Las listas de espera se disparan en Cataluña: 640.277 pacientes sin covid

La consulta externa es el principal escollo de CatSalut, con 356.502 pacientes en lista de espera a diciembre de 2020 (100.000 más que en junio)

Entrada del Hospital del Mar de Barcelona. Este centro y los demás del sistema sanitario catalán tienen listas de espera que superaban los 640.000 pacientes hasta finales de 2020 | EFE/QG/Archivo

Entrada del Hospital del Mar de Barcelona. Este centro y los demás del sistema sanitario catalán tienen listas de espera que superaban los 640.000 pacientes hasta finales de 2020 | EFE/QG/Archivo

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El sistema sanitario catalán atraviesa la tercera ola de coronavirus mientras las listas de espera no dejan de crecer. A diciembre de 2020, había 640.277 pacientes esperando una cita en consulta externa, pruebas diagnósticas o una cirugía, según datos del Servei Català de la Salut (CatSalut) consultados por Economía Digital (ED).

Con la atención primaria volcada al 100% en la pandemia, el sistema ha quedado en una situación muy vulnerable. «Ahora solo hay Covid; no se atiende nada más que Covid, y la gente está sin atención primaria«, explica a ED Carmen Flores, presidenta de la asociación Defensor del Paciente.

En sus memorias de 2020, esta asociación sitúa a Cataluña como la comunidad autónoma con las listas de espera quirúrgicas más abultadas de toda España, atendiendo a los datos recogidos por el Sistema Nacional de Salud (SNS) en junio de 2020. Mucho ha cambiado desde entonces, tal como lo reflejan las desoladoras cifras oficiales de CatSalut.

Las consultas, el principal escollo

Las largas esperas para una operación no son siquiera el mayor de los problemas de la sanidad pública catalana. En total, 144.652 personas esperaban a finales de 2020 el «sí» definitivo a sus intervenciones quirúrgicas pendientes, lo que representa incluso un ligero declive con respecto al verano (167.516 pacientes, según el SNS).

El principal escollo es la consulta externa. Los especialistas que trabajan en los centros de salud catalanes tienen una montaña de asuntos pendientes: 356.502 personas esperan a que les atiendan, lo que supone usualmente el paso previo a una operación, lo que a su vez representa otro periodo de demora.

En contra de lo que ha sucedido desde junio con la lista de espera para intervenciones quirúrgicas, en la consulta externa la presión se ha disparado. A mediados del año pasado, el SNS cifraba en 255.047 pacientes la lista de espera para ver a un especialista; es decir, en los siguientes seis meses la lista creció en más de 100.000 personas.

Tampoco es mejor la cola para obtener pruebas diagnósticas: 139.123 personas estaban aún esperando su turno a finales del pasado diciembre. Y es así —sumando las listas de espera de operaciones, consulta y pruebas— que se llega a la cifra de más de 640.000 ciudadanos en Cataluña cuya salud corre peligro por el letargo del sistema sanitario.

La voluminosa lista de espera de la sanidad pública catalana representa al 8,3% de la población de esta comunidad.

Sanitarios de la UCI del Hospital Universitario de Bellvitge atienden a pacientes de coronavirus tras el impacto de la tercera ola. EFE/ Enric Fontcuberta
Sanitarios de la UCI del Hospital Universitario de Bellvitge atienden a pacientes de coronavirus tras el impacto de la tercera ola | EFE/ Enric Fontcuberta/Archivo

La lista de espera de la lista de espera

Las memorias de 2020 del Defensor del Paciente, publicadas esta semana, recogen datos como que una intervención de rodilla o de oftalmología puede demorar hasta cinco meses en consumarse. Existen casos de personas que reciben el pronóstico médico de ceguera y, a la vez, la comunicación de espera para ser operados.

Otras intervenciones quirúrgicas pueden tener una espera de hasta un año y ya se dan casos, según esta asociación, de pacientes a los que les dan cita en diciembre. «Las expectativas no son nada halagüeñas» en este sentido en Cataluña, reza el informe, que critica a la Generalitat por las privatizaciones de la sanidad y la escasa dotación de recursos al sistema.

«Los gestores sanitarios han dilapidado los presupuestos para poder hacer frente a las operaciones que han quedado pendientes tras la crisis que ha dejado el coronavirus. Como consecuencia del colapso provocado por la pandemia, se suspendieron la mayoría de las intervenciones quirúrgicas no urgentes y las consultas externas», apostilla la asociación.

«El cuello de botella es más que significativo», dice el Defensor del Paciente. La presidenta de la organización añade que hay pacientes que, cuando llegó la pandemia, llevaban un año en lista de espera. Algunos, siguen. «Muchas de esas personas son reincidentes en la lista de espera: siguen esperando, aunque la administración no las cuente en los datos oficiales».

Esto que explica Carmen Flores es como si hubiese una lista de espera para la lista de espera y es, precisamente, lo que refleja el dato de los 640.000 pacientes que aguardan una llamada de CatSalut. Mientras la lista de espera para operarse es de casi 145.000 personas, la lista de espera para entrar en esa señalada lista de espera es de casi medio millón.

Un problema «catastrófico»

La fundadora del Defensor del Paciente indica que este no es un problema únicamente sanitario, sino que también tiene múltiples consecuencias a nivel económico. En ese sentido, es «catastrófico» para la sanidad pública, porque mientras esas personas no sean intervenidas necesitan asistencia continuada, probablemente cobren una baja o puedan ser despedidos.

«Una persona que necesita una intervención, aunque sea liviana, tiene una urgencia porque necesita que la mejoren cuanto antes de su patología», explica Flores, que además insiste en que Cataluña «tiene una asignatura pendiente», como muchas otras comunidades, por sus desmesuradas listas de espera y el necesario refuerzo de sanitarios.

La asociación reconoce que es destacable que el Govern presentara un plan para reforzar los centros de salud con 3.800 profesionales más y una inyección de 127 millones de euros anuales. Pero no es suficiente. «La falta de especialistas es muy importante y la atención primaria debería ser reforzada«, subraya Flores.

A su juicio, la pandemia no puede ser tampoco la excusa para estas listas de espera. «Hay cosas que no tienen razón de ser, como que las personas que necesitan fisioterapia o tratamiento de diálisis… nada de eso lo puede parar una pandemia porque no tiene nada que ver con el virus». «Se han dado palos de ciego en todos los sentidos«, concluye.

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