Lora, un elegante puente gastro entre Barcelona y Beirut

El nuevo restaurante del hotel SLS en Barcelona presenta una carta basada en ingredientes de proximidad con recetas de la cuenca mediterránea

Alojado en el hotel SLS, Lora se encuentra en la zona de Port Fórum. Foto: Lora.

El nuevo hotel SLS llegó a Barcelona por la puerta grande. Con 471 habitaciones (solo superado por un par por el Hotel W), el flamante establecimiento es la gran esperanza blanca en la resurrección del Port Fòrum, el gigantesco espacio náutico y de ocio que, excepto grandes festivales como Primavera Sound o la Feria de Abril, tienen muy poca actividad durante el año.

Este hotel, que gracias a su innovador diseño logra que todas las habitaciones tengan vista al mar, se encuentra técnicamente en Sant Adrià de Besòs, a un minuto de la frontera con Barcelona, razón catastral por la que puede esquivar el cerrojo de la moratoria hotelera que rige en la ciudad condal desde 2015.

2. Tartar de atún rojo y otros platos inspirados en el Mediterráneo. Foto: Lora.

Para mediados de año el flamante establecimiento contará con seis espacios para comer y beber: por ahora están abiertos el restaurante mediterráneo Lora, el local de tapeo L’Anxova Divina y el bar Lounge. Entre mayo y el verano, llegarán la coctelería Kyara, el bar Coral y la terraza Cósmico. Vamos a conocer al primero de ellos.

El homenaje al ‘Mare Nostrum’ de Lora

Lora es el barco más importante de la flota gastro de SLS. Se trata de una gran sala con un sector adjunto que se adapta como privado y que, en línea con el hotel, apuesta por números grandes, con una capacidad para 330 personas.

Detrás del proyecto se encuentra el estudio de hostelería londinense Studio Paskin, responsable de una media docena de sitios exclusivos de Londres como Evelyn’s Table (ganador de una estrella Michelin), The Barbary o The Palomar. “Al estar tan cerca del mar, nos inspiramos en el Mediterráneo, pero queríamos ir más allá; por eso buscamos que Lora sea un lugar para conectar con África y Oriente Medio”, describe Layo Paskin acompañado de su hermana Zoë.

El espacio, bendecido por la generosa cuota de luz que entra por los ventanales, lleva la firma del estudio de interiorismo AvroKO, que con los tonos ligeramente pastel, recuerda a los años en que Barcelona se quitaba el corsé del franquismo para abrirse al mundo y en que Beirut era la París de Oriente Medio, antes que las guerras civiles y religiosas la arruinaran. Vitrales, mosaicos, toques de madera y plantas en las alturas le dan un toque innovador que no es invasivo.

La lubina en crudo. Foto: Lora.

Cocina con alma

La sala principal recuerda a los patios de las casas del Magreb, donde una gigantesca cocina abierta que cada tanto se ilumina con las llamaradas de la brasa es la protagonista. Su director culinario, Juan Gómez, describe al lugar como “un espacio con alma”, y por ello, ha diseñado una carta con alma mediterránea, que además de Barcelona y Beirut, también haga escalas en Marsella, Atenas, Alejandría o Tánger.

“Queríamos que Lora sea un lugar para conectar Barcelona con África y Oriente Medio”, dicen en el Studio Paskin, creadores del restaurante

El menú degustación que nos ofrecieron en Lora estaba a tono con la tónica del lugar: todo es a lo grande. Así, solo de entrantes, presentaron siete platillos, entre crujientes de pescado especiados, brochetas de cordero con especias merguez, humus con tatbilla, borani de espinacas (con yogurt y queso feta), el puré de huevas de pescado ikra junto con verduras crudas para dipear y el exquisito pan tipo brioche kubaneh/naan, uno de los tres panificados elaborados en horno de piedra.

Paletilla de cordero cocinada 12 horas. Foto: Lora.

Del apartado de crudos y ensaladas, llegaron la lubina en crudo (que recuerda en sabor al ceviche) y el tartar de atún rojo (muy recomendado), que en la carta, dialogan con el fattoush (con tomate, pepino, rabanitos, queso feta, etc) y el carpaccio de tomate. En este punto, nos comentan que uno de los objetivos de Lora es reducir al máximo posible los desperdicios, razón por la que “cuanto menos elementos usemos, mejor”, describe Gómez.

Productos cercanos, recetas del Mediterráneo

En ese marco, es interesante como productos de proximidad se presentan bajo la pátina de recetas mediterráneas, como los pimientos asados y marinados, la patata harra, la col puntiaguda o las berenjenas a la brasa, el coliflor picante o el exquisito arroz persa en costra, con el toque que solo le puede imprimir el azafrán.

El local tiene una capacidad de 330 comensales. Foto: Lora.

Ya estábamos al límite de las fuerzas con tamaño despliegue de platos, pero era imposible dejar de probar el excelente pescado del día a la brasa (en nuestro caso, fue un pargo). O el pulpo a la brasa con hamoosta (con queso de yogur de cúrcuma, espinacas y garbanzos crujientes).

Pero sepan que en el apartado de mar también están la lubina con chérmula (salsa con especias aromáticas) y los calamares a la brasa; mientras que para los amantes de la carne, en Lora brillan con la paletilla de cordero asada durante 12 horas y caramelizada, el tajín de pollo amarillo y albaricoque, el entrecot de 300 gr de ternera de Girona, o el inabarcable chuletón de vaca frisona de 1 kg.

Postres y copas

Pero siempre hay lugar para el postre, y así probamos un rico bougatsa (crujiente de pasta filo y crema pastelera con helado de vainilla) y el sorbete de limón con yogur; creaciones que comparten espacio con la copa de brownie con helado de café y caramelo de sésamo, o el malabi (flan de azafrán, peras asadas y pistacho).

El local cuenta con una docena de cócteles de autor. Foto: Lora.

Durante la cena nos acompañó el albariño Pazo das Bruxas, de Torre Penelas (DO Rías Baixas); una interesante muestra de una carta de bebidas que se extiende por más de 70 referencias de tintos, blancos, rosados, espumosos y cavas de España, Italia, Francia, Turquía, Líbano y Eslovenia.

Ya sea para apertura o cierre, en la sala del Lora o en la coctelería Kyara, hay media docena de cócteles de autor que hay que tener bajo el radar, como el refrescante Siroco (whisky japonés Toki Original, miel de timo, limón y champagne Veuve Cliquot Yellow Label). Y sin olvidar la larga lista de destilados, muchos de alta gama, que proponen un brindis por este nuevo restaurante.

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