PwC respalda las cuentas de EiDF por primera vez desde la crisis, pero el grupo pierde más de 12 millones
La compañía gallega especializada en fotovoltaica acaba el primer semestre al borde de la quiebra técnica y con fondos propios negativos, a la espera de ingresar 14 millones por la venta de ODF y de las inyecciones acordadas con Loft Capital
Sede de EIDF en Barro (Pontevedra)
La nueva EiDF, ya lejos del control del fundador Fernando Romero y con Joan Gelonch al frente, continúa arrastrando importantes problemas financieros para el desarrollo de su negocio, pero ha logrado algún hito en su empeño por dotar a la compañía de los estándares y la transparencia necesarias para recobrar la confianza del mercado. El más notable es que PwC, el auditor que detectó los desbarajustes contables cuando la compañía registraba un crecimiento en bolsa sin parangón y que el nuevo equipo de gestión renovó, ha emitido por primera vez desde la suspensión de cotización una opinión favorable a los números del grupo gallego. Favorable quiere decir sin salvedades y sin advertencias sobre posibles problemas ocultos en EiDF.
Lo hace en una revisión limitada de los estados financieros semestrales del grupo, lo que no constituye propiamente una auditoría de cuentas, pero la compañía lo ha puesto en valor, ya que lo vincula a «la políticas de buen gobierno y transparencia implantadas desde mediados de 2024». Aún así, la dirección sigue encontrando problemas cada vez que analiza un papel. «Durante 2024 se realizó una profunda revisión contable que reveló ajustes de ejercicios anteriores, y en 2025 se está llevando a cabo una revisión técnica de los proyectos heredados de gestores anteriores, que genera efectos no recurrentes en los resultados, pero permite reflejar con precisión la posición financiera del grupo», advierte en una nota de prensa y tras la reexpresión de las cuentas cerradas en el pasado ejercicio, que rebaja en 7 millones el activo, eleva en 4 millones el pasivo y reduce drásticamente el patrimonio neto, pasando de 22,4 millones a solamente 12,8 millones.
EiDF sigue teñida de rojo
La compañía reconoce que está en un proceso de reconstrucción y, entre eso y los ajustes contables, los números reflejan pérdidas y problemas de solvencia que debe reparar, precisamente cuando acaba de conectar a la red sus tres primeros parques solares, con una potencia conjunta de 4,81 megavatios. En los seis primeros meses del ejercicio, EiDF registró un ebitda negativo de 3,4 millones, pérdidas netas de 12 millones frente a los números rojos de 9,2 millones del mismo periodo de 2024, y unas ingresos de 18,6 millones, cuando un año antes fueron 60,8 millones. La dirección vincula este deterioro a los esfuerzos por sanear el balance.
Las conclusiones de la compañía dejan en mal lugar la herencia recibida. «Durante 2024 se llevó a cabo una profunda revisión contable que afloró ajustes de ejercicios anteriores, y en 2025 la incorporación de nuevos responsables de las áreas de Autoconsumo y Generación han derivado en una
revisión exhaustiva del pipeline de proyectos, con el objetivo de evaluar su viabilidad técnica, económica y estratégica. Esta revisión ha permitido identificar y depurar iniciativas heredadas de ejercicios anteriores que, tras un análisis riguroso, se han considerado no viables. La consecuencia directa de este ejercicio de transparencia y responsabilidad ha sido el reconocimiento contable de pérdidas asociadas a dichos proyectos, reflejando el compromiso de la compañía con una gestión prudente y alineada con los intereses de sus accionistas y del mercado», dice en un comunicado.
Al borde de la quiebra técnica
El balance de EiDF refleja a cierre de junio unos fondos propios negativos de casi 6 millones, un fondo de maniobra negativo de 32,9 millones, y un flujo de explotación en el primer semestre también negativo por valor de 13,2 millones. El patrimonio neto era de 475.000 euros, al borde de lo que se entiende como quiebra técnica, cuando esta magnitud entra en cifras negativas.
Las bazas del grupo gallego para paliar esta situación son conocidas. Por un lado, la venta de la filial ODF de la que restaban por ingresar a cierre del semestre 13,8 millones. Por otro, la firma de un acuerdo con Loft Capital para ampliar capital mediante obligaciones convertibles de hasta 10 millones.
“EIDF atraviesa un momento de reconstrucción responsable. Hemos hecho un ejercicio de transparencia y rigor sin precedentes, afrontando los ajustes necesarios para construir una sólida base sobre la que proyectar nuestro futuro”, dice el CEO del grupo. “Por otro lado, la depuración del pipeline no solo mejora la calidad de nuestros activos futuros, sino que también refuerza la credibilidad de EIDF como operador responsable en el sector de las energías renovables», añade Joan Gelonch.