La minera de A Penouta quiere empezar a extraer coltán en 2027 y ve «importante» hablar con Recursos de Galicia
La australiana Energy Transition Minerals tiene 10 millones en caja para desarrollar en Viana do Bolo la primera mina de coltán de Europa; prevé solicitar la declaración de proyecto estratégico por parte de la Xunta y no descarta nuevas inversiones en Galicia
Jorge Gil, responsable en España de la australiana Energy Transition Minerals, posa en Santiago antes de conversar con Economía Digital Galicia sobre el proyecto de la empresa en la mina de coltán de A Penouta / EDG
En A Penouta, dentro del concello ourensano de Viana do Bolo, es fácil juntar grandes palabras. Allí se ubica una mina de coltán llamada a ser la primera operativa en Europa, y en un lugar ajeno a los conflictos que azotan, por ejemplo, a la República Democrática del Congo. En una tierra de Entroido y pizarra, anida el potencial para generar una cadena de suministro estratégica que mitigue la dependencia europea de China o Estados Unidos con una materia prima de dispositivos electrónicos, como móviles u ordenadores.
Tras este proyecto, que intentó alumbrar Strategic Minerals, están elementos más prosaicos: la judicialización de la mina por daños ambientales en el espacio protegido de Pena Trevinca; la anulación del permiso de explotación; el concurso de acreedores de la empresa; el ERE para 55 trabajadores y la pérdida de actividad en un territorio del interior de Ourense con tradicionales dificultades para generar dinámicas económicas.
En la quiebra de Strategic Minerals surgió una nueva empresa dispuesta a tomar el testigo, la australiana Energy Transition Minerals (ETM), que pagó 5,2 millones en la puja para hacerse con la mina el pasado julio y que todavía está completando el proceso de compra. La minera también tiene sus pequeñas historias. Una muy notable es que el director general, Daniel Mamadou Blanco, sea de origen gallego y que su madre viva en Ordes.
Y tiene, sobre todo, un plan de acción para la extracción del coltán que detalló el responsable de la empresa en España, Jorge Gil, en un encuentro con Economía Digital Galicia en Santiago. «La UE se ha quedado completamente atrás en lograr los suministros para la transición verde, y entre ellos está el recurso de A Penouta, una explotación con los altos estándares europeos y españoles en medio ambiente y de seguridad social y laboral de los trabajadores, lo que hace todavía más importante la ubicación de esta mina», expone Gil para explicar el interés de su empresa en un yacimiento que viene de cortocircuitar en manos de Strategic Minerals y que no ha conseguido la paz social suficiente como para evitar su judicialización.
Camino a 2027
Lo cierto es que ETM asume que tendrá que reiniciar el proceso para obtener un nuevo permiso de explotación –hay todavía procesos judiciales pendientes sobre la licencia de Strategic Minerales, pero creen que seguirá anulada por defecto de forma– y ha fijado objetivos ambiciosos en base a ello. Uno es obtener la consideración de proyecto industrial estratégico para la Xunta. «Tiene sentido que sea declarado proyecto industrial estratégico porque, de alguna manera, la Xunta auspiciaría una evaluación con estándares europeos del proceso de A Penouta y permitiría una rápida recuperación de la actividad en Viana do Bolo», apunta Jorge Gil.
Si todo va bien, la mina de coltán podría estar en marcha en 2027. «Seguramente entre marzo y abril finalizaremos el proceso de adquisición. En el segundo trimestre de 2026 estaremos en actividad para la sección b y antes se habrá presentado la documentación. Si conseguimos la declaración de proyecto industrial estratégico, la normativa marca un año de transición hasta la licencia. Necesitamos una resolución favorable de la declaración de impacto ambiental ordinaria, que es la más exigente, y si la conseguimos pretendemos que a mediados de 2027 la mina esté funcionando y a pleno rendimiento«, expone el Spain Manager del grupo australiano.
El abecé de A Penouta
La actividad, en realidad, llegará antes al yacimiento ourensano porque ETM cuenta con un permiso de la sección B y sabe como utilizarlo. Iniciar la explotación a la espera de obtener el permiso de la sección C tiene, cuando menos, tres ventajas, a juicio de Gil: «Pensamos ponerla en marcha cuando completemos la compra para garantizar una reincorporación paulatina de los trabajadores y también la adecuación de la mina para la solicitud del permiso de la sección C. Estamos a merced de esa licencia, pues debemos presentar una solicitud y pasar las correspondientes evaluaciones de impacto ambiental de una explotación minera, incluida la afección por cercanía con Red Natura de agua, polvo y ruidos (…) Operar en la sección B y aprovechar las escombreras tiene una serie de beneficios: generas un flujo de caja, por ejemplo, las arenas feldespáticas pueden ser aprovechadas en la industria para cerámica; alivia el pasivo ambiental dejado por la anterior compañía, en la medida en la que estamos eliminando cualquier residuo; y permite una incorporación paulatina de trabajadores mientras, paralelamente, preparamos la actividad industrial para esa sección C», explica.
ETM no parece un paracaidista que avanza a tientas hasta hacerse con el terreno. Conoce el proyecto de Samca en Doade y el de Eurobattery en A Gudiña; sabe de la tradición minera de Valdeorras, pero también del desasosiego que genera la actividad extractiva desde el punto de vista ambiental; se ha puesto en contacto con todos los grupos políticos del municipio y se ha comprometido a informar «con transparencia» de cada paso. «El deseo es aglutinar a cuantas más fuerzas mejor, incluso aquellas que consideran que la minería es mala para el entorno. Soy consciente de que tiene una afección sobre el medio ambiente, soy consciente de que la normativa española y europea tiene unos estándares medioambientales y laborales muy altos que las empresas debemos seguir», manifiesta Gil.
Una conversación con Bruquetas
La compañía no habla con exactitud de cifras, ni en cuanto a la inversión ni al empleo. Sí que garantiza que aproximadamente el 85% de las empresas contratistas serán de Galicia, al igual que, probablemente, el 95% de los trabajadores, como sucede en su proyecto de estaño y litio de Villasrubias, en Salamanca. La incorporación de los extrabajadores de Strategic Minerals también le parece natural al grupo.
Preguntado por el papel de Recursos de Galicia, la utility impulsada por la Xunta, Gil abre la puerta de para en par. «Somos conocedores de la vinculación de Recursos de Galicia, empresa mixta auspiciada por la comunidad autónoma, y de que recientemente firmó un acuerdo con la gente de Samca y el proyecto de Doade. Es importante involucrar a los máximos grupos de interés (utiliza el término inglés stakeholders) para A Penouta y fortalecerla. El proyecto no tiene sentido si en Galicia no se involucran con A Penouta. Sería importante poder hablar con Recursos de Galicia, mantener una conversación al respecto«, apunta con precaución sobre la empresa que dirige Emilio Bruquetas.
Los fondos de ETM
El directivo de ETM dice que una de las ventajas de la empresa para el proyecto de A Penouta es que tiene fondos suficientes para desarrollarla por sí misma. «Inmediatamente después de anunciar la adquisición, el interés generado permitió una primera colocación de 10 millones de dólares australianos, y una segunda colocación de 8 millones más. Esto significa que, únicamente para A Penouta, nuestra compañía tiene en su caja 18 millones (algo más de 10 millones de euros al cambio)«, dice.
El grupo también pretende trasladar la sede social de la empresa a Viana do Bolo y crear una oficina en Santiago que sea operativa para la tramitación de permisos y la entrega de documentación a la Xunta. Según explica Gil, en el yacimiento hay «76 millones de toneladas de estaño con su consiguiente equiparación a niobio y tantalio, que es el recurso estrella».