De Pablo Isla a Marta Ortega: un año de la revolución tranquila en Inditex

Se cumple un año desde que la multinacional de Arteixo anunció el ascenso de la hija menor de Amancio Ortega y la salida quien fue considerado mejor CEO del mundo. Aunque la acción de la textil ha retrocedido un 16%, el grupo ha sabido disipar las dudas iniciales sobre su nueva cúpula en un mercado inflacionario

Marta Ortega, junto a Pablo Isla, Amancio Ortega y José Arnau

Marta Ortega, junto a Pablo Isla, Amancio Ortega y José Arnau

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Paradójicamente, el próximo 30 de noviembre se cumplirá un año desde que Inditex inició una revolución tranquila en mitad del escenario económico más turbulento que se recuerda desde la recesión de 2008. Ese día, antes de la apertura del mercado, la multinacional anunció la renuncia de Pablo Isla (su marcha efectiva se materializaría cuatro meses después) y el ascenso de Marta Ortega, la hija de Amancio Ortega y Flora Pérez Marcote, a la presidencia no ejecutiva del gigante textil y de Óscar García Maceiras, un abogado del Estado procedente del mundo de las finanzas y recién llegado a Arteixo, como nuevo consejero delegado.

Aunque ni de forma oficial ni oficiosa, ni desde el entorno de Inditex ni del de Isla se llegaron a explicar las motivaciones que propiciaron la repentina marcha del también ex de Altadis, distintas fuentes indicaron que su marcha fue la consecuencia de un pulso entre su equipo y la familia política de Ortega Gaona, apoyada por José Arnau, vicepresidente del grupo y de Pontegadea. En todo caso, el proceso sucesorio de Ortega Pérez ya estaba en marcha desde hacía meses: el pistoletazo de salida lo dio con su, por ahora, única entrevista concedida a un medio de comunicación. Fue a la biblia del capitalismo, The Wall Street Journal, e indicó que estaría allí donde hiciese falta.

Retroceso bursátil

El día antes del anuncio de la salida de Isla, la acción de Inditex cotizaba a 29,67 euros, casi un 16% más que ahora. El 30 de noviembre, el mercado dio la espalda a los cambios. La cotizada se derrumbó un 6,1% y se dejó en el parqué 5.600 millones en una sola jornada. Un mal augurio que no llegó a hacerse realidad, pues los números dicen que, pasado un año, los temores de los inversores con respecto al tándem Ortega Pérez-García Maceiras, al menos hasta ahora, fueron infundados.

Y es que, a pesar de la muy fructífera etapa de Isla, achacar a su marcha el retroceso de Inditex en bolsa sería falso. Poco podía imaginar el mercado que mientras el ejecutivo, nombrado dos veces mejor CEO del mundo, hacía las maletas, una crisis inflacionaria y energética se cernía sobre el globo derivada de la invasión de Rusia sobre Ucrania. Y eso, con los coletazos aún presentes de la pandemia…

Los temores…

Las primeras semanas tras el anuncio del fin de la etapa Isla desataron las dudas de los grandes analistas. La lupa no la ponían tanto en Marta Ortega sino en García Maceiras. “Mientras que la prensa se centra en la nueva silla de la hija del fundador, su función no es ejecutiva”, apuntó, como ejemplo, Credit Suisse en uno de sus informes tras el anuncio de sucesión. “Sin embargo, el nuevo CEO solo ha estado en el negocio durante un año y su experiencia en el sector ha sido en bancos”, señalaba.

No obstante, de momento, el también ex de la Sareb ha superado el examen. Y en dos ámbitos distintos: el económico y el orgánico. Con las dudas de qué ocurrirá en un segundo semestre del año marcado por la inflación y la retracción del consumo, Inditex cerró la primera mitad de su ejercicio fiscal, de febrero a julio, superando las expectativas de los analistas y con récord de ventas, beneficio neto y ebitda. Lo hizo, además, mientras que los grandes del textil, de Primark a Adidas, pasando por Asos o Zalando, emitían una oleada de revisiones a la baja en forma de profit warning.

Todo parece apuntar, además, a que en su primer año, el nuevo Inditex post Isla logrará récord de resultados. El consenso de mercado apunta a unas ventas que podrían superar los 31.000 millones y un resultado neto que se acercaría a los 3.900 millones de euros, por encima de las ganancias prepandémicas. Además, a pesar del entorno inflacionario y del aumento de los costes, protegiendo los márgenes. Predicen los analistas que el neto podría llegar al 12,5%, mientras que el operativo sería del 16,52%. Por establecer una comparativa con su inmediato perseguidor en cuando a capitalización bursátil, los de la dueña de Uniqlo se quedarían en un 11,8% y un 12,9% respectivamente.

Además, distintas fuentes empresariales, aseguran a Economía Digital Galicia que el ejecutivo ha sabido ganarse a todo el núcleo duro de Arteixo. Contaba de partida con el plácet de Arnau y de la familia pero insisten, al margen, en su perfil, “más político y más cercano que el de la anterior dirección de Isla”.

Superar Rusia

La nueva cúpula de Inditex también ha logrado superar la salida del mercado ruso, con 500 tiendas y más de 9.000 empleados, mucho mejor que sus rivales. Los de Arteixo hicieron público el pasado mes de octubre un acuerdo para la venta de su negocio en el país con el grupo emiratí Daher, dueño de Azadea, uno de sus históricos socios en Oriente Próximo.

Al contrario de lo que le ocurrió a H&M, mediante esta fórmula, el anuncio de la salida definitiva del mercado ruso no fue penalizado por los inversores. Primero, porque aseguró que la provisión que ya había realizado a principio de año, de 216 millones de euros, “cubre sustancialmente el impacto del cese de actividad”. Algo que semanas atrás las grandes casas de análisis creían imposible. Segundo, porque la dueña de Zara se guarda un as bajo la manga para regresar, ya que avanza que, si en un futuro las circunstancias lo permiten, explorará el retorno a través de un contrato de franquicia con Daher.

Los retos

De esta forma, Inditex cumple un año de revolución tranquila en su cúpula en el entorno más volátil posible. Lo hace, por cierto, con el anuncio de salida de la compañía de Carlos Crespo, anterior CEO y número dos de Isla.

Con la acción acercándose, de nuevo, a los 25 euros (no alcanzaba esa cotización desde agosto), esta semana, un informe del sector de Goldman Sachs elevaba su precio objetivo hasta los 32 euros. Eso sí, los americanos apuntaban a los retos más inmediatos. “La inflación del costo de los insumos podría tener un impacto adverso en el ingreso bruto a corto plazo y los posibles aumentos del precio para mitigar esos aumentos en los costos podrían tener implicaciones adversas en el volumen”, señala.

Al margen, en el universo Inditex también cobra gran importancia la imagen (en este último año, con su nueva fundación MOP, Marta Ortega ha actuado como mecenas de dos exposiciones fotográficas internacionales en A Coruña) y este mismo fin de semana, los sindicatos CIG y UGT han convocado, en pleno Black Friday, una huelga de dependientas.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp