Lecciones de cabildeo desde Chile

Mi reciente traslado a Chile ha coincidido en España con el escándalo del caso Montoro y el debate sobre de la necesidad de una regulación del lobby y de los asuntos públicos. Curiosamente, llego a un país con una legislación muy avanzada en este tema desde 2014, que obliga a transparentar reuniones, viajes y donativos a autoridades

Oferta vinculante: lo que debes saber para responder a tiempo

personas negociando un contrato

La nueva normativa obliga a que las ofertas se realicen mediante canales de notificación fehaciente, como el buromail, que no sólo certifica el envío y la recepción, sino también el contenido exacto de la comunicación

Educamos súbditos, no ciudadanos

Un aula desierta en el colegio público

Si no cambiamos el modelo educativo ya, no tendremos una generación perdida; tendremos millones de cerebros perfectamente domesticados, formados para obedecer, no para transformar

Juventud: ¿tesoro o terror?

Imagen de archivo de un grupo de jóvenes celebrando el San Froilán en Lugo / Europa Press

"Como novedad respecto a otras generaciones anteriores, las redes sociales intensifican el señalamiento: discursos de odio que se viralizan con rapidez, el refuerzo grupal ante la burla o el desprecio, la negación de la empatía"

¿Y si la IA no fuera tan lista cómo te crees?

Inteligencia artificial

Nos estamos volviendo vagos, cada vez más dependientes de asistentes que hacen lo que antes resolvíamos con cabeza, lápiz o conversación; si no sabemos cuándo no usar tecnología, acabaremos sustituyéndonos sin querer

Sin conductores, sin país

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante una sesión de control al Gobierno en el Senado, a 10 de junio de 2025, en Madrid (España)

La reducción de jornada, aceptada por el 80% de los españoles según el CIS, no es un logro, es un síntoma, el síntoma de un país que quiere trabajar menos y cobrar más

…Y que no haiga nadie

Imagen de la localidad turística de Sanxenxo el pasado verano. Foto de archivo: EFE

Para un país y una comunidad en las que el turismo supone un porcentaje de la riqueza común de crucial importancia, convertir la comodidad y el antojo con morros en estandarte reivindicativo no parece un buen negocio