El laberinto de Pablo Isla en Nestlé: cese del CEO, caída de ventas y mínimos en bolsa de hace nueve años

El último informe de resultados de Laurent Freixe, el del primer semestre de este año, dejó una caída del 10% del beneficio y una contracción de los márgenes para el grupo suizo, que rebajó en 2.200 millones el flujo de caja

Pablo Isla será el nuevo presidente del consejo de administración de Nestlé a partir de abril del año 2026

Pablo Isla será el nuevo presidente del consejo de administración de Nestlé a partir de abril del año 2026. Fotos de archivo: EFE y Nestlé

El camino de Pablo Isla hacia la presidencia de Nestlé, cargo al que ascenderá en abril de 2026, va encadenando accidentes. El más sonoro fue el de este lunes, cuando el grupo suizo anunció el cese del consejero delegado, Laurent Freixe, tras un año en el cargo. La caída del CEO a causa de ocultar una relación amorosa con una empleada y tras una investigación supervisada por el propio Isla y por el presidente saliente, Paul Bulcke, se saldó este martes con un retroceso liviano en bolsa, una depreciación del 0,74%. Sin embargo, antes del fulminante despido ya abrigaba dificultades la compañía, recogidas en el informe de resultados del primer semestre del año, con una diminución de ingresos y beneficios.

Nestlé cotiza a por debajo de los 75 francos por acción y bajó en julio de los 72, unos mínimos que no veía desde finales de 2016. En el breve periodo de Freixe, el valor en bolsa del grupo cayó un 17%. En los últimos cinco años, la capitalización retrocedió un tercio. Los inversores debaten sobre la necesidad de rebajar costes y reducir personal, sobre la capacidad para mantener el dividendo y generar un liderazgo sólido. «La pérdida de dos directores ejecutivos y un presidente en un año es de proporciones históricas para Nestlé», dijo a Reuters Ingo Speich, director de Gobierno Corporativo y Sostenibilidad de Deka, uno de los 30 principales inversores del grupo. Los retos se van acumulando en la mesa de Pablo Isla.

Debilidades en los números de Nestlé

En el primer semestre, Nestlé logró 5.065 millones de francos suizos de beneficios (unos 5.400 millones de euros), un 10% menos. Las ventas alcanzaron los 44.000 millones de francos (47.000 millones de euros), un descenso del 1,8%. Esos menores ingresos, sumados a una caída generalizada de los márgenes, explica las menores ganancias de la compañía de Nescafé, Nespresso o Kit-Kat.

En la conferencia con analistas, la directora financiera, Anna Manz, atribuyó al impacto al incremento de costes de los productos comercializados, a las inversiones de la propia compañía y a los efectos del tipo de cambio esta menor rentabilidad. Pero al mismo tiempo advirtió que esperaban que los márgenes siguieran estrechándose en el segundo semestre por los mayores costes y el efecto de los aranceles.

A cierre del semestre, el margen operativo estaba en el 15,4%, un punto porcentual menos que en el primer semestre de 2024, y el margen bruto en el 46,6%, con 60 puntos básicos menos.

60.000 millones de deuda

Los indicadores de liquidez también se deterioraron. El cash flow operativo cayó de casi 7.000 millones de francos hasta los 4.872 millones; y el flujo de caja libre se rebajó en casi 2.000 millones de euros respecto al primer semestre de 2024. La compañía, que mantuvo sus previsiones pese a la caída de ventas y beneficios, está inmersa en un plan para recortar casi 3.000 millones de costes de cara a 2027.

La deuda financiera neta se situó por encima de los 60.000 millones, incrementándose levemente respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, pero de manera acelerada en el primer semestre. A comienzos del año era de 4.000 millones de euros menos. «Este aumento se debió, en gran medida, a salidas de efectivo para el pago de dividendos por valor de 7.800 millones de francos (8.329 millones de euros)», dijo el grupo en su informe de resultados.

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