Además de sus hermosas costas, en los pueblos de la Costa Brava hay un divertido abanico de propuestas para disfrutar con la familia. Elegimos seis de ellos
La villa medieval de Cardona y su imponente castillo abren sus puertas a los visitantes, mientras que una gigantesca montaña de sal recuerda su milenaria explotación
Desde el Monasterio de Santa María la Real, en Palencia, además de las visitas teatralizadas se proponen rutas por la región para conocer el rol de la mujer en la Edad Media y las huellas del erotismo de los templos románicos
Cada dos años Genalguacil, en la Costa del Sol, organiza un encuentro donde los artistas crean obras que luego quedan en las calles y plazas del pueblo
Pueden tener arenas doradas o negras, ser solitarias o populares. En la variada geografía de Tenerife hay toda clase de playas para desconectar, divertirse y refrescarse