Norvento, Agroamb y la consultora Medrar también se bajan del proyecto de biogás tras la renuncia de Carmen Lence

Las tres firmas participaban al 40% en el consorcio liderado por el Grupo Lence para levantar una planta de tratamiento de purines junto a sus instalaciones de O Ceao

Fábrica de Leche Río en Lugo

Fábrica de Leche Río en Lugo

La renuncia del Grupo Lence deja en el aire el mayor proyecto gallego para el tratamiento de purines y su transformación en biocombustibles. Carmen Lence, CEO del principal grupo lácteo de la comunidad, ha anunciado este jueves su decisión de abandonar esta iniciativa que impulsaba junto a sus socias Norvento, Agroamb Prodalt y Medrar Smart Solutions para levantar una planta de biogás junto a sus instalaciones de O Ceao.

«Para ahorrarle a la sociedad esta película tan repetida, y a los que se iban a comprar el chaleco de Non aos cheiros de LuGaz, 10 euros, Grupo Lence abandona el proyecto LuGaz«, apuntaba la empresaria gallega a través de una columna de opinión en el diario El Progreso. «No estamos dispuestos a ser los protagonistas de la misma película que ya hemos visto hasta la saciedad donde los únicos beneficiados son los que pretenden hacer política a costa de la reivindicación de turno», explicaba, en relación ante los primeros coletazos de una contestación vecinal, tras la cual ve intenciones partidistas.

La decisión del Grupo Lence deja en el aire este proyecto que llevaba aparejada una inversión de nueve millones de euros y que ya había conseguido asegurarse alrededor de siete millones en concepto de ayudas europeas. Y es que el Grupo Lence jugaba un papel clave en esta iniciativa.

Así era el consorcio

La firma era la principal accionista del consorcio al controlar una participación del 60%, superior al 20% de Norvento, el 19% de Agroamb Prodalt y el 1% de la startup Medrar Smart Solutions, según aseguran fuentes conocedoras del proceso. Además, esta planta de biogás con capacidad para procesar hasta 55.000 toneladas anuales de purines se ubicaría en una parcela anexa a la planta láctea del Grupo Lence en O Ceao.

La propia Carmen Lence comunicó la renuncia del grupo tras hablarlo previamente con el resto de responsables de la empresa del consorcio. La decisión se produce apenas un mes de que la iniciativa recibiese la consideración de Proyecto Industrial Estratégico por parte de la Xunta de Galicia. El Ejecutivo gallego ponía en valor que implicaría la creación de 10 empleos directos y 20 indirectos y, además, destacaba que esta planta de biometano contaría con una capacidad para inyectar hasta 19 gigavatios/hora anuales a la red de gas natural.

La fábrica contemplaba también el aprovechamiento del material orgánico resultante del proceso de digestión anaerobia (realizado para obtener biometano) para la obtención de un producto fertilizante.

El proyecto LuGaz era una forma de hacer lo que tantas veces decimos que queremos: apostar por la innovación, por la sostenibilidad y por el futuro del rural. Lugo es la provincia con más vacas de ordeño en España. La leche y las ganaderías no son un sector más: son el corazón económico y social de la provincia. Mantienen vivo el campo, sostienen miles de familias, previene el abandono rural y tiene un gran potencial de crecimiento. Pero también necesitan soluciones reales», defendía Carmen Lence en su columna de opinión.

Con el proyecto paralizado, solo un apoyo unánime de todo el arco político permitiría reactivarlo. Mientras esto no se produzca, el tiempo juega en contra. La planta tiene ya realizado el grueso de los trabajos de ingeniería, pero en el horizonte emerge una fecha clave para poder seguir adelante con la hoja de ruta: mayo de 2026.

Esta es la fecha estipulada por las autoridades europeas para que la planta disponga de la financiación y los permisos necesarios de cara a su inicio de construcción. El plazo estimado de las obras se situaba en los dos años.

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