La Audiencia Nacional abronca a Alcoa por no frenar la ‘reventa’ de A Coruña y Avilés

La Sala concluye que la multinacional podía rescindir el contrato de venta y demandar daños y perjuicios, pero no lo hizo; Parter utilizó fondos de las propias factorías para avalar la compra

La UDEF entró en las instalaciones de Alcoa en A Coruña / EFE

La UDEF entró en las instalaciones de Alcoa en A Coruña / EFE

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La Audiencia Nacional ha condenado por primera vez a Alcoa en relación a la venta de las plantas de A Coruña y Avilés al fondo suizo Parter, una operación que también está judicializada en la vía penal y que derivó en la investigación y detención de varios directivos de Grupo Industrial Riesgo, el actual propietario de las instalaciones. En este caso, la condena a la multinacional norteamericana procede de la Sala de lo Social, a raíz de una denuncia de los sindicatos CCOO, CIG, UGT, USO y CCP por incumplimiento del acuerdo del 15 de enero, el de cierre del periodo de consultas. Aunque la sentencia no tiene grandes implicaciones prácticas –mantiene la vigencia de aquel acuerdo y obliga a Alcoa a cumplirlo en cuanto a condiciones de despido y recolocaciones–, concluye que la multinacional vulneró el pacto al no garantizar la “reindustrialización” y el mantenimiento del empleo con la venta a un empresario “serio solvente y riguroso”.

La responsabilidad de Alcoa iría incluso un poco más allá, pues según el relato de los magistrados, pudo frenar la operación al ser conocedora de que Parter había incumplido los acuerdos incluso antes del traspaso a Grupo Industrial Riesgo, pero claramente cuando el fondo decide revender las factorías. Sin embargo, la compañía no solo evitó parar la operación, sino que propuso una solución para desbloquear los pagos a los que se había comprometido con Parter, convirtiéndose en financiadora de Riesgo.

“Nótese que en ningún momento y teniendo facultades para ello, Alcoa decide rescindir el contrato. Ni siquiera instar acción en demanda de daños y perjuicios. Alcoa se aviene a las explicaciones dadas por el nuevo grupo inversor y, tras la carta de garantías que otorgan sus componentes, sin cuestionarse el precio de la compraventa y de dónde se obtuvo, da por buena la operación, libera las cantidades retenidas y acepta que las plantas cambien de propietario”, dice la sentencia, que realiza un detallado repaso por los pasos dados hasta la “desolación” en la que se encuentran las factorías de A Coruña y Avilés y sus trabajadores.

Parter utilizó fondos de las fábricas para avalar la compra

La Sala apunta que Alcoa no se preguntó de dónde salía el dinero para la reventa de las fábricas, conectando aparentemente su sentencia con el auto de la jueza María Tardón, que investiga a la cúpula de Alu Ibérica por, presuntamente, despatrimonializar las factorías y quedarse con el capital. La magistrada asegura que los 13 millones que pagó Riesgo por las instalaciones fueron satisfechos por la compradora “con fondos procedentes de los préstamos que los propios centros de producción le concedieron a instancias de la sociedad suiza que, como administradora única, otorgó a la compradora con carácter previo a la venta».

La nueva sentencia demuestra que Parter, antes de los investigados préstamos, también utilizó recursos de la factoría para avalar la compra ante Alcoa. Concretamente, consiguió líneas de crédito del Banco Santander por valor de 13,5 millones para cada una de las factorías, una de las condiciones acordadas con la multinacional norteamericana. Para ello, ofreció como garantía la pignoración de imposiciones a plazo fijo de Alcoa Inespal Avilés y de Alcoa Inespal Coruña, es decir, fondos de las factorías.

“No se aprecia que hubiera sido el comprador quien diera cumplimiento a la condición, sino que ésta se obtiene del Banco de Santander mediante la pignoración de dos imposiciones a plazo fijo del mismo valor realizadas por Alcoa Inespal Avilés y Alcoa Inespal Coruña. No se acredita tampoco que Parter o Blue Motion (sociedad instrumental para controlar las plantas) hubieran ingresado dichas cantidades en las cuentas de Alcoa Inespal Avilés o Alcoa Inespal Coruña para, con esos activos, asumir el comprador el compromiso. Tampoco se aporta ningún dato acreditativo de qué ocurrió con estas pólizas de crédito cuando Parter vende sus participaciones sociales a un tercero”, relata la sentencia.

Protesta de la plantilla de Alcoa ante la factoría de A Coruña

¿Una empresa británica es la dueña de las plantas?

Antes de la irrupción de Grupo Industrial Riesgo en A Coruña y Avilés, Parter ya había incumplido las condiciones pactadas con Alcoa. Lo hizo en al menos un punto que recoge el fallo, el que comprometía al fondo suizo a aportar avales o un avalista para las factorías que permitiera sustituir los que dejaba la multinacional norteamericana de manera provisional. Vencido el plazo para hacerlo, Parter comunicó que no podía entregar las garantías.

Ante esta situación, Alcoa inició conversaciones con BBVA para sustituir sus avales pero, tres meses después de que comunicara las negociaciones, el fondo vendió las plantas a Grupo Industrial Riesgo. La operación le fue comunicada a Alcoa a posteriori: Riesgo emitió un comunicado el 15 de abril y, al día siguiente, informó a la multinacional de que era el nuevo dueño.

La venta se firmó ante notario el 4 de junio y Luis Losada y Diego Peris, dos de los detenidos y puestos en libertad en la investigación de la Audiencia Nacional, aseguraron que el accionista de control de las factorías era la sociedad británica Vecodrom Consuting. Como informó este medio, los investigados controlan varias sociedades en Reino Unido, entre ellas, Vecodrom Consulting, que fue fundada el 4 de marzo de 2020, la misma fecha escogida para crear System Capital Management en España como paso previo para comprar las plantas de Alu Ibérica en A Coruña y Avilés. 

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