Nueva Pescanova, a juicio por «castigar» a una empleada que denunció acoso sexual

La CIG critica que, tras denunciar la situación a la compañía, esta "castigó" a la mujer cambiándole el turno, en una actuación que el sindicato tacha de "grave"

Planta Pescanova

Vista exterior de la planta de Nueva Pescanova en Redondela

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Una empleada de Nueva Pescanova denunciará a la empresa por «falta de protección ante una situación de acoso» que denunció ante la compañía. La mujer estaba siendo víctima de acoso sexual y laboral por su jefe directo en la planta que la firma tiene en O Porriño (Pontevedra). Tras denunciar la situación a la compañía, esta la «castigó» cambiándole el turno, según señala la CIG, en una actuación que el sindicato tacha de «grave».

Así lo han indicado en rueda de prensa este martes el secretario comarcal de la Federación Galega de Alimentación (FGAMT) de la CIG, Suso García, y la responsable de Igualdad de la CIG, Esther Mariño. Tras el cambio de turno, los sindicalistas han señalado que la empresa puso en marcha el protocolo de acoso, si bien con el paso del tiempo la empleada «se desanimó» a seguir con el mismo porque lo consideró «más un paripé a medida de los intereses de la empresa que para saber qué pasó».

Tal y como han manifestado, el procedimiento abierto por el protocolo tendría que haber durado 30 días pero se prolongó 8 meses, y se cerró «con una sanción a la trabajadora por una falta muy grave», en la que le dicen que «podrían despedirla, pero se reducen a amonestarla». Con ello, los sindicalistas entienden que el mensaje que envía la empresa es que «la culpa es de ella y cuidadito con denunciar algo, porque las consecuencias son para ella».

Silencio de la empresa desde noviembre

La empresa, que este martes ha descartado hacer comentarios sobre estas cuestiones, explicó el pasado mes de noviembre que, tras recibir la denuncia, se puso en marcha el protocolo de actuación en casos de acoso y se trasladó a la Mesa de Igualdad de la empresa, compuesta por representantes de la parte sindical y de la empresarial, y la trabajadora ejerció «su derecho» a elegir a los miembros de la Mesa que compusieron la Comisión de Acoso.

La Comisión (en la que hay miembros de la CIG) decidió «por unanimidad» posponer el inicio de la investigación debido al estado de alarma y, cuando se reanudó, se entrevistó a 17 personas, entre ellas la trabajadora y el supuesto acosador. Además, ha precisado la empresa, 8 de los testigos fueron elegidos directamente por la denunciante. Finalmente, la Comisión determinó el archivo del expediente, «al no haber podido acreditar situación de acoso alguna», ni haberse acreditado «ninguna de las acusaciones efectuadas».

Economía Digital Galicia

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