Pérdidas en la planta de alúmina de Alcoa, su negocio más rentable en España

La multinacional del aluminio expone en la memoria de sus cuentas trimestrales los conflictos que mantiene en el estado y advierte de que Alúmina Española “ha incurrido en pérdidas operativas recientes”

Trabajadores de Alcoa se manifiestan para defender el futuro de la fábrica de aluminio en San Cibrao. Foto: César Arxina/Europa Press

Trabajadores de Alcoa se manifiestan para defender el futuro de la fábrica de aluminio en San Cibrao. Foto: César Arxina/Europa Press

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Casi mil vehículos participaron este domingo en una caravana hasta Burela convocada por el comité de empresa de Alcoa en San Cibrao bajo el lema Enerxía Solución. Una vez que el Supremo ha confirmado la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que anuló el ERE que la multinacional pretendía poner en marcha en la factoría de aluminio primario, los representantes de los trabajadores creen que al Gobierno central le corresponde mover ficha. Demandan la intervención pública a través de la SEPI, así como medidas que mitiguen el elevado coste eléctrico de la planta. La compañía, por su parte, insiste en que, si no se soluciona el precio energético, el histórico activo de A Mariña seguirá sumido en pérdidas millonarias. Pero, además, en la memoria trimestral del grupo, remitida a finales de la pasada semana a la SEC, el equivalente americano a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, los administradores de la firma de Pittsburgh exponen que la planta de alúmina, que en los últimos años había sido la más rentable del complejo, “ha incurrido en pérdidas operativas”.

Alúmina: hasta 2019 en beneficios

La realidad es que ya a principios del pasado año, antes de que se desatase el conflicto de San Cibrao, el presidente de Alcoa en España, Álvaro Dorado, comunicó a la plantilla que las previsiones eran malas. Pasaban por finalizar el ejercicio con números rojos no solo en la factoría de aluminio primario, sino también la de alúmina, debido (en aquel momento) tanto a la caída de los precios de los metales como al coste energético.

Las cuentas correspondientes al ejercicio 2020 de la sociedad Alúmina Española, de la que cuelga la división lucense, todavía no están disponibles para su consulta en el Registro Mercantil. El 2019, el año antes de la pandemia, lo cerró con un beneficio de 20,7 millones de euros y una facturación de 512 millones de euros. Las ganancias se redujeron a la cuarta parte desde los 94 millones que se anotó en 2018. Ese ejercicio, la compañía envió cargamentos de alúmina a sus, por aquel entonces, plantas en A Coruña y Avilés por valor de 90 millones de euros. En 2019, cuando se produjo la venta al fondo Parter, las cuantías cayeron en picado: apenas 3 millones en cada centro.

Afectada por la huelga y el precio eléctrico

Este 2021, no obstante, tanto el precio de aluminio como el de la alúmina repuntaron de forma notable. Aún así, en su último informe trimestral, indica la corporación Alcoa que “Alúmina Española ha incurrido en pérdidas operativas recientes”, que podrían dar lugar “a una posición de pérdida acumulada de tres años” superado el ejercicio en curso. A falta de dar a conocer datos concretos que cuantifiquen la caída, apuntan al origen de la misma. “A pesar de los recientes aumentos favorables en el precio de la alúmina del único activo operativo de Alúmina Española, la refinería de San Cibrao, los altos costes energéticos en España y la huelga de trabajadores que se reanudó el 27 de septiembre de 2021, suponen un reto para la rentabilidad de la entidad”, exponen.

En todo caso, la planta de alúmina, en la que Alcoa tiene como socio a la australiana Alumina Limited, se ha mantenido siempre al margen de la sombra del cierre que pesa sobre la factoría de aluminio primario. El pasado año, cuando los británicos de GFG Alliance se interesaron por el activo, la multinacional insistió en que no estaba en venta.

Resolución del Supremo

Al margen de la situación de Alúmina Española, con respecto a la huelga de los trabajadores y la crisis eléctrica, Alcoa advierte de que “se espera que las operaciones de refinación y fundición de San Cibrao enfrenten costes de energía y materias primas significativamente más altos”. Como ya adelantó en la presentación de resultados trimestrales, la compañía estima que el impacto del paro podría llegar a los 90 millones de dólares en el último trimestre del año. “Además, se espera que los retrasos en los envíos relacionados con la huelga y los costos más altos tengan impactos desfavorables en el capital de trabajo y el flujo de efectivo operativo de la compañía”, destaca.

En el citado documento remitido al supervisor estadounidense, Alcoa también da cuenta de otros frentes en España. De hecho, incluye la decisión del Supremo anunciada la pasada semana de desestimar su recurso de casación contra la sentencia del TSXG de anuló el ERE en la fundición de San Cibrao. En línea con lo indicado en España, explica que “la compañía continúa evaluando posibles soluciones para la fundición, que ha seguido incurriendo en pérdidas financieras persistentes y recurrentes”. “La posición de Alcoa es que se requiere una solución energética económicamente viable antes de que se contemple cualquier venta a un tercero”, añade.

Reclamación de las compensaciones por CO2

También destaca que mantiene una pugna con el Ejecutivo central a causa de la reclamación de 34 millones de euros por créditos de compensación de CO2. “En junio de 2021, el Ministerio de Industria inició el proceso para solicitar el reembolso de 34 millones de euros en créditos de compensación de CO2 relacionados con los ejercicios 2018 y 2019, que estaban sujetos a una disposición a tres años basada en operaciones y empleo continuos”, explica.

Como ya adelantó Economía Digital Galicia, la solicitud de devolución está directamente relacionada con la decisión de Alcoa de iniciar un ERE en San Cibrao. La multinacional discrepa de los motivos de la reclamación del Gobierno “ya que no se concluyó el proceso de despido colectivo y se mantiene el funcionamiento y el empleo en San Cibrao”, motivo por el que ha presentado “un recurso de apelación”. Añade que, “además, y debido a las mismas circunstancias, Alcoa no recibió los créditos de compensación de CO2 ganados en 2020”.

Este domingo, el vicepresidente económico de la Xunta, Francisco Conde, insistió en la necesidad de que Alcoa y Gobierno vuelvan a sentarse a la mesa, para poder negociar una salida para San Cibrao que pase, si es necesario, por la intervención de la SEPI.

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