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Finsa crea dos nuevas marcas y entra en la startup Strong by Form, que produce biocompuestos con BMW o Deutsche Bahn
El mayor grupo maderero gallego por volumen de ingresos crea la marca Veta, enfocada a la gestión forestal sostenible; y Evolta, para la recuperación y transformación de madera usada

La finca forestal Panda da Dá, ubicada en As Pontes, es el principal modelo y laboratorio de gestión forestal de Finsa / Finsa
La sostenibilidad se ha convertido en uno de los motores de innovación empresarial, tanto de manera directa, persiguiendo las mejoras que permiten cumplir las exigencias de la nueva economía o de la financiación verde; como de manera indirecta, como elemento transversal que debe integrarse en cualquier nuevo proceso o producto. Ambos conceptos, sostenibilidad e innovación, llevan operando ya unos años como eje de transformación en la gran empresa.
A Finsa, el mayor grupo maderero gallego por volumen de ingresos, el cambio de paradigma no le vino de nuevas, pues sus operaciones y su capacidad para diversificar negocio dependen en buena medida de una gestión forestal sostenible y de la extensión de los usos de la madera. El proyecto que impulsó junto a Goiriz en Coirós, Xilonor, es una muestra de ello, con la puesta en marcha de la primera planta gallega de CLT para la construcción con paneles de madera.
El año pasado, el grupo con sede en Santiago continuó dando pasos en estos dos ámbitos. Por un lado, creó dos nuevas marcas vinculadas al aprovechamiento sostenible de los recursos, Veta y Evolta. Por otro, financió una startup enfocada en el desarrollo de biocompuestos a base de madera para extender su uso en los sectores de la construcción y la movilidad: Strong by Form.
Veta y el suministro en proximidad
Finsa, que cerró el pasado ejercicio con un beneficio neto de 119,9 millones, creó dos nuevas marcas vinculadas al ciclo sostenible de la madera. Veta engloba las actividades de gestión forestal y de biomasa, cuidado del monte, relación con los propietarios y recogida de materia prima. La compañía explica que «establece convenios con comunidades de montes para apoyar y desarrollar conjuntamente plantaciones forestales que permitan fundamentalmente la recuperación, la mejora silvícola y la revalorización de los montes de coníferas». Veta permite agrupar y visibilizar esos servicios, y, de alguna manera, también es una respuesta de Finsa al reglamento europeo 2023/1115 y sus exigencias de trazabilidad y diligencia debida para evitar la deforestación y la degradación forestal.
Cabe recordar que la compañía cuenta con una finca de 410 hectáreas en As Pontes denominada A Panda da Dá, que funciona como modelo de gestión forestal sostenible y también como un laboratorio para prácticas innovadoras en esta materia. Forma parte de esa otra actividad, a veces más desapercibida, que está detrás de uno de los mayores fabricantes europeos de tablero, con una facturación de 1.208 millones el pasado curso.
Según datos extraídos de su Estado de Información No Financiera (EINF), la compañía consumió 3,2 millones de toneladas de madera durante 2024, de la que casi el 60% contaba con certificación PEFC o FSC. Finsa, que tiene seis plantas en Galicia y otras cuatro entre Teruel, Francia y Portugal, se abastece en proximidad. El 70% de la madera consumida procedía de un radio inferior a 150 kilómetros.
Evolta y la economía circular
Si Veta está en el monte, en la materia prima, la otra marca creada por Finsa opera en la parte final del ciclo de vida del producto. Evolta engloba los servicios de recuperación y reciclaje de madera, que tienen como objetivo evitar desperdicios y renovar los recursos bajo premisas de economía circular. Bajo el nuevo distintivo, la compañía ofrece recogida de materiales, embalajes adaptados y asesoramiento en separación y valorización de residuos.
Finsa cuenta con tres plataformas de acopio para recuperación de madera, ubicadas en Ovar (Portugal), Morcenx (Francia) y Chinchilla de Montearagón (Albacete). La red de recuperación se completa con 740 contenedores propios y colaboraciones con gestores intermedios de residuos. Con estos recursos, el año pasado, de nuevo según datos del EINF, la empresa recuperó 549.059 toneladas de madera, lo que supone un incremento de 45.000 toneladas respecto a 2023.
Finsa, BMW y la ‘Renfe alemana’
Fue en diciembre de 2023 cuando Finsa participó en una ronda de financiación de la startup Strong by Form, que desarrolla biocompuestos sostenibles a base de madera. La ronda, en la que obtuvo 4,8 millones, estuvo liderada por la chilena CMCP, una de las mayores productoras de celulosa del mundo, y la participación de la maderera gallega quedó registrada en sus cuentas anuales de 2024, donde atribuye a sus títulos un valor de 250.000 euros.
Strong by Form desarrolla un proceso de fabricación digital (Woodflow) para modelar la madera y obtener biocompuestos ultraligeros, pero con capacidad para sustituir el acero o el hormigón. Al tener capacidad para diseñar piezas específicas y resistentes, el objetivo de la startup es que sus compuestos se puedan utilizar en sectores como la construcción o la movilidad. De hecho, la empresa colaboró en pilotos con BMW o Deustsche Bahn, la compañía ferroviaria alemana.
Andrés Mitnik, CEO de Strong by Form; Daniel Ortiz, CTO; y Jorge Christie Remy-Maillet, CPO
El objetivo de la ronda de financiación era desarrollar su primera planta industrial en Europa. Con Finsa ya ha realizado varias colaboraciones. Una de ellas sirvió para diseñar una marquesina para la Renfe germana que sustituye el acero y el vidrio por madera, lo que permite reducir en un 70% la huella de carbono. En Rebuild 2025, la compañía gallega también se alió con la startup para presentar una propuesta de construcción industrializada y sostenible, en la que también participaron Ziclick, Simon Electric, Gradpanel o Gradhermetic.