Amancio Ortega y KKR dan alas a su grupo de aparcamientos, que compra seis empresas en año y medio

Desde la llegada de Pontegadea, Q-Park ha comprado el séptimo operador del sector en Alemania, Park One, y el duodécimo, Bavaria Parkgaragen; con estas adquisiciones, sumadas a otras cuatro del año pasado, superará, previsiblemente, los 1.000 millones de ingresos

El fundador de Inditex, Amancio Ortega, durante el concurso de saltos internacional de A Coruña, enmarcado de manera excepcional en el Longines Global Champions Tour, campeonato referente del panorama hípico que afronta la primera de sus tres jornadas en Casas Novas.- EFE/Cabalar

El fundador de Inditex, Amancio Ortega, durante el concurso de saltos internacional de A Coruña, enmarcado de manera excepcional en el Longines Global Champions Tour, campeonato referente del panorama hípico que afronta la primera de sus tres jornadas en Casas Novas.- EFE/Cabalar

En diciembre del año pasado, el holding de Amancio Ortega compró un 20% del grupo holandés Q-Park, irrumpiendo en el negocio de los aparcamientos y dando una vuelta de tuerca más a la estrategia de diversificación de su cartera de inversiones. Hasta no hace tanto, Pontegadea volcaba los dividendos de Inditex fundamentalmente en ladrillo, como sigue haciendo, pero en su portfolio hay ahora renovables, infraestructuras de telecomunicaciones, redes eléctricas y gasoductos.

El fundador de Inditex se convirtió en el segundo accionista de Q-Park, compartiendo apuesta con KKR, primer accionista y antiguo socio de Amancio Ortega en Telxius, la filial de cable submarino de Telefónica. En la operación también emergió Interogo Holding, un fondo vinculado a los propietarios de Ikea que elevó su participación del 12,25% al 18%.

El respaldo inversor dio vuelo a la estrategia de Q-Park, que ha puesto el foco en electrificarse, con el objetivo de alcanzar los 10.000 puntos de carga de vehículos eléctricos en 2027, y en engordar. La compañía, de hecho, ha cerrado seis adquisiciones de empresas en menos de año y medio, las dos últimas ya con el dueño de Inditex en el accionariado y con Roberto Cibeira y Andrés Moreno Fernández como representantes de la family office en los organismos de decisión del operador.

El tercer mayor operador de Alemania

El grupo que dirige Frank de Moor, con 943 millones de ingresos el año pasado, despliega todo su negocio de aparcamientos en suelo europeo. Y este ejercicio ha centrado su crecimiento inorgánico en Alemania, donde es el tercer mayor operador del sector. El pasado 30 de junio completó la adquisición de Bavaria Parkgaragen a la familia Schörghuber (Blue Lion), integrando 26 aparcamientos con más de 12.000 plazas y 174 estaciones de carga para vehículos eléctricos. Bavaria es la duodécima empresa del sector en Alemania, pero revestía interés para Q-Park por su fortaleza en Múnich y otras zonas de Baviera. Su cartera complementa los 169 aparcamientos de la compañía en el país germano, donde suma 66.000 plazas en más de 50 ciudades, entre ellas Berlín, Darmstadt, Düsseldorf, Colonia, Leipzig o Sarrebruck.

Unos meses antes de esta operación, en abril, la participada de Amancio Ortega culminó otra de mayor volumen. Compró Park One, la séptima empresa de gestión de aparcamientos privados en Alemania. Esta adquisición le permitió integrar 41 aparcamientos y 12.800 plazas. Como en el caso de Bavaria Parkgaragen, también se reforzó de manera destacada en Múnich, al igual que en lugares donde ya estaba bien posicionada, como Berlín y Düsseldorf.

Las dos nuevas empresas, sumadas a la consolidación de las adquiridas en 2024, permitirán a Q-Park superar, presumiblemente, los 1.000 millones de euros de ingresos en este ejercicio. El furor comprador de la empresa no es algo particular, pues en todo el sector europeo se están produciendo importantes movimientos, como la fusión de Saba e Interparking o la compra de Parkia por parte de Indigo.

Otras cuatro adquisiciones

Q-Park está presente en Países Bajos, Alemania, Francia, Bélgica, Reino Unido, Irlanda y Dinamarca. Y no crece geográficamente, sino dentro de estos mercados. Al menos fue así el año pasado, cuando salió de compras por Francia, Reino Unido y, una vez más, Alemania. Lo explica en su informe de sostenibilidad al señalar que «2024 fue otro año excepcional para el desarrollo de nuestra cartera, marcado por cuatro adquisiciones estratégicas». La primera fue en abril, con compra del aparcamiento Mazelle en Metz, con casi 700 plazas. Le siguió en junio la absorción de Britannia Parking Group, en Reino Unido, asumiendo una cartera de 600 aparcamientos repartidos por ciudades como Londres, Glasgow, Edimburgo, Mánchester, Birmingham, Sheffield o Leeds.

Al mes siguiente, Q-Park anunciaba la adquisición de Optimal Parken GmbH & Co, que añadió a su cartera otras siete ubicaciones en la región alemana de Renania. Finalmente, coincidiendo con la entrada de Pontegadea en el capital del grupo, la compañía compró en diciembre la francesa SAGS, una operación que le permitió alcanzar las 300.000 plazas de aparcamiento en Francia, la mitad en calle, y los 2.000 puntos de carga de vehículo eléctrico en el país.

Tras cerrar seis operaciones en 15 meses, Q-Park estima que está entre las tres primeras empresas del sector en todos los países donde opera.

Los números de Q-Park

Según explica en su memoria de sostenibilidad, la compañía cerró el pasado ejercicio con unos ingresos netos de 938,8 millones, un avance del 13,3% respecto al año anterior. No ofrece datos de beneficios, pero sí que indica que el ebitda subyacente se situó en los 256,6 millones, un 10% más. La dieta de engorde en la que parece estar inmersa llevó a Q-Park a destinar 150 millones a la compra de empresas, más de la mitad de sus inversiones en el ejercicio, que ascendieron, según el documento, a 240 millones, casi el doble que en 2023. A cierre de diciembre contaba con 6.854 puntos de recarga para vehículos eléctricos y más de 2.800 trabajadores.

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