Daurella se endeuda para controlar Coca-Cola

Coca-Cola European Partners planea emitir bonos por 3.000 millones de euros, con lo que su presidenta duplicará el pasivo al que se enfrentan sus empresas

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Coca-Cola European Partners, el gigante que distribuye el popular refresco en Europa y que, después de varias fusiones, preside la catalana Sol Daurella, está preparando su salida a bolsa.

Pero antes, los socios europeos de la firma, con la española a la cabeza, deben consolidar su poder en la embotelladora con un pago de 3.300 millones de dólares (unos 3.000 millones de euros) a Coca-Cola Entreprises, para lo que emitirán bonos que duplicarán la deuda de las empresas de Daurella hasta los 6.000 millones de euros.   

La que es la mayor embotelladora independiente de la marca de refrescos inició hace pocos días un road show, que culminará esta semana, para tantear a los inversores y emitir bonos si las condiciones de mercado son favorables.

Esta deuda se destinará a pagar 3.300 millones de dólares a los accionistas de la norteamericana Coca-Cola Entreprises, propietarios del 48% de Coca-Cola European Partners, como último paso de la fusión, previo a la salida a bolsa de la distribuidora.

Con esta emisión de bonos, Daurella tendrá que hacer frente a una deuda que ni Carlos Slim en FCC. La empresaria tiene una deuda de unos 3.000 millones de euros en Cobega, la embotelladora catalana de la que es propietaria, según han cifrado fuentes financieras a Economía Digital.

Una parte importante de esta deuda es a corto y medio plazo y tiene su origen en la fusión de las embotelladoras españolas, que la obligó a apalancarse.  

Ola de fusiones  

La creación de Coca-Cola European Partners se anunció en agosto de 2015 fruto de la unión de Coca-Cola Entreprises (48%), la española Coca-Cola Iberian Partners (34%), y la alemana Coca-Cola Enfrischungsgetränke AG (18%).

A pesar de que la empresa norteamericana tiene la mayoría en el consejo de la macroembotelladora, fue Daurella, propietaria de la distribuidora catalana y máxima accionista de la española, quien se alzó con la presidencia

Coca-Cola Iberian Partners había nacido poco antes, en 2013, fruto de la fusión de las ocho embotelladoras del refresco en España. Su control recayó en la familia Daurella, dueña de la catalana Cobega, con el 55% de las acciones de la nueva distribuidora.

Poco después de la fusión, la compañía anunció el cierre de cuatro de sus fábricas en España, que dio inicio a una batalla judicial que obligó a la empresa a reabrir su planta de Fuenlabrada, aunque sin incorporar a toda la plantilla.    

La escalada de Daurella

En 2015 se produjo la siguiente fusión, en este caso la europea, con lo que Daurella pasó en menos de tres años de tener la embotelladora catalana, que antes de la fusión facturaba unos 1.500 millones de euros, a controlar la primera distribuidora independiente de Coca-Cola del mundo, con un volumen de negocio previsto de casi 12.000 millones.  

Las operaciones le han reportado importantes beneficios a la empresaria catalana, esposa del también empresario Carles Vilarrubí, vicepresidente del Barça cuyo nombre aparece en los papeles de Panamá por la venta de unas cavas a través de una empresa offshore.

Además, su casa fue registrada en el marco del caso Pujol, por las relaciones de Vilarrubí con los negocios de la familia del ex presidente catalán, por las que declaró como imputado.

Después de las fusiones española y europea, la fortuna de Daurella pasó de los 1.700 millones casi 4.000 millones, según el ranking de Bloomberg, que la sitúa como sexta fortuna de España.  

El control de la macroembotelladora  

Para conseguir el control de la embotelladora europea, Daurella y sus socios en la compañía española llevaron a cabo una hábil maniobra.

A pesar de que el accionariado de Coca-Cola Iberian Partners está segmentado entre los distintos propietarios de las antiguas embotelladoras regionales, hace pocos meses han pasado a controlar la compañía a través de una sociedad que es su propietaria al 100%, Olive Partners.  

Olive Partners está participada tal y como lo estaba Coca-Cola Iberian Partners tras su creación, con el control de Cobega, pero tener un accionista único permite a los socios de la compañía española ser el primer accionista individual de Coca-Cola European Partners.

Olive es con el 34% el accionista individual con más trozo del pastel europeo a pesar de que Coca-Cola Entreprises tiene el 48%, ya que este porcentaje está repartido entre sus accionistas.  

Últimos pasos  

Con esta fusión, además de Sol Daurella como presidenta, los socios españoles tienen cuatro puestos en el consejo de administración del gigante europeo, y el catalán Víctor Rufart, que empezó con la marca en Cobega y luego dio el paso a Iberian Partners, es ahora el Chief Integration Officer (CIO) de la compañía europea.  

La macroembotelladora prevé culminar su creación este trimestre, con su salida a bolsa en los parqués de Nueva York, Madrid y Amstedam y un valor en bolsa previsto de 20.000 millones de euros. Coca-Cola European Partners, que tendrá la sede en Reino Unido, dará servicio a más de 300 millones de consumidores de más de diez países, tendrá unas 50 plantas y unos 27.000 empleados.

Xavier Alegret

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