Pedro Saura da marcha atrás en Correos: limita su plan de crear un banco propio
Correos redefine su estrategia financiera con un enfoque más práctico y centrado en la inclusión social
Oficina de Correos con Pedro Saura
El presidente de Correos, Pedro Saura, ha dado un giro en su estrategia para el futuro de la empresa pública, al descartar la creación de un banco propio y apostar, en cambio, por consolidar e integrar los servicios financieros ya existentes bajo una única propuesta. Esta decisión supone un importante cambio de rumbo respecto a las expectativas generadas en torno al posible lanzamiento de una entidad bancaria con sello estatal.
Durante su intervención en el Congreso de los Diputados, Saura aclaró que “una cosa es trabajar en el sistema financiero y otra muy distinta es solicitar una ficha bancaria”, una distinción clave para entender la nueva hoja de ruta que se plantea para la mayor empresa pública de España.
Lejos de lanzarse al competitivo mundo de la banca, Correos pretende consolidar sus servicios financieros ya operativos, articulando una oferta integral bajo un concepto unificado. Entre estos servicios se encuentran las 450.000 tarjetas prepago, 70.000 cuentas con IBAN asignado, y las 330.000 tarjetas del bono cultural joven, que también funcionan como método de pago. A ello se suman los datos operativos de Correos Cash, con 120.000 transacciones de efectivo realizadas y una actividad significativa en remesas, tanto nacionales (1.000 millones de euros) como internacionales (450 millones).
Servicios financieros sí, banco no
La nueva estrategia pasa por integrar estos servicios en una especie de “cuenta básica” asociada a las tarjetas prepago, una solución que permitirá a los usuarios recibir ingresos, hacer pagos y transferencias, retirar efectivo o incluso ahorrar, sin necesidad de contar con una entidad financiera propia al uso.
Este modelo no solo ahorra los costes y complejidades regulatorias que implicaría solicitar una licencia bancaria, sino que permite ofrecer un servicio útil y funcional a la ciudadanía, especialmente en entornos rurales o entre colectivos vulnerables, donde el acceso a servicios financieros tradicionales es más limitado.
Esta iniciativa forma parte de un plan estratégico más amplio, diseñado para revertir las pérdidas de Correos y alcanzar beneficios en 2026. En este marco, la diversificación se presenta como una de las grandes apuestas del grupo, con el objetivo de que las nuevas líneas de negocio representen hasta el 16% de los ingresos totales en los próximos años.
El enfoque financiero de Correos no pretende competir directamente con los grandes bancos, sino cubrir un espacio de inclusión financiera desde su capilaridad territorial y su cercanía al ciudadano. Con más de 2.000 oficinas repartidas por todo el país, muchas de ellas en localidades donde no quedan sucursales bancarias, la empresa postal tiene una posición privilegiada para ofrecer estos servicios básicos con una amplia cobertura.
Correos se adapta a una nueva realidad económica y digital
Pedro Saura ha reconocido que los problemas económicos de Correos no son una excepción en el sector postal internacional. De hecho, ha señalado que todas las grandes operadoras postales públicas o privatizadas atraviesan situaciones similares, con la excepción de los casos de éxito en Francia, Alemania e Italia, donde las decisiones de diversificación se tomaron hace más de dos décadas.
Este nuevo enfoque de Correos no busca replicar esas experiencias, sino adaptarlas a la realidad y los recursos disponibles hoy. “Hay que huir de debates nominalistas y centrarse en soluciones prácticas y aplicables a corto plazo”, afirmó Saura, subrayando su apuesta por una gestión eficiente y realista.
El viraje en la estrategia financiera de Correos muestra una voluntad de avanzar hacia modelos más sostenibles, funcionales y alineados con las necesidades sociales. En lugar de lanzarse a una aventura bancaria que implicaría altos costes, burocracia y riesgos de rentabilidad, la empresa opta por reforzar su papel como prestador de servicios esenciales, no solo postales, sino también financieros.
En definitiva, Pedro Saura ha decidido que Correos no será un banco, pero sí un actor relevante en la provisión de servicios financieros básicos, aprovechando su capilaridad, su estructura existente y su vocación de servicio público. Con esta decisión, se consolida una estrategia más prudente pero eficaz, que busca aportar valor al ciudadano y contribuir a la estabilidad económica de la compañía en el largo plazo.