Talgo pierde 7 millones en el primer trimestre y defiende la “fiabilidad” de los trenes Avril
A pesar de que en el inicio de sus operaciones el año pasado en España registraron numerosas incidencias, según aseguraba el Ministerio de Transportes, la compañía destaca la "altos niveles de fiabilidad y disponibilidad, a la altura de las expectativas" de los trenes de la serie S106, que operan en la línea de Alta Velocidad que conecta Galicia con Madrid

Tren Avril de Talgo. Talgo
El fabricante de trenes Talgo ha registrado durante los tres primeros meses del año unas pérdidas de 7,1 millones frente al beneficio de 10,4 millones registrado en el mismo periodo del año pasado.
Según sus últimas cuentas trimestrales, la caída de la facturación ha estado provocada por el menor grado de avance en la fabricación planificada de sus trenes, al mayor coste de los convoyes de alta velocidad en España, al incremento de los gastos financieros y a una mayor amortización debido a las inversiones realizadas en los años previos.
Los ingresos en este periodo fueron de 154,2 millones de euros, un 7% inferiores a los del año pasado, al mismo tiempo que el resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de 13,6 millones, un 32% menos, lo que arroja un margen de rentabilidad del 8,8%, frente al 12% anterior.
«El entorno en los tres primeros meses del año puede considerarse complejo, con una disminución de la actividad de fabricación por los retos de los proyectos en curso y la bajada en el número de kilómetros realizados por la flota de las series 102/112 de Renfe, de cuyo mantenimiento se encarga Talgo», explica la compañía.
También ha registrado un mayor gasto de amortización como consecuencia de las inversiones realizadas en pasados ejercicios para desarrollar las plataformas Talgo Avril –los trenes de Alta Velocidad que operan entre la línea entre Madrid y Galicia– y Talgo 230, y un incremento de los gastos financieros.
Sobre el primero de esos trenes, defiende que tiene «altos niveles de fiabilidad y disponibilidad, a la altura de las expectativas», pese a que en el inicio de sus operaciones el año pasado en España registró numerosas incidencias, según aseguraba el Ministerio de Transportes.
En cuanto al Talgo 230, cuyas primeras unidades prevé entregar en el segundo semestre del año al operador alemán DB, señala que se encuentra en negociaciones para adaptarse a las necesidades del cliente y al ritmo industrial, después de que la entrega se haya retrasado cerca de un año.
Retira las previsiones
Precisamente, esta última coyuntura ha provocado que la compañía no haya dado previsiones para el año 2025, debido a la dificultad de estimar con precisión las principales magnitudes del negocio, así como por el periodo de transición en que se encuentra su estructura de capital, con la entrada pendiente del consorcio vasco liderado por Sidenor en sustitución del fondo Trilantic.
La cartera de proyectos superaba los 4.000 millones de euros a finales de marzo, en línea con las cifras del año pasado, aunque ya ha detectado oportunidades de próximas licitaciones que podría ganar por valor de 11.600 millones de euros, de los que ya ha pujado por contratos de 5.800 millones de euros.
Las actividades de mantenimiento representan actualmente en torno al 50% de la cartera de pedidos de la empresa a través de proyectos a largo plazo en ocho países, lo que defiende que «impulsan la estabilidad y proporcionan un flujo de caja fiable, al tiempo que se amplía la base instalada con nuevas entregas».
En el plano laboral, Talgo destaca que se ha reducido en casi un 50% las ratios de accidentalidad y gravedad, en comparación con el mismo periodo de 2024.