Alcoa vuelve a números rojos y prevé una factura de 20 millones por el reinicio en San Cibrao
La multinacional estadounidense ha cerrado el tercer trimestre con unas pérdidas por valor de 5 millones de euros y vaticina otro golpe por los aranceles de Trump y los gastos por el rearranque en su planta de A Mariña Lucense

El CEO de Alcoa, Bill Oplinger, en una entrevista en el Melbourne Mining Club / Melbourne Mining Club
Alcoa consuma su vuelta a números rojos. La multinacional con sede en Pittsburgh ha presentado al cierre de la sesión bursátil de este miércoles los resultados correspondientes a un tercer trimestre de su ejercicio fiscal 2025 al que ha dado carpetazo con unas pérdidas netas ajustadas por valor de seis millones de dólares (unos 5,2 millones de euros al cambio actual).
Estas cifras contrastan con los beneficios de 89 millones de euros cosechados en el trimestre anterior o con los 116 millones obtenidos en el mismo periodo del año 2024. La firma ha perdido rentabilidad pese a mantener estable su facturación (unos 2.575 millones de euros, frente a los 2.500 millones registrados en el tercer trimestre del año pasado) y cosechar récords de actividad en el año en «cinco plantas de aluminio de Canadá, Noruega, Australia y Estados Unidos».
“Durante el tercer trimestre, continuamos logrando estabilidad operativa y optimizando nuestra cartera”, ha defendido Bill Oplinger, presidente de Alcoa. “De cara al cuarto trimestre, nos centraremos en la seguridad, la estabilidad y la mejora continua para aumentar la rentabilidad general, mientras avanzamos en las aprobaciones de las minas de Australia”, destacaba el ejecutivo.
La compañía busca dar continuidad al aumento de la producción tanto de alúmina (del 4%, hasta las 2,5 millones de toneladas métricas) como en el aluminio, que se anotó un repunte del 1% y alcanzó las 579.000 toneladas «principalmente debido al progreso en la reanudación de la factoría de San Cibrao, España«, destaca la firma en su presentación de resultados.
El impacto de su venta en Arabia Saudí
La multinacional estadounidense ha elevado sus volúmenes de producción en un periodo en el que ha seguido sacando provecho de la venta de su sociedad conjunta con Saudi Arabian Mining Company. Alcoa acordó esta desinversión en octubre de 2024 a cambio de recibir unos 1.350 millones de dólares. Fruto de este contrato, la firma ha recibido unos ingresos extraordinarios por valor de 238 millones de dólares que dejarían su beneficio neto sin ajustar en alrededor de 203 millones.
Su ebitda (beneficio bruto de explotación ajustado) se situó en los 232,5 millones de euros en un periodo en el que se anotó cargos por valor de 770 millones de euros por el cierre de su planta de alúmina de Kwinana (Australia). A cambio, la firma ha compensado este hachazo en el país oceánico con su proyecto para la producción de galio en la refinería de alúmina de Wagerup junto a su socia Japan Australia Gallium Associates Pty Ltd (JAGA), una empresa conjunta entre el Gobierno japonés y Sojitz Corporation.
El escenario en San Cibrao
De esta manera, Alcoa reconfigura su particular mapamundi mientras acelera en San Cibrao tras el golpe del apagón. «Para el cuarto trimestre de 2025, el segmento de aluminio prevé impactos desfavorables secuenciales de aproximadamente 18 millones de euros debido a ineficiencias en la reanudación de la fundición de San Cibrao y menores ventas de energía a terceros, parcialmente compensadas por mayores envíos», vaticina la firma.
«Se espera que los costes arancelarios por el aumento de las importaciones estadounidenses de aluminio proveniente de Canadá aumenten en aproximadamente 50 millones de dólares [unos 43 millones de euros al cambio actual]», subraya la firma, que pone cifras a la factura por el reinicio en San Cibrao.
Tras dejarse 7 millones de dólares (unos 6 millones de euros) por su reactivación en A Mariña Lucense, en donde actúa con la energética Ignis como socia (compró una participación del 25%) la compañía que capitanea Bill Oplinger vaticina un golpe adicional de otros 20 millones de dólares (17,5 millones de euros). La firma achaca esto a las «ineficiencias en el reinicio» de esta planta, así como por «las menores ventas de energía a terceros».