Yolanda Díaz reabre el melón fiscal tras el portazo de Hacienda a más reformas esta legislatura

Hacienda ha cerrado la puerta a más reformas tributarias en lo que queda de legislatura, ante la dificultad para ahormar mayorías en el Congreso, pero Díaz presiona para nuevos cambios

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero; y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. Jesús Hellín / Europa Press

La pasada legislatura, la liturgia presupuestaria del Gobierno de coalición se iniciaba con un pacto fiscal: el PSOE y Unidas Podemos, primero con Pablo Iglesias y luego con Yolanda Díaz al frente, cerraban un acuerdo con el Ministerio de Hacienda para aplicar determinadas modificaciones presupuestarias con las que diseñar los Presupuestos del ejercicio siguiente.

El acuerdo en el seno del Ejecutivo era la principal clave antes de lanzarse a la negociación con el resto de grupos políticos en un Parlamento que contaba con una mayoría de fuerzas progresistas. Sin embargo, desde el 23 de julio de 2023 la situación es completamente distinta. Ni hay mayoría progresista en las bancadas del Congreso ni ha habido una ventana a través de la que lanzarse con unos Presupuestos.

Con una tercera prórroga en camino, y después de que la reforma fiscal de finales del año pasado costara sangre, sudor y lágrimas, la vicepresidenta y titular de Hacienda, María Jesús Montero, decidió aparcar cualquier cambio tributario y centrarse en unas Cuentas ‘sencillas’, solo números, sin otras consideraciones vinculadas que pudieran hacerlas descarrilar a izquierda o a derecha. Aunque ello supusiera, como informó ECONOMÍA DIGITAL, dejar de lado una exigencia de Bruselas para cobrar fondos europeos: la revisión de beneficios en determinados impuestos.

Reforma fiscal del IVA y Sociedades

Sin embargo, el socio minoritario de la coalición -ahora, Sumar- ya presiona para seguir avanzando en cambios fiscales. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, protagonizó un desayuno informativo este jueves en el que dio un gran titular: la ampliación de los permisos retribuidos por fallecimiento hasta los 10 días y la creación de otra licencia para familiares en cuidados paliativos.

Pero la vicepresidenta también desgranó un programa de seis grandes reformas, con varios retoques fiscales, cuya ambición va mucho más de la línea roja marcada por Hacienda ante las dificultades para ahormar mayorías en esta legislatura.

Así, en la gran «reforma de la empresa», Díaz enmarcó cambios en el Impuesto de Sociedades: «Que las pymes y autónomos paguen menos impuestos a costa de las grandes empresas que tienen que contribuir más en nuestro país. Los fondos de inversión no pueden tributar al 1%, las grandes empresas no pueden tributar haciendo todo tipo de ingenierías fiscales».

Pero también en el IVA para los autónomos, de tal manera que aquellos con facturaciones inferiores a 85.000 euros anuales «solo tengan que hacer una declaración informativa anual». «Estamos poniendo el foco en la reducción de la jornada, cuando lo que necesitan las pequeñas empresas y los autónomos es justamente esto», reclamó.

A mayores, propuso también una reforma para permitir que las pymes puedan agruparse a la hora de negociar contratos energéticos, la creación de una Agencia Pública de Inversión (una reclamación que ya incluyó en su programa electoral), una simplificación de los trámites administrativos y cambios en la Ley de Morosidad y de la Ley de la Segunda Oportunidad.

Vuelta al cuerpo a Cuerpo

No solo eso, sino que, preguntada por el salario mínimo interprofesional (SMI) y por su petición al Comité de Expertos de que le den una cifra sin tributar al IRPF y otra computando ese impuesto, la vicepresidenta recordó el «debate tan intenso y apasionado» en el seno del Ejecutivo sobre la subida con «muchos hombres en el Gobierno» que se mostraban en contra.

Un dardo que parecía dirigido al que es su principal anatema en el Gobierno: Carlos Cuerpo, el titular de Economía. A principios de año ya hubo una polémica cuando Díaz tildó de «mala persona» al ministro por frenar la tramitación de la reducción de la jornada laboral en el ‘consejillo’ de carteras económicas donde se trabajan los temas antes de llegar al Consejo de Ministros.

En las últimas semanas, Cuerpo ha venido poniendo en duda algunos de los anuncios de Díaz. Como que el Consejo de Ministros aprobaría tramitar de urgencia el registro de jornada, lo cual finalmente sucedió; o, al hilo de los nuevos permisos por fallecimiento, el titular de Economía pidió «equilibrio».

«Hay que encontrar un equilibrio para hacerlo de la mano de nuestras empresas», dijo desde Luxemburgo.

Cuerpo también tendrá que dar su opinión sobre el Real Decreto sobre el registro de jornada que ha lanzado Díaz a audiencia pública, un cambio radical en el modelo actual y para el que las empresas solo tendrán veinte días para adaptarse una vez entre en vigor. De nuevo, un choque más que probable en el seno del Ejecutivo.

Historias como esta, en su bandeja de entrada cada mañana.

O apúntese a nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta