Altia, la consultora de Tino Fernández, resurge en el antiguo MAB y vuelve al podio por capitalización
Las acciones de la consultora que preside Tino Fernández se anotan la cuarta mayor subida de todo el BME Growth tras dispararse un 30% en lo que va de año
Tino Fernández, presidente de Altia
Remontada de Altia en bolsa. Las acciones de la consultora fundada y presidida por Tino Fernández se anotan la cuarta mayor subida de todo el BME Growth (el antiguo Mercado Alternativo Bursátil) tras rebotar un 30% desde el arranque del año.
Este porcentaje, tan solo superado por el 73% de Biotechnology Assets, el 74,2% de la también gallega IFFE Futura y el 30,5% de Pangaea Technology, han permitido que la firma con sede en Oleiros haya recuperado su plaza en el podio del índice.
Y es que su capitalización bursátil se sitúa ahora en los 232,5 millones de euros, superando así a los 228,4 millones del fabricante vizcaíno de transformadores de medida y relés. En el horizonte de Altia, que años atrás llegó a liderar el MAB, tan solo aparecen otras dos compañías a las que superar por valor en bolsa: EiDF Solar y Proeduca Altus.
La primera, con sede en el concello pontevedrés de Barro permanece en estos momentos fuera de la ecuación. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidió suspenderla de cotización hace casi dos meses ante el incumplimiento del calendario para presentar sus cuentas. PwC, que fue elegido como nuevo auditor a finales del año pasado, se negó a firmarlas hasta que no dispusieses de información adicional. EiDF, que capitalizaba 1.720 millones de euros antes de su suspensión, ha contratado a Deloitte para tratar de desbloquear la situación sin que desde entonces hayan trascendido avances significativos.
Por delante de Altia también se sitúa Proeduca Altus. La matriz de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) ha recortado su valor en bolsa hasta los 858,4 millones de euros tras anotarse un descenso del 4,5% en lo que va de año.
El salto de Altia con Noesis
De esta forma, Altia estira el precio de sus acciones hasta los 3,38, una cifra que implica prácticamente duplicar el entorno de los 1,85 euros a los que cotizaba antes de su operación clave en 2019. Fue en diciembre de ese año cuando la compañía selló la adquisición de la consultora portuguesa Noesis.
Desde entonces, su cifra de negocio pasó de rondar los 70 millones de euros a incrementarse hasta los 130 millones en 2020. Tras un 2021 en el que su facturación pisó el freno y bajó hasta los 126 millones de euros, la compañía que preside Tino Fernández ha vuelto a dar un salto hasta encaramarse a los 167 millones de euros.
Durante este periodo, Altia también ha visto crecer sus beneficios. En concreto, estos se situaban en los 6,7 millones de euros en 2018 (último ejercicio completo antes de la compra de Noesis) y han repuntado hasta los 8,73 millones en 2021 y los 10,2 millones en 2022, si bien su margen neto se ha contraído del 6,9% al 6,1% en solo un año.
El desembarco de la hermana de Josefa Ortega
Altia vive un momento dulce tanto en su cuenta de resultados como con su cotización en bolsa en pleno desembarco de la hermana de Amancio Ortega en su accionariado. Y es que Josefa Ortega desembolsó el pasado mes de mayo un total de 11 millones de euros por hacerse con el 5,66% que estaban en manos del empresario indio Ram Bhavnani.
Este último se ha quedado con una participación del 6,81%, porcentaje muy inferior al 80,1% en manos de un Tino Fernández que también a finales de mayo celebró el regreso del Racing de Ferrol (club del que es consejero) a Segunda División 15 años después.
