Alcoa vaticina casi 80 millones de pérdidas en San Cibrao y retrasa su inversión estrella hasta 2027
"No tenemos previsto reconstruir el horno de cocción hasta 2027", ha reconocido el presidente de Alcoa, Bill Oplinger, sobre esta inversión que la compañía llegó a prometer en su momento para enero de 2024

Bill Oplinger, CEO de Alcoa, junto a Geoffrey Pyatt, de la secretaría de Estado de Energía de EEUU / Linkedin
Alcoa endereza el rumbo. La multinacional con sede en Pittsburgh ha cerrado el primer trimestre del año con un beneficio histórico por valor de 568 millones de dólares (unos 500 millones de euros) en un momento marcado tanto por los primeros coletazos de una guerra comercial que le ha dejado una factura de 18 millones de euros solo en el mes de marzo como por su acuerdo clave para blindar su futuro en San Cibrao.
La compañía deja así los números rojos (de 127 millones de euros) con los que había abierto 2024 y refuerza su posición en medio de las turbulencias del mercado del aluminio. “Durante el primer trimestre, mantuvimos nuestro ritmo de cumplimiento de los objetivos operativos y de asignación de capital clave, incluida la formación de la empresa conjunta para respaldar nuestras operaciones en San Cibrao y el reposicionamiento de la deuda en Australia”, ha destacado el presidente y director ejecutivo de Alcoa, Bill Oplinger.
Durante la conference call con los analistas de las diferentes casas de inversión, la cúpula de Alcoa ha reivindicado su acuerdo clave con Ignis Eqt para que esta participe al 25% en el complejo de San Cibrao, pero vaticina nuevas pérdidas. «Esperamos cerrar con un ebitda negativo de entre 70 y 90 millones de dólares (entre 62 y 79 millones de euros al cambio actual)», ha vaticinado la directora financiera de Alcoa, Molly Beerman.
En este sentido, Beerman subraya que «las pérdidas de la planta de aluminio son mayores en 2025» porque la empresa se enfrenta a las «ineficiencias del reinicio». Además, la ejecutiva de la compañía estadounidense avanza que «el efectivo utilizado para estas operaciones se situará entre los 90 y los 110 millones de dólares (79 y 96 millones de euros, respectivamente)» y que una porción del capex (gastos de capital) irá destinada a «la elevación de la balsa de lodos», una actuación para la que «no importa si estamos operando o no» y que, por tanto, va en paralelo a los propios planes de reactivación de la planta de aluminio.
Las inversiones pendientes en San Cibrao
Los representantes de la compañía estadounidense cifran en 12 millones de dólares (unos 10,6 millones de euros) las cantidades destinadas a la puesta en marcha de actuaciones para el reinicio de la planta hasta el momento. A estas cantidades se suman otros 75 millones de dólares (66 millones de euros) que se encuentran en camino. «Seguimos teniendo conversaciones con los representantes de los trabajadores para liberar el saldo», ha recalcado Beerman.
Preguntada sobre el timing de estas inversiones, la ejecutiva de Alcoa ha asegurado que se trata de «debates que continúan», aunque sí ha matizado que la inversión estrella (el horno de cocción de ánodos) no se plantea todavía ni para el corto ni para el medio plazo. Su inversión ronda los 50 millones de dólares y se trata, a juicio de Beerman, del «punto polémico» en estas conversaciones.
«No tenemos previsto reconstruir el horno de cocción hasta 2027, por lo que la idea es que ese dinero se quede retenido», ha proclamado el presidente de Alcoa, Bill Oplinger, que, de esta manera, posterga al menos tres años la principal inversión que la compañía había pactado en su momento con los representante de los trabajadores con el objetivo de que estuviese ya operativa en enero de 2024, coincidiendo con el reinicio en San Cibrao.
Y es que la hoja de ruta firmada por ambas partes de cara al parón de los años 2022 y 2023 contemplaba que el nuevo horno de cocción de ánodos estuviese operativo ya en enero de 2024, coincidiendo así con la fecha del reinicio de la planta de aluminio.