos aprobados por el consejo”.

La flota de Darío Amor

A diciembre de 2024 Navigasa disponía de dos buques en propiedad: Herbeira Roibeira, uno menos que en 2023, ya que durante el año pasado enajenó el Finita R. El beneficio obtenido por esta operación se situó en 1,5 millones de euros. Un año antes, en 2023, había firmado la venta de los buques Manuela E. y Sonreiras. El beneficio obtenido por esta operación ascendió a 4,8 millones.

El grueso de los ingresos de Navigasa procedía el año pasado del arrendamiento en modalidad de time charter (flete por un tiempo definido) de los dos buques de su flota, generando unos ingresos de 5,1 millones de euros en la cuenta de pérdidas y ganancias.

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